Jos¨¦ Carlos Somoza, psiquiatra de origen cubano, gana La Sonrisa Vertical con una novela fetichista
Una novela er¨®tica con abundancia de rituales y fetichismo, firmada por Jos¨¦ Carlos Somoza, fue proclamada anoche ganadora del premio La Sonrisa Vertical, dotado con un mill¨®n de pesetas. El ganador, nacido en Cuba en 1959, es psiquiatra y vive en Madrid desde que ten¨ªa un a?o. Hasta ahora s¨®lo hab¨ªa publicado una novela corta, Planos, y un gui¨®n radiof¨®nico.La novela ganadora, Silencio de Blanca, fue definida por el autor como "la relaci¨®n de un profesor de piano de unos 40 a?os con una mujer un poco peculiar llamada Blanca". Esta relaci¨®n er¨®tica, repleta de detalles fetichistas, se refleja asimismo en la ambig¨¹edad del t¨ªtulo, con inequ¨ªvocas resonancias musicales.
Los responsables de Tusquets, editorial que convoca el premio, se mostraban ayer satisfechos por el hecho de que hubiera ganado una novela que calificaban de "transgresora". La satisfacci¨®n era a¨²n mayor si se tiene en cuenta que el premio hab¨ªa tenido en los dos ¨²ltimos a?os un desenlace at¨ªpico: en 1994 fue declarado desierto y en 1995 lo gan¨® una mujer que opt¨® por permanecer en el anonimato.
A una pregunta sobre si considera Silencio de Blanca una novela transgresora, Jos¨¦ Carlos Somoza respondi¨®: "Creo que todos los que escribimos literatura er¨®tica somos un poco deudores del marqu¨¦s de Sade, que fue el gran transgresor en este campo. En mi novela creo que hay rituales s¨¢dicos".
"Yo dir¨ªa", a?adi¨® Somoza reflexionando sobre su novela, "que se trata de una masturbaci¨®n, ya que en toda relaci¨®n amorosa buscamos todos una gratificaci¨®n. Creo que ¨¦sta es la idea subyacente en Silencio de Blanca".
La relaci¨®n del profesor de piano con Blanca se complica con un tercer personaje, la doctora Ver¨®nica, que es la que aporta la visi¨®n exterior de las relaciones er¨®ticas.
"He querido investigar sobre cuanto hay de artificioso en el amor", se?al¨® Somoza. "Uno de mis puntos de partida al escribir, o punto de llegada m¨¢s bien, era meditar sobre el amor como simulacro. Estudiar la m¨¢scara que adoptan los personajes ante el amor, despojarlos de lo artificioso, de los problemas cotidianos".
Al referirse al fetichismo de la novela, dijo Somoza: "Abunda, es cierto, porque es una de las m¨¢scaras de la relaci¨®n amorosa. Est¨¢ en la ropa que se ponen, en los gestos, en los detalles, en el vestuario, en los rituales ante el espejo... Son referencias obligadas cuando crees que hay que salir de la cotidianidad. Todos actuamos siempre con teatro cuando se trata de amor".
Somoza, de 36 a?os, se considera plenamente espa?ol a pesar de haber nacido en Cuba. Se siente vinculado a la literatura espa?ola, pero admite que en cierto sentido conecta m¨¢s con los autores latinoamericanos. "Me gusta la manera en que huyen del realismo para recurrir a la fantas¨ªa", coment¨®.
Tras declararse "un lector voraz", abierto a todo tipo de influencias, Somoza no quiso concretar cu¨¢les son sus autores predilectos. Sobre la novela er¨®tica en general, se neg¨® a considerarla un g¨¦nero.
Aunque manifest¨® que siempre le ha gustado escribir, el ganador del premio puntualiz¨® que s¨®lo hab¨ªa querido acudir a los premios despu¨¦s de terminar la carrera de Psiquiatr¨ªa, en 1994. "Creo que el erotismo y la psiquiatr¨ªa est¨¢n superrelacionados", dijo, "hasta el punto de que cuando uno hace psiquiatr¨ªa no sabe si est¨¢ haciendo erotismo". Insistiendo sobre el tema, a?adi¨®: "En la literatura se descubren fantasmas, pero la catarsis, en literatura es la del autor, no la de los lectores".
El jurado de La Sonrisa Vertical estaba formado por Luis Garc¨ªa Berlanga, Ricardo Mu?oz Suay, Almudena Grandes, Rafael Conte y Beatriz de Moura. La novela El brillo del gato negro, de Antonio Altarriba, fue declarada finalista.
Babelia
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