Escepticismo en los tres bandos
A nadie se le ha ocurrido en Sarajevo la locura de quitar los sacos terreros y las planchas contra francotiradores
ENVIADO ESPECIALLo milagroso es que la idea de una Bosnia unida y multi¨¦tnica no haya muerto todav¨ªa en Sarajevo. En las v¨ªsperas del comienzo de las conversaciones de Dayton, la mayor¨ªa de la gente insist¨ªa en la ciudad en que el presidente Alia Izetbegovich no debe renunciar a esa Idea. Aunque sea a t¨ªtulo formal. "Luego", dec¨ªa Senada Kreso, "ya trabajaremos nosotros para volverla a convertir en realidad, para que los serbios y los croatas de Bosnia se sientan atra¨ªdos por nuestro proyecto". ?C¨®mo? "Por peque?o que sea, el territorio en poder real del Gobierno boinio tiene que ser un modelo de democracia, tolerancia y prosperidad", respond¨ªa Senada.
Tras unos meses en Londres, Senada Kreso ha vuelto a su ciudad a trabajar en el Ministerio de Asuntos Exteriores. "Ese modelo", explicaba en un caf¨¦ pr¨®ximo a la acribillada presidencia bosnia, "no ser¨¢ posible sin una masiva ayuda internacional. Necesitamos un Ej¨¦rcito bosnio que, al menos, est¨¦ tan bien preparado y armado como el de os separatistas serbios y croatas y, entretanto, una protecci¨®n efectiva del poco territorio que nos queda. Necesitamos mucho dinero para la reconstrucci¨®n del pa¨ªs. Necesitamos un firme liderazgo pol¨ªtico y militar norteamericano y que la Uni¨®n Europea abra su caja fuerte".
Senada dec¨ªa todo esto sin hacerse demasiadas ilusiones. Tres. a?os y medio de asedio sin que "nunca llegara el Quinto de Caballer¨ªa" le han ense?ado a "no ser ingenua, a no esperar nada de la comunidad internacional". Es, ¨¦se otro sentimiento ampliamente extendido en Sarajevo. "?Optismista ante Dayton? No demasiado", dec¨ªa Cazim Sadikovic, profesor de Ciencias Pol¨ªticas, en el desabastecido y mugriento bar de su facultad. "SI Estados Unidos act¨²a en solitario y en serio, aunque sea por, las necesidades electorales de Clinton, puede salir algo positivo. Pero si dejan que los europeos y rusos metan sus narices, ser¨¢ el desastre. de siempre". Para la gente de Sarajevo, s¨®lo las Naciones Unidas superan en cobard¨ªa e incompetencia a la Uni¨®n Europea.
"La guerra en Bosnia", explicaba el profesor Sadikovic, es facil¨ªsima de entender. Ha sido el resultado de la virulenta resurrecci¨®n de dos nacionalismos seculares, el serbio y el croata, a costa de lo que hab¨ªa en medio, la Bosnia pluralista de serbios, croatas y musulmanes. Serbios y croatas ya han conquistado las partes del pastel bosnio que deseaban y Ias han limpiado ¨¦tnicamente. Ahora est¨¢n dispuestos a darle a los musulmanes una especie de Gaza. Pero yo no quiero vivir en un gueto musulm¨¢n. Yo quiero vivir en Bosnia".
En Dayton se pretende materializar el milagro de la Sant¨ªsima Trinidad: una Bosnia unida y soberana con dos entidades -la federaci¨®n bosnio-croata y la Rep¨²blika Srpska de Karadzic y Madic-, que, en realidad, son tres, porque la federaci¨®n bosnio-croata es pura ficci¨®n sobre el terreno. As¨ª que si en algo est¨¢n de acuerdo los vecinos de Sarajevo con los de Zagreb es que en Holbrooke tiene m¨¢s raz¨®n que un santo al afirmar que el ¨¦xito de las conversaciones no est¨¢ garantizado y que su fracaso reactivar¨ªa la guerra.
