Un polic¨ªa involucra a dos ex agentes de Intxaurrondo en la muerte de Zabalza
El polic¨ªa ?ngel L¨®pez Carrillo, que estuvo destinado en el Gobierno Civil de Guip¨²zcoa en 1986, involucr¨® ayer en el caso Zabaltza a los ex guardias civiles Enrique Dorado Villalobos y Felipe Bayo Leal, miembros de los grupos antiterroristas de Intxaurrondo. En su declaraci¨®n ante el titular del Juzgado n¨²mero 1 de San Sebasti¨¢n, Fernando Andreu, el polic¨ªa afirm¨® haber sido testigo de c¨®mo Enrique Dorado, Felipe Bayo y el letrado de Interior Jorge Argote constru¨ªan una falsa versi¨®n de la muerte de Mikel Zabaltza.
Es la primera vez que un testigo involucra judicialmente en este caso a miembros de la Guardia Civil que no figuran en la versi¨®n oficial de la detenci¨®n y desaparici¨®n de Zabaltza que se ofreci¨® en su d¨ªa.Seg¨²n fuentes judiciales, el testimonio prestado ayer por ?ngel L¨®pez Carrillo acredita la necesidad de mantener abierta la investigaci¨®n de unos hechos, la desaparici¨®n y muerte de Mikel Zabaltza, que fueron archivados en su d¨ªa por el mismo juzgado.
Mikel Zabaltza, de 32 a?os, vecino de San Sebasti¨¢n y conductor de la Empresa Municipal de Autobuses, fue detenido como sospechoso de colaborar con ETA el 26 de noviembre de 1985 y su cuerpo apareci¨® flotando en aguas del r¨ªo Bidasoa a su paso por Endarlaza el 15 de diciembre de ese mismo a?o.
La versi¨®n oficial estableci¨® entonces que el supuesto colaborador de ETA se arroj¨® al r¨ªo Bidasoa despu¨¦s de zafarse de los guardias civiles que le acompa?aban para que les revelase la ubicaci¨®n de un dep¨®sito de armas en Endarlaza, un paraje fronterizo entre Guip¨²zcoa y Navarra.
Los forenses certificaron que la v¨ªctima hab¨ªa muerto ahogada en las aguas de Endarlaza, pese a que, tras la noticia de la fuga del detenido, esa misma ¨¢rea fue intensamente rastreada por buceadores de la Cruz Roja y de la propia Guardia Civil.
El cuerpo de Mikel Zabaltza apareci¨® flotando en el mismo punto de su supuesta huida cuando las labores de rastreo hab¨ªan sido abandonadas.
De acuerdo con el testimonio de ?ngel L¨®pez Carrillo, actualmente destinado en Alicante, la versi¨®n oficial de lo sucedido fue urdida en dependencias del Gobierno Civil de Guip¨²zcoa, con el asesoramiento del abogado Jorge Argote, para ocultar las irregulares circunstancias y las torturas que, supuestamente, precedieron a esa muerte.
El letrado neg¨® ayer haber aleccionado a los guardias civiles para que construyeran una falsa versi¨®n y explic¨® su intervenci¨®n en el caso invocando razones estrictamente profesionales.
Fuentes judiciales indicaron que durante las casi tres horas que dur¨® su comparecencia, el polic¨ªa ?ngel L¨®pez Carrillo sali¨® manifiestamente airoso del intenso interrogatorio descalificador al que le someti¨® el letrado Jorge Argote.
Sus respuestas, firmes y riada dubitativas, desmontaron los intentos del letrado de la defensa de desacreditar su testimonio y contribuyeron indirectamente a dotar de credibilidad su acusaci¨®n contra Dorado y Bayo, dos guardias civiles miembros de los grupos rojos del cuartel donostiarra de Intxaurrondo que aparecen implicados en los asesinatos de Lasa y Zabala y en otros cr¨ªmenes de los GAL.
Antes de declarar ante el magistrado Fernando Andreu, el polic¨ªa se?al¨® a los medios de comunicaci¨®n que se sent¨ªa solo "ante todos los aparatos del Estado", y que su ¨²nica defensa era "la verdad".
Acus¨® a los antiguos maridos de Interior de haberse enriquecido con los GAL, "mientras abajo la gente mor¨ªa como chinches", y dijo que percib¨ªa en torno suyo "un c¨ªrculo de presiones que no se ve, pero que se palpa en el ambiente".
Tras indicar que "hay mucho sicario sin trabajo" y se?alar que ahora "tengo que guardarme de mucha gente", el polic¨ªa, que ocup¨® un puesto de confianza en el Gobierno Civil de Guip¨²zcoa durante aquellos a?os, dijo que se ha animado a colaborar con la justicia movido por el prop¨®sito de contar la verdad.
Por su parte, el magistrado que investiga. el caso ha pedido a la Guardia Civil que identifique a las personas encargadas del botiqu¨ªn del cuartel de Intxaurrondo, presumiblemente con el prop¨®sito de contrastar la hip¨®tesis, barajada en algunos medios, seg¨²n la cual un ATS de ese cuartel inyect¨® agua, del r¨ªo Bidasoa al cad¨¢ver de Mikel Zabaltza.
El aplomo del testigo ante el juez
Tras la reapertura del caso han aflorado diversas hip¨®tesis, algunas de ellas contradictorias entre s¨ª, sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Mikel Zabaltza.Entre las posibilidades que se barajan est¨¢ la de que los guardias civiles que se responsabilizaron de la supuesta, fuga del detenido no fueran en realidad quienes participaron en los hechos, sino otros a. los que se eligi¨® por sortee, para comparecer ante el juez.
Todo el mundo recuerda el, aplomo, la coherencia, sin. resquicio de contradicci¨®n alguna, que aquellos j¨®venes; oficiales exhibieron en los interrogatorios judiciales.
Las declaraciones de L¨®pez Carrillo abundan en esta. l¨ªnea ya que el polic¨ªa, aunque reconoce que no fue testigo de! lo que sucedi¨® con Mikel Zabaltza, asegura haber asistido, a la creaci¨®n de la versi¨®n oficial que luego se ofrecer¨ªa a la. opini¨®n p¨²blica y al instructor.
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