Carlos Cano, en su 'primer d¨ªa'
Tras la grave dolencia que hizo temer por su vida, el cantautor granadino vuelve a los escenarios
Con Mar¨ªa la portuguesa, la canci¨®n que lo relanz¨® a la fama, el cantautor granadino Carlos Cano abri¨® y clausur¨® ayer noche en el teatro Campoamor, de Oviedo, su primer recital ante el p¨²blico desde que un aneurisma de aorta pusiera en grave riesgo su vida el pasado mes de mayo. Con las 1.250 localidades del coliseo ovetense agotadas al cabo de 48 horas de haberse puesto a la venta el pasado d¨ªa 4, y una gran expectaci¨®n en torno al recital, marcada por el afecto y la estima popular hacia el cantautor, Algo especial, el t¨ªtulo de su ¨²ltimo disco, fue ayer tambi¨¦n la divisa de su reencuentro con multitud de admiradores de Asturias pero tambi¨¦n de Madrid, Valencia, Sevilla, C¨¢diz, Barcelona, Granada y otras provincias espa?olas que se desplazaron hasta el Principado para recibir con una ovaci¨®n emocionada la recuperaci¨®n feliz del artista.Fue, una reaparici¨®n embargada por lo emotivo y en la que el cantante med¨ªa sus propias fuerzas ante un p¨²blico tambi¨¦n impresionado por lo que de prueba ten¨ªa para ¨¦l int¨¦rprete. En el ambiente pesaba el recuerdo de un historial cl¨ªnico demasiado cercano. Un breve lapso entre la s¨¦ptima y la octava canci¨®n permiti¨® al cantante ausentarse del escenario para comprobar su tensi¨®n arterial y verificar, gozoso, su buen estado f¨ªsico. El recital le solt¨® y el p¨²blico, que hab¨ªa matenido "un silencio torero, propio de la Maestranza, de Sevilla", en el decir del int¨¦rprete, acab¨® por sumarse, acompasando los pasajes m¨¢s conocidos de los temas m¨¢s populares, con un batir de palmas entusiasta y cordial. Cuatro minutos de ovaci¨®n cerrada, con el p¨²blico puesto en pie en un teatro a rebosar, fue el colof¨®n al cabo de 16 canciones, a las que se sumaron cinco bises. "Llegar al final era muy importante para m¨ª. Me siento como un ni?o que cumple a?os. Soy muy feliz. Estoy en las nubes. Ha salido mejor de lo que esperaba. Desde hoy a mi coraz¨®n llega una arteria llamada Oviedo", coment¨® el cantante al t¨¦rmino del espect¨¢culo.
Su mujer, Alicia, sus dos hijas, amigos, compa?eros y sus colaboradores m¨¢s inmediatos se confundieron entre el p¨²blico para asistir a una reaparici¨®n en la que prim¨® el intimismo y en la que el cantante quiso acercarse al tono que ha pretendido plasmar en su nuevo disco, "un sonido delicado, con mayor colorido y naturalidad, pero tambi¨¦n mayor desparpajo". Nueve m¨²sicos lo arroparon en un concierto en el que interpret¨®, a lo largo de hora y media, fados, coplas, tangos, habaneras y algunas de sus m¨¢s caracterizadas composiciones (Ay Mari Cruz, Murga, La alacena de las monjas, Elisa, Lucrecia, Metamorfosis, Abre tu balc¨®n...), y que acab¨® siendo la plasmaci¨®n de una de sus convicciones m¨¢s hondas: "Siempre apuesto por la ternura cuando el mundo est¨¢ desesperado".
Recital frustrado
Cano, que debiera haber actuado en Oviedo el pasado 26 de mayo, un d¨ªa despu¨¦s de su urgente hospitalizaci¨®n en Nueva York para ser intervenido en un quir¨®fano a vida o muerte, ha querido retomar la vida y la m¨²sica donde la grave dolencia intent¨® cortarlas. Y ha querido, adem¨¢s, que fuese en un recital ¨²nico en la ciudad que ha aguardado durante cuatro meses una actuaci¨®n que a punto estuvo de no celebrarse nunca.Pese a los deseos de los organizadores de este concierto para dar opci¨®n, con una segunda, actuaci¨®n, a tantos seguidores que se quedaron sin localidad, el cantante ha preferido que el reencuentro con Oviedo quede para el recuerdo como una ceremonia irrepetible: "Hoy es el primer d¨ªa. Y el primer d¨ªa es ¨²nico. Es como una boda. No se debe volver a celebrar". Y aunque el cantante aseguraba no estar especialmente nervioso ante el rito de la reaparici¨®n, s¨ª expre¨ªs¨® su deseo de que el concierto ovetense le permita "pasar la p¨¢gina de las emociones".
El Carlos Cano que ayer subi¨® al escenario por vez primera desde su s¨²bita y forzada retirada temporal es "un poeta que se ha vuelto m¨¢s filos¨®fico" y que tiene la sensaci¨®n de "ser una persona m¨¢s reposada" que antes, seg¨²n dijo. "O acaso sea", a?adi¨®, "que a¨²n vivo bajo la inercia del frenazo que padec¨ª".
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