El Tribunal de Francfort autoriza Ia extradici¨®n de Leeson a Singapur
La audiencia territorial de Francfort autoriz¨® ayer la extradici¨®n a Singapur del especulador financiero brit¨¢nico Nick Leeson -el operador de 28 a?os que hundi¨® el Banco Baring- al considerar justificado su procesamiento en 11 de los 12 delitos de los que se le acusa. La decisi¨®n del tribunal no tendr¨¢ efecto inmediato, porque ahora corresponde al Gobierno federal conceder o denegar la entrega de Leeson a Singapur, en decisi¨®n que deber¨¢n tomar Justicia y Asuntos Exteriores.
Los abogados de Nick Leeson anunciaron que presentar¨¢n una demanda de anticonstitucionalidad contra la decisi¨®n de extradici¨®n adoptada por el tribunal de Francfort y esto podr¨ªa retrasar la decisi¨®n del Gobierno de Bonn. Nick Leeson lleva siete meses encarcelado en Francfort desde el pasado 2 de marzo, cuando la polic¨ªa de fronteras alemana le detuvo al ingresar al pa¨ªs en un vuelo procedente del sureste asi¨¢tico.A Nick Leeson se le acusa de una serie de delitos, entre lo que figuran malversaci¨®n de fondos, estafa y falsificaci¨®n de documentos, como consecuencia de sus especulaciones financieras en el mercado de futuros de Singapur que produjeron m¨¢s de 160.000 millones de pesetas de p¨¦rdidas al Banco Baring, que qued¨® al borde de la bancarrota y tuvo que ser vendido.
Leeson tiene la amenaza de 14 a?os de c¨¢rcel en Singapur. Los jueces de Francfort estiman que Leeson puede contar con un proceso correcto en Singapur y que en ese pa¨ªs asi¨¢tico las condiciones penitenciarias equivalen a las vigentes en Europa. La embajada de Singapur argument¨® en una declaraci¨®n que el sistema jur¨ªdico de su pa¨ªs se basa en el modelo brit¨¢nico. Esto no tranquiliza para nada a Leeson, quien se resiste a la extradici¨®n y deseaba ser entregado al Reino Unido, pero las autoridades brit¨¢nicas no mostraron el menor inter¨¦s por recuperara su compatriota encarcelado en la ciudad alemana y reclamado por Singapur.
Leeson estaba acompa?ado de su esposa en el momento de su detenci¨®n en el aeropuerto de Francfort. Con su pantal¨®n vaquero y aire despistado presentaba el aspecto de un inocente mochilero, de los que a miles pasan cada d¨ªa por Francfort para hacer transbordo. Nada en ¨¦l correspond¨ªa con la imagen t¨ªpica del tibur¨®n de las finanzas que mueve miles de millones en arriesgadas especulaciones, de los mercados de futuros. Este joven no fue capaz de aprobar las matem¨¢ticas en la escuela, seg¨²n sus datos biogr¨¢ficos.
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