Insania cronometrada

A nadie ya puede coger a contrapi¨¦ la tendencia al estrechamiento entre estilos. Entre los muchos practicantes de tal apret¨®n, este a?o la banda californiana Sugar Ray ha debutado con un ¨¢lbum result¨®n que encuentra hueco en quienes atienden y disfrutan del asunto fusionador. Durante la hora escasa, muy escasa, que el grupo de Los ?ngeles permaneci¨® sobre el escenario, s¨ª dio tiempo a sacar unas cuantas conclusiones: manifiesta inclinaci¨®n al sonido en¨¦rgico y b¨¢sico, anarqu¨ªa escenica bien solucionada y un voluntarioso empleo del castellano como factor de acercamiento al p¨²blico.En directo, el cuarteto se ampl¨ªa con la presencia en la zaga de un disc jockey de color que arrastra los discos hasta el chirrido. Es la representaci¨®n de sus influencias negras, aunque el predominio est¨¢ en la arremetida que contacta sin problemas con el harcore o el heavy metal. En un apurad¨ªsimo espa?ol, el desmadrado vocalista Mark McGrath trataba de explicar a su clientela los motivos de tan menguada actuaci¨®n, pero evidentemente no convenci¨®.