El cohecho como espada de Damocles
Las contradicciones y versiones diferentes entr¨¦ Mario Conde, Antonio Naval¨®n y Diego Selva, asesor en 1989 del ex banquero, y entre las posiciones de Conde y ex altos cargos del Gobierno (Hacienda y Banco de Espa?a) no llevaron al juez Moreiras a practicar ning¨²n careo para establecer el destino y los motivos del pago de 600 millones de pesetas. El ¨²nico careo previsto, el 18 de octubre de 1994, entre Conde y Naval¨®n, no se llev¨® a cabo.Todas las insinuaciones de Conde, en el juzgado y en utilizaci¨®n de la prensa para sus propios fines, son evidentes. En una entrevista con El Mundo, peri¨®dico nada sospechoso de manipular sus declaraciones, que, por otra parte, ¨¦l mismo reconoci¨® haber corregido de pu?o y letra ante dos testigos (Rafael P¨¦rez Escolar y Enrique Lasarte), Conde dijo el 27 de junio lo siguiente: "Banesto pag¨® 600 millones a una sociedad, pero no. puedo decir si esa sociedad tiene alguna relaci¨®n con Naval¨®n. Hab¨ªa que vencer el clima pol¨ªtico crea do por Carlos Solchaga contrario a la concesi¨®n de exenciones a la Corporaci¨®n Industrial. No sotros necesit¨¢bamos un asesoramiento, pagamos 600 millones y conseguimos las exenciones fiscales. Eso es todo".En su declaraci¨®n ante Moreiras, el 18 de octubre de 1994, hay que ver c¨®mo explica esa frase que ¨¦l mismo, conscientemente, dej¨® en el texto de la entrevista: "En su opini¨®n [de Conde] se debe a una sImplificaci¨®n period¨ªstica decir o publicar que los.600 millones fueron pagados para . conseguir las exenciones fiscales en tanto en cuanto eso induzca a pensar que fueron pagos esp¨²reos". ?l mismo ha inducido a pensar que fueron pagos esp¨²reos o, mejor dicho, pol¨ªticos, y es ¨¦l quien afirma que es una simplificaci¨®n "period¨ªstica".
La instrucci¨®n de las diligencias previas en este caso ha puesto en evidencia que se trataba de mantenerlo abierto precisamente porque Moreiras siempre lo consider¨® como una baza para reclamar para s¨ª, bien por delitos conexos o bien por, simple acumulaci¨®n por antig¨¹edad, todo el caso Banesto que instruye el juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n. El show del mi¨¦rcoles fue una manera de ir forzando esa exigencia.
La ¨²nica diligencia practicada el 18 de enero, d¨ªa en que Moreiras present¨® un auto de conversi¨®n de las diligencias previas en procedimiento abreviado, fue la comparecencia del apoderado de Argentia Trust. Johan George Reuchlin, fue citado por el juez en el juzgado el pasado 27 de julio, pero la iniciativa no fue suya. Se trat¨® de una propuesta del abogado Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez, que defiende a Naval¨®n, al fiscal Ignacio Gordillo.Reuchlin dijo que Argentia Trust se cre¨® en 1983 y que esa sociedad de Saint Vincent (Antillas Holandesas) no ten¨ªa ning¨²n tipo de relaci¨®n con Naval¨®n, Conde y Selva. Reuchlin hizo antes de comparecer ante el juez dos declaraciones notariales en el mismo sentido.
Sin embargo, el juez no cit¨® a declarar a una persona relacionada con Argentia Trust, el que en 1990 fuera vicepresidente de EBC, Wolfgang Mentzel, ni envi¨® una comisi¨®n rogatoria a Suiza para interrogarle en dicho pa¨ªs.
La ¨²nica manera de abordar este, caso, una vez que Conde vuelve a insinuar el cohecho, es la de abrir una investigaci¨®n sobre ese presunto delito. Pero la jurisdicci¨®n no ser¨ªa la Audiencia Nacional sino la Plaza de Castilla. Ya es hora de hacerlo.
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