"Hamlet ha cambiado mi vida"
Si alguien ha cambiado la vida de Kenneth Branagh ha sido Hamlet. "Aunque pueda parecer un poco t¨®pico, s¨®lo he tenido dos certidumbres en m¨ª vida. La primera, la de que quer¨ªa ser actor, la tuve cuando vi a los 16 a?os una representaci¨®n de HamIet. La segunda la estoy experimentando ahora y es que quiero hacer Hamlet", confes¨® ayer el actor y director irland¨¦s Kenneth Branagh en Valladolid, donde ha presentado la comedia rom¨¢ntica en blanco y negro En mitad de un crudo invierno, el filme m¨¢s personal de su carrera, del que es guionista y director.Ya no luce su larga melena. Ahora lleva el pelo muy corto y muy rubio. Viste pantalones vaqueros, polo azul marino y una chaqueta de punto gordo de color rojizo. Advirtieron que no quer¨ªa fotos y que hab¨ªa prohibido las preguntas sobre su reciente separaci¨®n de Emna Thompson. Sin embargo, ante la pregunta de si suseparaci¨®n amorosa afectar¨¢ al campo profesional, contest¨®: "Espero y deseo que no".
En mitad de un crudo invierno narra la historia de un actor en paro que decide darse una ¨²ltima oportunidad profesional, tratando de salir de la crisis en la que se encuentra, montando y representando Hamlet durante u?as vacaciones de Navidad. Kenneth Branagh reconoce que necesitaba la intimidad que ofrece En mitad de un crudo invierno tras la experiencia de una gran superproducci¨®n como fue Frankenstein, de Mary Shelley. "Es una sensacion que ya experiment¨¦ despu¨¦s de hacer Morir todav¨ªa, despu¨¦s de la cual hice un filme de bajo presupuesto. Ahora me ha pasado lo mismo". "En mitad de un crudo invierno refleja de alguna manera las vivencias del rodaje. La realizamos en 21 d¨ªas, durante los cuales vivimos como una familia, en un esp¨ªritu un poco cooperativo, donde todos cobr¨¢bamos lo mismo. Fue muy liberador para m¨ª", confes¨® el actor, que ha empezado a fumar y lo hace sin parar. "Es el estr¨¦s", se disculpa el que hace un a?o prohib¨ªa fumar delante suyo.
En mitad de un crudo invierno la escribi¨® Kenneth Branagh hace unos cinco anos, justo despu¨¦s de abandonar la Royal Shakespeare Company. "Cuando empec¨¦ estaba de gira con alguno de los actores que trabajan en el filme. Quer¨ªa reflejar una experiencia concreta vivida, por m¨ª. Entonces no tuve el valor de hacerla", dice el director, quien ve reflejados sus sentimientos en varios de los personajes. "Donde me veo m¨¢s a m¨ª mismo es en algunas de las paradojas del protagonista principal, que, por una parte, quiere hacer algo nuevo en el teatro, contactar con un gran p¨²blico, hacer Shakespeare, pero, por otra, le interesa tener un buen papel. Toda esa paradoja que sufren los actores entre su vanidad, su codicia y una cierta nobleza es con lo que m¨¢s me identifico", afirma Branagh.
Rompiendo algo que es habitual en su cine, Branagh no ha querido en esta ocasi¨®n compatibilizar su trabajo de director con el de actor -"queria alejarme un poco de una experiencia como ¨¦sta, porque si no se hubiera convertido en una especie de terapia personal"- y ha rechazado el color para el filme. "La elecci¨®n del blanco y negro ha sido una decisi¨®n instintiva. Me encantan las comedias en blanco y negro y la tradici¨®n americana del mundo del teatro que tan bien reflejan las pel¨ªculas de Judy Garland. Tambien creo que me he visto influenciado por algunas comedias de Woody Allen".
Branagh vive como una especie de misi¨®n personal el intento de revelar toda la riqueza y las emociones que ¨¦l siente con Shakespeare. Ya lo hizo durante a?os en el teatro, y lleva varios haci¨¦ndolo en el cine (Enrique V, Mucho ruido y pocas nueces y Othelo, todav¨ªa sin estrenar en Espa?a, y la presentada ayer en la Seminci de Valladolid). "El efecto del gran poeta que es Shakespeare es algo parecido al que produce la gran m¨²sica. No soy una persona de una, fe especial, no soy especialmente religioso, y esa espiritualidad la encuentro en Shakespeare. Es un gran, fabricante de historias y de argumentos, historias de una relevancia universal, y posee una perspectiva iluminadora y muy reveladora sobre ciertos aspectos de la vida".
Ser¨¢ una productora de Hollywood, la misma que ha producido Othelo, la que logre hacer reafidad la segunda certidumbre de Branagh: hacer Hamlet. Kenneth Branagh ser¨¢ por fin el pr¨ªncipe de Dinamarca en una pel¨ªcula que tambi¨¦n dirigir¨¢ y que ser¨¢ una versi¨®n ¨ªntima -tres horas y media del drama de Skahespeare, cuyo rodaje comenzar¨¢ en enero-. "Hamlet marcar¨¢ un cambio de etapa, porque despu¨¦s de esta pel¨ªcula no s¨¦ lo que voy a hacer, no tengo ni ideas, ni planes, ni intenciones. Desde que estoy en el mundo del cine he estado obsesionado por hacer una versi¨®n de Hamlet. Ha sido mi meta. He vivido siempre con la sensaci¨®n de que no iba a ser capaz de parar hasta conseguir hacer Hamlet".
A sus 34 a?os, Kenneth Branagh ha cambiado. En Valladolid se ha mostrado como una persona vulnerable y normal. Por algo dice que los actores son como ni?os. "Son al mismo tiempo lo mejor y lo peor. Los actores, sobre todo en el caso de Shakespeare, tienen que desnudarse y exponerse, lo cual es muy arriesgado desde el punto de vista de los sentimientos. Es verdad que somos emocionalmente cambiantes y vulnerables: Estamos necesitados de afecto porque esa necesidad de desnudamos nos coloca en una situaci¨®n muy vulnerable. El riesgo que corremos es que cedamos a nuestras emociones y sentimientos y convirtamos el papel en una especie de terapia. Pero si hacemos lo contrario, lo que pensaban los grandes poeta del pasado como Shakespeare que es convertirnos en veh¨ªculo neutro de expresi¨®n de emociones, es cuando se produce el milagro", se desnuda Branagh.
Babelia
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