El ministro de Econom¨ªa franc¨¦s dimite tras criticar los privilegios de los funcionarios
El Gobierno franc¨¦s atraviesa su primera crisis grave justo al d¨ªa siguiente de cruzar la frontera de los cien d¨ªas. El ministro de Econom¨ªa y Finanzas, el ultraliberal Alain Madelin, considerado como n¨²mero tres,present¨® ayer por la tarde su dimisi¨®n al primer ministro, Alain Jupp¨¦, y al presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac, que se la aceptaron de inmediato. Jean Arthuis, hasta ahora titular de la cartera de Desarrollo y Planificaci¨®n, ha sido nombrado como sustituto. Oficialmente no se dieron a conocer las razones de la dimisi¨®n de Madelin, aunque oficiosamemte se indic¨® que su salida est¨¢ relacionada con unas pol¨¦micas declaraciones contra los privilegios del funcionariado.
La dimisi¨®n ha sido el final de una serie de enfrentamientos que tienen como eje una distinta concepci¨®n del papel del Estado. Para Jupp¨¦ hay que continuar una tradici¨®n gaullista, que quiere que el Estado desempe?e una funci¨®n importante en la organizaci¨®n de la vida econ¨®mica y social; para Madelin, hab¨ªa que reducir al m¨¢ximo la reglamentaci¨®n y dejar que fuesen el propio mercado y la actividad econ¨®mica quienes permitieran funcionar el "ascensor social" y no vacilar a la hora de enfrentarse con los sindicatos, como hizo Margaret Thatcher.Jupp¨¦ ha aplazado hasta 1997, como m¨ªnimo, la prometida reforma fiscal mientras Madelin dejaba filtrar un estudio que se hab¨ªa decidido mantener en secreto, realizado durante el mandato de ?douard Balladur, y que demuestra que el sistema fiscal franc¨¦s penaliza gravemente a quienes tienen un nivel de renta m¨¢s modesto.
La elaboraci¨®n del presupuesto para 1996 y el tratamiento a dar al d¨¦ficit p¨²blico eran el caballo de batalla inmediato entre Jupp¨¦ y Madelin. El pasado jueves, ¨¦ste habl¨® de la necesidad de "eliminar las ventajas adquiridas" por ciertas categor¨ªas de funcionarios y de su voluntad de acabar con algunas prestaciones sociales que ¨¦l defini¨® como "privilegios". Sus palabras provocaron la ira de los sindicatos y se le indigestaron a Jupp¨¦: "No hay que confundir la lucha contra los privilegios con el poner en cuesti¨®n las conquistas sociales", dijo ayer el primer ministro.
En estos primeros cien d¨ªas de gobierno la falta de unidad del equipo pilotado por Jupp¨¦ se hab¨ªa transparentado en su muy escasa capacidad de iniciativa y a trav¨¦s de actuaciones contradictorias. As¨ª, mientras Jupp¨¦ consideraba err¨®neos y contraproducentes algunos bandos municipales prohibiendo la mendicidad, otros miembros del Ejecutivo, como el ministro del Interior, apoyaban a los alcaldes que expulsaban a los pobres de su ciudad.
Petici¨®n de Chirac
El pasado mi¨¦rcoles, una vez finalizadas las vacaciones, los ministros se encontraron con que el presidente Chirac les ped¨ªa que realizasen "cambios profundos pero sin precipitar se". Madelin se apresur¨® a cuestionar una situaci¨®n que deja al margen de control fiscal a quienes cobran el llamado RMI (un subsidio inferior al salario m¨ªnimo): "Una familia que cobra el RMI puede ganar m¨¢s que una que vive del salario m¨ªnimo y paga impuestos y prestaciones sociales".
Jupp¨¦ no dej¨® pasar lo que s¨®lo pod¨ªa entender como una provocaci¨®n y, en nombre de una "Francia debilitada moral y materialmente por una fractura social causada por el paro y que genera la exclusi¨®n", forz¨® la dimisi¨®n de quien no estaba de acuerdo con "la voluntad reformadora del Gobierno, fundada en una pol¨ªtica de justicia social y fiscal, y en un m¨¦todo de concertaci¨®n amplio y responsable".