A nadie se le ha ocurrido en Sarajevo la locura de quitar los sacos terreros, las alambradas de espino y los carteles que dicen Pazi Snajper (peligro, francotiradores). Y en Zagreb todo el mundo se hace a la idea de una nueva campa?a militar, esta vez para recuperar Eslavonia oriental, ese 5% del territorio croata que controlan los separatistas serbios.
Los tigres de la I Brigada sue?an con esa operaci¨®n. Se quedaron muy frustrados cuando, a mediados de septiembre, los imperativos del proceso de pa¨ªses impidieron conquistar Prijedor, al norte de Bosnia. Uno de sus. coman dantes dec¨ªa el pasado domingo en el antiguo cuartel del mariscal Tito: "Esta Navidad la pasar¨¦ en Vucovar". Desde la brutal conquista por los serbios en 1991, Vukovar es a Jerusal¨¦n de os croatas. Las elecciones del domingo revelaron que, siel nacionalismo que encarna el presiente Tudjman igue siendo mayoritario en Croacia, una parte de la poblaci¨®n -por ejemplo, los dos tercios que votaron a la oposici¨®n en Zagreb- empieza a estar m¨¢s interesada por libertades y calidad de vida. "Croacia", dec¨ªa el lunes Ante Ivekic, un joven inform¨¢tico d¨¦ Zagreb, "no es una naci¨®n de fascistas ustach?s". Ivekic y su amiga Gordana, que se dispon¨ªan a asistir a una sesi¨®n de jazz, no son ustachis. Pero s¨ª no pocos de los croatas de Bosnia. En la noche electoral, Josip, un tipo con aspecto de mafioso que asist¨ªa a la fiesta del partido de Tudjman como representante de la di¨¢spora, dec¨ªa: "Esode la Bosnia unida es una estupidez. Los croatas somos gente civilizada. No podemos vivir ni con los chetniks (serbios), ni con los gitanos (musulmanes). Nuestra Herzeg-Bosna forma parte de la Croacia cat¨®lica del rey Tomislav".
Rogatica era un poblaci¨®n semivac¨ªo el mi¨¦rcoles de la pasada semana, cuando fue atravesado por un convoy de la ONU con ayuda para la asediada Gorazde. Visto desde el interior de un Land Rover, blindado, la Rep¨²blika Srpska, el feudo serbio en Bosnia conquistado a base de. los peores cr¨ªmenes contra la humanidad cometidos en Europa desde los nazis, era una sucesi¨®n de barrancos arbolados que daban. a peque?as llanuras con aldeas en las que la mitad de las casas, hab¨ªan sido dinamitadas. Eran las propiedades de los musulmanes expulsados o asesinados. En el resto, campesinos serbios trabajaban con vacas y caballos percherones. Circulaban muy pocos veh¨ªculos, apenas algunos camiones y un cortejo de cuatro BMW con sirenas aullando. Deb¨ªa transportar alg¨²n notable de Pale, quiz¨¢ al mismo Radovan Karadzic
Ese d¨ªa, los serbios de Pale ultimaron su postura ante las conversaciones de Dayton: mantenimiento de la divisi¨®n de Sarajevo, derecho a la secesi¨®n de su feudo y exigencia de aprobar la nacionalidad de los soldados de la futura fuerza de pacificaci¨®n. D¨ªas despu¨¦s dir¨ªa en Zagreb un general occidental: "Se perd¨ªo la oportunidad de meter en cintura a los serbios tras los bombardeos de la OTAN. Ahora vuelven a sentirse seguros y a chulear".
En el control de Rogatica, donde el convoy de la ONU fue retenido durante 20 minutos, un desastrado miliciano serbio de edad madura escupi¨® al suelo tras decir: "No les hacen ustedes ning¨²n favor llev¨¢ndoles comida a esos fundamentalistas de Gorazde. Lo mejor que puede ocurrirles es que se vayan pronto con su Al¨¢". Los cascos azules y los periodistas no vieron a ning¨²n fundamentalista en Gorazde, tan s¨®lo a hambrientos y de sesperados ni?os, mujeres y ancianos defendidos por un pu?ado de guerrilleros que ondeaban la bandera azul con las flores de lis de la Rep¨²blica de Bosn¨ªa.
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