El debate de ideas

Los tres problemas principales con los que tendr¨¢ que lidiar el nuevo Gobierno, sea ¨¦ste del signo que sea, son los siguientes:- Aprobar el examen de 1998 para entrar en la Europa de la moneda ¨²nica: se realizar¨¢ en funci¨®n de los presupuestos de 1997, que han que ser presentados el 30 de septiembre de 1996. El Ejecutivo que se constituya en mayo tiene seis meses, no s¨®lo para elaborar su presupuesto, sino para aprobar las reformas estructurales necesarias para lograr un d¨¦ficit del 3% del PIB. En septiembre pr¨®ximo, los mercados le van a sentenciar.

-Hacer una reflexi¨®n sobre lo sucedido en Francia y. otros lugares y actuar en consecuencia: ?van a mantener los sindicatos la misma moderaci¨®n que han tenido hasta ahora?

-Una pol¨ªtica antiterrorista que termine con ETA y con las nuevas formas de bandillaje juvenil, que limitan la convivencia social y destruyen el patrimonio p¨²blico. Carlos Solchaga planteaba estos interrogantes en la mesa redonda sobre Dieciocho a?os de econom¨ªa, convocada por Canal + con los seis grandes responsables econ¨®micos de la democracia y que se emitir¨¢ en abierto hoy a las tres de la tarde. En ella, Fuentes Quintana., Abril Martorell, Garc¨ªa D¨ªez, Boyer, Solchaga y Solbes inician un verdadero debate de ideas sobre los problemas que interesan a los ciudadanos y sus posibles soluciones. En las intervenciones cuesta a veces identificar qui¨¦nes fueron los vicepresidentes econ¨®micos de UCD y qui¨¦nes los ministros de Econom¨ªa socialistas.

Solchaga -quiz¨¢, junto a Abril Martorell, los personajes m¨¢s pol¨ªticos (en el sentido noble del t¨¦rmino) de la mesa redonda- recuerda que quien gobierne pr¨®ximamente, sea Felipe Gonz¨¢lez o Aznar, tiene seis meses para aprovechar la ¨²ltima oportunidad de estar en la primera divisi¨®n europea. Garc¨ªa Diez ampli¨® el plazo ("El Gobierno que viene tiene 18 meses para preparar el examen"), pero advirti¨® de uno de los aspectos en los que insisten una y otra vez los seis responsables econ¨®micos: "Dudo que la opini¨®n p¨²blica est¨¦ suficientemente bien informada de que hay que tomar decisiones dif¨ªciles".

La mesa redonda, grabada en diferido el pasado lunes, no dispon¨ªa a¨²n de la prospectiva de la OCDE para los a?os 1996 y 1997, ni los datos sobre el crecimiento del tercer trimestre del a?o, hechos p¨²blicos por el INE. Estas cifras demuestran la dificultad para pasar los n¨²meros de la convergencia. La OCDE a?ade el componente psicol¨®gico de la econom¨ªa : en el conjunto de la UE la confianza en el futuro ha bajado ocho puntos en las empresas y un punto en los hogares; en Alemania (uno de los dos pa¨ªses que hoy cumplen los criterios de Maastricht) y Francia, ese pesimismo es m¨¢s perceptible. El recorte de los subsidios, la disminuci¨®n de empleos p¨²blicos, la persistencia del desempleo y la perspectiva de que los a?os venideros han de ser duros, induce a frenar inversiones en el caso de las empresas, y a ahorrar a nivel dom¨¦stico; la producci¨®n y el consumo se ven afectados por el fen¨®meno, lo que puede desembocar en una recesi¨®n fabricada a base de confianza. Por todo ello, tan importante como cumplir las condiciones de Maastricht es convencer a los ciudadanos de la necesidad de las mismas; o plantear alternativas al camino iniciado, con argumentos, sin demagogias ni fundamentalismos. As¨ª, el d¨¦ficit democr¨¢tico deviene en una cuesti¨®n de primer orden no s¨®lo desde el punto de vista pol¨ªtico, sino desde el estrictamente t¨¦cnico o econ¨®mico. El debate de ideas organizado en Plusval¨ªa es un buen ejemplo. Se lo recomiendo, aunque sea Nochebuena.