Otro minuto m¨¢gico en San L¨¢zaro
El Compostela arranca tres puntos, en un partido que ten¨ªa perdido ante el Athletic
JOS? LUIS EST?VEZ Un minuto m¨¢gico volvi¨® a servirle al Compostela para remontar un partido que ten¨ªa perdido.Como ocurri¨® hace dos semanas, su fe le permiti¨® volver a hacer un peque?o milagro futbol¨ªstico. Esta vez la v¨ªctima fue un Athletic que acab¨® siendo castigado por su falta de riesgo durante todo el partido. Tuva la fortuna de encontrarse con un gol y se dedic¨® a guardarlo como un bot¨ªn. Cuando el Compostela logr¨® el empate, se derriti¨® y acab¨® siendo engullido por el empuje de un equipo que cuenta por victorias todos sus partidos en casa.
El Compostela reprodujo exactamente el gui¨®n de los par tidos que juega en. su estadio. Tuvo una salida explosiva que sirvi¨® para arrinconar al Athletic, pero esta vez, como le ocurri¨® en el partido ante el Barcelona, no supo sacar provecho de su abrumador dominio. Ni siquiera la inseguridad de la zaga del Athletic, que propici¨® un penalti en los primeros minutos de juego, le sirvi¨® al Compostela para sacar ventaja. Christensen estrell¨® el bal¨®n en el. larguero en lo que fue el preludio de una mala tarde para el delantero dan¨¦s.
El Athletic demostr¨® desde el inicio que ha metido en el armario los principios de f¨²tbol arriesgado que Heynckes intent¨® insuflar al equipo. Stepanovic, en cambio, maquilla su juego defensivo con una disposici¨®n t¨¢ctica compuesta por dos l¨ªneas retrasadas de tres hombres cada una. Toda su producci¨®n ofensiva se limita a las genialidades de Guerrero, las intermitentes penetraciones de Goikoetxea y el olfato de Etxeverr¨ªa.
Una internada de Goikoetxea permiti¨® al, Athletic ponerse por delante. El. extremo internacional reedit¨® su jugada favorita el centro-chut con veneno. Falag¨¢n logr¨® despejarlo a duras penas, pero dej¨® un caramelo a los pies de un infalible Guerrero, que se encarg¨® de alojarlo con suavidad en la red.
Como suele ocurrir en estos casos, el gol le sirvi¨® al equipo que defiende para asentarse m¨¢s en su tarea. Al Compostela le sent¨® como un tiro. Sus jugadores no estaban a gusto sobre el campo y aunque su dominio segu¨ªa siendo aplastante casi nunca llegaban al ¨¢rea con claridad. El panorama sigui¨® igual durante los primeros minutos del segundo tiempo. El Compostela parec¨ªa definitivamente atascado y los contragolpes del Athletic se hac¨ªan m¨¢s peligrosos. S¨®lo las internadas de Nacho, incomensurable por su banda, anunciaban peligro para el Athletic.
Pero el Compostela de este ano parece tocado por los dioses. Ohen, hasta ese momento inedito, se sac¨® de la chistera un gran gol cuando la situaci¨®n de su equipo era m¨¢s desesperada. El hurac¨¢n que hace 15 d¨ªas destruy¨® al Barcelona volvi¨® a caer sobre San L¨¢zaro y en menos de un minuto lleg¨® un segundo. gol que sirvi¨® para castigar la actitud timorata del Athletic, al que le sobr¨¦ un minuto de despiste y 75 de conservadurismo.
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