Lleg¨® en taxi

Y Sancrist¨®bal lleg¨® en taxi. Ninguno de los reporteros gr¨¢ficos que le esperaban pacientemente a las puertas de la Audiencia Nacional pod¨ªan dar cr¨¦dito a sus ojos. El ex director general para la seguridad del Estado estaba citado a las once de la ma?ana con Garz¨®n para seguir declarando. Pero no las ten¨ªa todas consigo para llegar con puntualidad a su cita. Fueron necesarios sucesivamente dos coches oficiales y un taxi para trasladarle desde LL prisi¨®n de Guadalajara a la calle G¨¦nova de Madrid, sede de la Audiencia Nacional. Sancrist¨®bal sali¨® con tiempo suficiente, pero en mitad de la carretera el autom¨®vil se par¨®. No hab¨ªa nada que hacer, simplemente no funcionaba.Llamaron a la prisi¨®n para que les mandaran otro coche r¨¢pidamente. Pero la espera de Sancrist¨®bal y sus vigilantes en medio de la carretera fue infructuosa. El nuevo autom¨®vil no llegar¨ªa nunca, porque se estrope¨® tambi¨¦n. Hubo que recurrir a una soluci¨®n poco ortodoxa: llamar a un taxi de la ciudad alcarre?a, para que trasladara al preso a declarar.

Ya dentro del taxi el camino fue amenizado por Luis del Olmo, pues el taxista llevaba puesto Onda Cero. Al llegar "una hora tarde" un polic¨ªa pag¨® el importe previa entrega, eso s¨ª, de la correspondiente factura.