Los sindicatos hab¨ªan acogido con indignaci¨®n los proyectos de Madelin, calificando sus palabras de "intempestivas" y de "provocaci¨®n", al tiempo que le aconsejaban que "deje de jugar y se enfrente con los verdaderos problemas, como el de la reforma fiscal".
Para el socialista Fran?ois Hollande, responsable de la campa?a electoral de Lionel Jospin, "este enfrentamiento es resultado de las promesas de Chirac durante la campa?a, que dec¨ªan una cosa y su contrario".
La dimisi¨®n tiene un efecto desestabilizador para el Gobierno. La Bolsa as¨ª pareci¨® confirmarlo al reflejar una fuerte ca¨ªda del franco.
Un anterior ministro de Econom¨ªa, el socialista Michel Sapin, afirm¨® que teme que "la dimisi¨®n oculte desacuerdos a¨²n m¨¢s profundos en el seno del Ejecutivo", y sobre todo se mostr¨® preocupado por si "no hay acuerdo a la hora de controlar el gasto p¨²blico y controlar tambi¨¦n los gastos sociales". El republicano Fran?ois Leotard, un antiguo camarada de partido y de gobierno, subray¨® que "en el fondo Madelin planteaba aut¨¦nticas preguntas y abordaba con valent¨ªa la nueva pol¨ªtica econ¨®mica liberal".
Un centrista sustituye a un ultraliberal
El tecn¨®crata Alain Jupp¨¦, un hombre formado en la prestigiosa y elitista ENA (Escuela Nacional de Administraci¨®n), se ha salido con la suya. El "liberal incurable" Alain Madelin, tal y como le defini¨® un d¨ªa Giscard d'Estaing, ha tenido que presentar la dimisi¨®n.Madelin, de 49 a?os, hijo de obrero, con un pasado de ultraderechista luego convertido a las tesis liberales, estaba en el Gobierno porque ha b¨ªa sido el primero en unirse a la candidatura de Chirac cuando todos los sondeos daban a ?douard Balladur como seguro ganador en las presidenciales de la pasada primavera. Esa fidelidad temprana a Chirac no ha sido suficiente para poder plantarle cara a un Jupp¨¦ que encama todo lo que Madelin siempre ha criticado y que ¨¦l resum¨ªa en una frase: "La dictadura del pensamiento ¨²nico". Madelin, adem¨¢s, es tambi¨¦n v¨ªctima del car¨¢cter de f¨¢brica de ideas que siempre ha tenido el Partido Republicano (PR) del que ¨¦l hab¨ªa sido vicepresidente. El PR tiene como mi si¨®n servir de aguij¨®n derechista de la mayor¨ªa, pero no puede aspirar a asumir la direcci¨®n del complicado entramado del centro derecha franc¨¦s. Su nombramiento fue objeto de pol¨¦mica al haberse visto involucrado en el sumario sobre la financiaci¨®n ilegal del PR.
Jean Arthuis, de 50 a?os, el nuevo ministro de Econom¨ªa y Finanzas, es todo lo contrario de Madelin, tal y como lo simboliza el que hasta ahora estuviese al frente de la cartera de Desarrollo y Planificaci¨®n. El Ministerio del Plan es una creaci¨®n social del gaullismo, que as¨ª quer¨ªa dar un marco al crecimiento.
Arthuis procede del min¨²sculo Centro de Dem¨®cratas Sociales (CDS, centristas) y como senador ha elaborado un informe en el que propone paliar el paro gradualmente a trav¨¦s de una progresiva disminuci¨®n del coste del trabajo, disminuci¨®n que ¨¦l propone que se lleve a cabo reduciendo el montante de las cargas patronales. En las primeras declaraciones tras el nombramiento, el nuevo ministro dijo anoche a radio France Info que va a definir "todas las prioridades" destinadas a "controlar el gasto p¨²blico, reducir el d¨¦ficit p¨²blico y hacer bajar los tipos de inter¨¦s" para "ganar la batalla del empleo".
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