La auditoria interna avis¨® a Conde

El informe, 44 folios con el recorrido de centenares de talones, termina sus conclusiones con una frase inofensiva: "Del contenido de las declaraciones prestadas por Tom¨¢s Allende Mil¨¢ns del Bosch y C¨¢ndido Fern¨¢ndez Tendero, el propietario capaz de obtener fondos y entregarlos a ellos, ser¨ªa Fernando Garro u otra persona bajo cuya autorizaci¨®n u orden habr¨ªa realizado estos actos. Por concepto de autorizaci¨®n u orden, solo cabe la implicaci¨®n que jer¨¢rquicamente sean superiores".En otros t¨¦rminos, ?se pudo haber hecho este montaje con los seis. conjuntos inmobiliarios a espaldas de la presidencia de Banesto? La respuesta no la ha podido hasta ahora dar Mario Conde por una sencilla raz¨®n: la querella original carec¨ªa de una descripci¨®n de los presuntos delitos cometidos en la operaci¨®n de los locales. Fue el fiscal Orti quien el 3 de marzo de 1995 present¨® una propuesta para ampliar la querella e incluir la operaci¨®n.

Garro declar¨® no saber nada sobre estos hechos cuando se, le cit¨® como inculpado en los mismos. ?Y Conde?

Para responder a la, pregunta hay que saber, primero, que fue la mism¨ªsima subdirecci¨®n de auditor¨ªa interna de Banesto la que alert¨® en enero de 1992 sobre las operaciones realizadas y sus irregularidades. ?A manos de qui¨¦n fue a parar el documento? A las de Juan Belloso, consejero delegado en aquella ¨¦poca. ?Ah¨ª se qued¨®? Seg¨²n uno de los querellados, el propio Belloso, y un testigo, el que fuera responsable de auditor¨ªa interna, Rafael Merino, se le inform¨® a Mar¨ªo Conde del mencionado infonne y de los riesgos que hab¨ªa en las operaciones. Conde habl¨® con Garro. M¨¢s tarde llam¨® a Belloso: le dijo que no hab¨ªa ning¨²n problema.