ETA mata de un tiro en la nuca a Fernando M¨²gica

Un disparo en la nuca acab¨® ayer en San Sebasti¨¢n con la vida del abogado Fernando M¨²gica Herzog de 62 a?os, militante hist¨®rico del PSOE y una de las personas m¨¢s influyentes del socialismo vasco. En plena precampa?a electoral y un a?o despu¨¦s del asesinato del portavoz del PP vasco, Gregorio Ord¨®?ez, el atentado conmocion¨® a los vascos y llev¨® la desolaci¨®n a la militancia socialista. Hermano de Enrique M¨²gica, ex ministro de Justicia, el fallecido sab¨ªa que estaba en el punto de mira de ETA, pero hace a?o y medio decidi¨® prescindir de los escoltas.Su hijo Jos¨¦ Mar¨ªa, que presenci¨® el crimen, fue enca?onado por los terroristas. Desde 1973, 22 pol¨ªticos han muerto en atentado, entre ellos, el senador socialista Enrique Casas en febrero de 1984.

El consejero vasco de Interior, Juan Mar¨ªa Atutxa, declar¨® a Onda Cero que los presuntos etarras Jos¨¦ Antonio Olarra, de 28 anos, y Valent¨ªn Lasarte, de 32, participaron en el atentado. Sus fotograf¨ªas est¨¢n en los carteles y folletos recientemente distribuidos por el Ministerio de Justicia e Interior en demanda de colaboraci¨®n ciudadana para detenerlos.Los terroristas siguieron los pasos a M¨²gica desde las 13.30 cuando sali¨® del despacho jur¨ªdico que compart¨ªa con sus tres hijos en la calle de Prim. Se dirig¨ªa a un aparcamiento situado a quinientos metros, mientras por la otra acera caminaban su. hijo Jos¨¦ Mana y la esposa de ¨¦ste, Isabel.

Dos individuos embozados, en un d¨ªa de lluvia, granizo y viento, alcanzaron a Fernando M¨²gica a la altura del n¨²mero 13 de la calle de San Mart¨ªn. Uno de ellos lo abati¨® de un disparo a bocajarro. Al o¨ªr el estruendo, Jos¨¦ Mar¨ªa grit¨®: "Es mi padre". Cruz¨® la calle e intent¨® arrojarse contra los terroristas, que lo enca?onaron para zafarse de ¨¦l.

M¨²gica cay¨® fulminado junto al edificio en el que tiene su despacho Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s. Cay¨® de bruces con el rostro destrozado, irreconocible, hasta el punto de que algunos transe¨²ntes creyeron que la v¨ªctima era Bandr¨¦s.

Los asesinos huyeron, pero Jos¨¦ Mar¨ªa sali¨® tras ellos y los vio montar en un Corsa con el motor en marcha. El veh¨ªculo, ocupado por un hombre al volante y una mujer, parti¨® a gran velocidad tras recoger a los asesinos, pero la reacci¨®n del hijo puso a la Ertzaintza tras la pista del comando.

M¨²gica parec¨ªa seguir con vida, aunque su pulso era muy d¨¦bil y la herida era mortal. La bala le atraves¨® la cabeza desde la nuca hasta el ojo izquierdo. Trasladado a la Residencia Sanitaria, falleci¨®, aunque los m¨¦dicos intentaron reanimarle durante media hora.

Rostros desolados de donostiarras, pol¨ªticos descompuestos por el llanto, abogados, jueces, amigos y familiares desconsolados que se beb¨ªan sus l¨¢grimas en silencio acudieron al lugar en el que un gran charco de sangre daba constancia de la ¨²ltima obra de ETA.

La esposa, Mapi Heras Iturrioz, conoci¨® el asesinato por la radio cuando estaba en Pamplona. Ella misma condujo hasta el hospital, adonde lleg¨® cuando su marido ya hab¨ªa muerto.

Poco antes de ser asesinado, M¨²gica hab¨ªa entrado en un bar del que era cliente asiduo. Abon¨® el desayuno de su secretaria y tom¨® una consumici¨®n. Al despedirse, en un gesto teatral muy t¨ªpico de ¨¦l, tendi¨® la mano al camarero y le dijo que era la ¨²ltima vez que le ve¨ªa como cliente: "El m¨¦dico me ha dicho que tengo que cuidarme con el alcohol; as¨ª que, de ahora en adelante, s¨®lo vendr¨¦ para coger la loter¨ªa".

Tras el asesinato, los socialistas se agruparon en la Casa del Pueblo, en donde fue instalada la capilla ardiente. Con el rostro crispado y la mirada perdida, sus comentarios pasaban de la rabia a la fatalidad. A la sede acudieron, adem¨¢s de pol¨ªticos, Ana Ir¨ªbar y Consuelo Ord¨®?ez, viuda y hermana de Gregorio Ord¨®?ez. Los Reyes enviaron un telegrama de solidaridad con la familia que ha sufrido este "cobarde atentado".

Jos¨¦ Mar¨ªa M¨²gica, testigo del asesinato, declar¨® a la Cadena SER que "el tiempo acabar¨¢ diciendo que esto es un horror, un horror absolutamente gratuito".

Convocados por el Ayuntamiento, un millar de ciudadanos se dieron cita a las 19.30 en el lugar del crimen, entre ellos Enrique M¨²gica, hermano del asesinado y candidato al Congreso por Guip¨²zcoa, y Txiki Benegas. Los asistentes sembraron de flores el lugar. A las ocho, miles de personas. se congregaron en la plaza del, Buen Pastor, en la concentraci¨®n. por la liberaci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa. Aldaya, secuestrado por ETA, al. igual que el funcionario de Prisiones, Jos¨¦ Antonio Ortega.

Acudi¨® el titular de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch. El ministro se traslad¨® luego a la capilla ardiente, en donde declar¨®: "La solidaridad de los gestos ya no basta. Hay que colaborar con. la Ertzaintza y las fuerzas de seguridad para acabar con esta gente". "Han llegado a tal grado de crueldad que han perdido su condici¨®n. de personas", a?adi¨®.

El entierro se celebrar¨¢ por el rito jud¨ªo hoy a las cinco de la tarde en San Sebasti¨¢n. Dos horas y media despu¨¦s, una manifestaci¨®n saldr¨¢ de la Casa del Pueblo hacia la iglesia de la Sagrada Familia, en donde se celebrar¨¢ el funeral, con la asistencia de Felipe Gonz¨¢lez.. El PSOE y el PP han suspendido sus actos electorales.