El Betis recorta la estela del l¨ªder
El Atl¨¦tico, acab¨® bombeando balones a un ¨¢rea cerrada a cal y canto
El Atl¨¦tico lo ten¨ªa todo de frente para estirar su estela de l¨ªder. Bar?a y Espanyol encallaron el s¨¢bado y el Betis se person¨® en la cita del Villamar¨ªn con graves problemas de a?oranza. Alfonso, Josete, Ure?a, Kowalczyk y R¨ªos convalec¨ªan en la enfermer¨ªa, y Stosic purgaba su quinta tarjeta. Enfrente ocurr¨ªa lo contrario: Antic pudo elegir a su antojo el mejor once posible, aunque a ¨²ltima hora se le torciera la alineaci¨®n de Kiko, que fue duda hasta un minuto antes del inicio del choque. Pero el Atl¨¦tico fall¨®. El Betis derrib¨® al l¨ªder a base de sacrificio, planteando una partida complicad¨ªsima que oblig¨® a Antic a jug¨¢rsela como antiguamente: bombeando balones a un ¨¢rea cerrada a cal y canto.El Atl¨¦tico perdi¨® el partido en el ¨²ltimo cuarto de hora de la primera parte.
En ese intervalo perdi¨® el norte y entreg¨® el gobierno total al adversario. Despu¨¦s no supo c¨®mo superar a una defensa que estuvo a la inmensa altura de la temporada anterior. Eso s¨ª, al Atl¨¦tico le sobr¨® gallard¨ªa y entusiasmo. Poca cosa para separarse del Barcelona. Estaba claro que Serra Ferrer prefer¨ªa un di¨¢logo t¨¢ctico, sin concesiones a la anarqu¨ªa. Atr¨¢s, extrem¨¦ la vigilancia de Kiko y Penev, aunque no cay¨® en la tentaci¨®n de asignarles mar cajes individuales. El centr¨® del campo era puro blindaje. No estaba Stosic para tirar de repertorio. El Betis perd¨ªa as¨ª en profundidad, pero con Merino ganaba en solidez.
La ¨²nica licencia an¨¢rquica que se permiti¨® el Betis fue entregar a Sabas las llaves del ¨¢rea rival. Con un tablero tan minuciosamente organizado, el Atl¨¦tico no tuvo m¨¢s remedio que aplicar la misma receta. Antic lo hab¨ªa calibrado de antemano. Con un rival tan castigado por las bajas, lo corriente es armarse para superar un mal trago t¨¢ctico. El serbio plante¨®, la misma estructura f¨ªsica que su oponente.
Cuatro defensas en l¨ªnea, el manido rombo en la medular y dos atacantes.
Desequilibrar un choque as¨ª conced¨ªa casi todas las opciones -a la virtud de la paciencia. Sin embargo, despu¨¦s de casi media hora de especulaciones y cautelas, llegar¨®n tres goles de sopet¨®n y por errores. de impaciencia. El 1-0 fue una descoordinaci¨®n general del Atl¨¦tico. Roberto a¨²n buscaba a Jarni cuando Jaro oteaba el horizonte para sacar de porter¨ªa. El croata, se hab¨ªa escabullido por el centr¨® y, de pronto, se convirti¨®, en una cruel aparici¨®n para Molina. El gol estuvo precedido de un elegante movimiento de cintura que dej¨® moribundo al guardameta.Y, muy poco despu¨¦s, Jaime se traga un caracoleo de Caminero en su ¨¢rea. Instintivamente detuvo la magia del regate con el brazo.
Pero el l¨ªder volv¨ªa a la vida cuatro minutos despu¨¦s, de penalti. Lo peor sucedi¨® entonces. Lo peor para el conjunto rojiblanco, claro est¨¢. Su juego perdi¨® solvencia, la pizarra de Antic se emb¨®rron¨® de golpe. El Betis agradeci¨® esos instantes de demencia atl¨¦tica para firmar los mejores minutos de la primera parte y el gol de la Victoria. Tan cerca estaba el 2-1, que termin¨® por no resultar una sorpresa cuando lleg¨®, aunque Kiko, entre medias, enviara al larguero un buen servicio de Caminero que el propio Kiko ali?¨® con desparpajo. A rengl¨®n seguido, otra vez Roberto cae en la tentaci¨®n de apretarse demasiado a Jarni. Un golpe de ri?ones del croata abri¨® un pasillo suficiente para que Pier dispusiera de la asistencia perfecta. Para no entregar toda la gloria al due?o del carril izquierdo del Betis, Pier se sac¨® de la manga una vaselina certera que, devolvi¨® la ventaja a su equipo.
El partido estaba roto ya con el 1-0. El gol descubri¨® la anchura del campo. La misma dimensi¨®n que ambos equipos hab¨ªan intentado estrechar hasta el l¨ªmite en un largo pr¨®logo de muchos miramientos. El Atl¨¦tico presentaba s¨ªntomas de descomposici¨®n.
El Betis se atrincher¨® y el equipo rojiblanco, se vio obligado a escenificar otra pieza con el entusiasmo como protagonista. Y no le perdi¨® la cara al nuevo partido, un aut¨¦ntico engorro defensivo organizado por Serra Ferrer.
Pero los viajes del Betis al ¨¢rea de Molina fueron pocos. Ca?as opt¨® por minar la moral de Pantic en vez de lanzar los contragolpes. Adem¨¢s, Sabas se fue al vestuario. El segundo arrebato de temor verdiblanco lleg¨® despu¨¦s de una nueva salva de Kiko. Una salida en falso de Jaro dej¨® la porter¨ªa a merced del jerezano. S¨¢nchez para evit¨® el empate debajo de su porter¨ªa. El error hundi¨® al Atl¨¦tico en una crisis de imaginaci¨®n. Su ¨²nico recurso fue ya tirar globos al ¨¢rea.
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