Boadella ve en Pujol "aspectos de gran 'clown' y de los t¨ªteres de cachiporra"
Els Joglars inicia en Segovia y Madrid la gira de 'Ub¨², president'
Hasta hoy no hab¨ªan salido de Catalu?a, pero ya popularmente conocida la ¨²ltima gamberrada l¨²cida de Albert Boadella, director de Els Joglars desde hace 32 a?os: tomar la figura de Jordi Pujol, presidente de la Generalitat, para crear un nuevo arquetipo que, como tantos otros, nace en el teatro. Se trata del s¨ªndrome del excels, que sufren aquellos que, en sus delirios, piensan que est¨¢n en el mundo para salvar a alguien de algo.
Esta nueva andadura de Els Joglars se inicia hoy en el teatro Juan Bravo de Segovia, donde se han vendido todas las localidades. A partir del pr¨®ximo jueves, 15 de febrero, estar¨¢n, durante meses, en el teatro Nuevo Apolo de Madrid.La literatura dram¨¢tica ha dado, a lo largo de su historia, numerosos mitos universales. Boadella no oculta que, aunque es pedir demasiado, estar¨ªa encantado de que el s¨ªndrome del excels, nombre que recibe su personaje, naciera con su espect¨¢culo y permaneciera con el tiempo: "A fin de cuentas, este s¨ªndrome, el de pensar que se ha nacido para salvar a alguien de algo, no se produce s¨®lo en los detentadores de poder pol¨ªtico, sino tambi¨¦n en ¨¢mbitos muy peque?os..., hay mucha gente que a los seis a?os ya sue?a con salvar al mundo, salvadores que se dan mucho en la pol¨ªtica y, especialmente, en aquella que mantiene posiciones m¨¢s nacionalistas".
El director de montajes como El Nacional deja claro que no habla de Pujol simplemente porque sea un pol¨ªtico, sino porque es un gran personaje de teatro muy carism¨¢tico: "No todos los pol¨ªticos tienen esta condici¨®n, Pujol cuenta con muchos aspectos de gran clown, te?ido de comedia del arte y de los t¨ªteres de cachiporra". Mantiene la teor¨ªa de que sus colegas del pasado, como Moli¨¨re, tambi¨¦n le hubieran utilizado, ya que eran autores que escrib¨ªan a la salud de alguien: "se reconoce a Pujol, pero ¨¦se es el aspecto m¨¢s caduco, lo perenne es el artefacto teatral y la s¨¢tira para retratar la sordidez, la mediocridad y ridiculez que hay en cierta manera de entender la pol¨ªtica y el poder, de ah¨ª que fuera de Catalu?a esta obra pueda interesar tanto o m¨¢s".
La forma de orinar
Es la misma base de la que parti¨® el propio Alfred Jarry, autor de Ubu Rey, obra que ya version¨® en 1981 el propio Boadella, con el nombre de Operaci¨®n Ub¨², y que ahora retoma. En ambas aparec¨ªa la caricatura de un Pujol lleno de miserias. Este Ub¨², president es una remodelaci¨®n de aquella adaptaci¨®n: "Los cambios han sido obligados por el paso del tiempo, pero sobre todo porque el Ub¨² excels penetra diariamente en nuestra intimidad, y, amparado por su cargo, reprende, aconseja, amenaza, moraliza y pontifica a todo un pueblo; en una palabra, nos explica c¨®mo tenemos que orinar los catalanes".
Boadella recalca que no es un problema de man¨ªa personal: "Al margen de que, pol¨ªticamente, s¨ª tengo man¨ªa a Pujol, reconozco que, fundamentalmente, el problema es que me ha seducido, me he visto atra¨ªdo por esos aspectos negativos que no est¨¢n s¨®lo dentro de ¨¦l, sino dentro de m¨ª como catal¨¢n, como mediterr¨¢neo, pero que en Pujol aparecen desproporcionados y aumentados..., es una aut¨¦ntica caricatura de muchos de nosotros, pero lo importante es tom¨¢rselo con sentido del humor". Otra cosa es que, una vez admitidas las miserias comunes, Boadella afirme tajante que en todo lo dem¨¢s no tienen nada que ver: "Cuando Pujol dice algo como que Cervantes no ha sido algo importante en su vida y que ser paisano de Vel¨¢zquez le es indiferente, yo me indigno, porque para. muchos nos es importante ser paisanos de estos genios".
Adem¨¢s de la seducci¨®n, hay otros aspectos que Boadella considera fundamentales, ya que trata de ser sensible a los fantasmas, man¨ªas, frustraciones y deseos de los espectadores: "Corno hombre de teatro procuro ser catalizador de mi entorno social, no me pongo a mirarme el ombligo". Boadella reconoce que su intenci¨®n es la de tumbar al p¨²blico en el div¨¢n: "Es una diferencia muy importante con la forma de autor¨ªa actual que veo, generalmente muy egoc¨¦ntrica, contando neuras propias a un peque?o grupo de neur¨®ticos..., eso reduce y empobrece el ¨¢mbito a retratar por parte del teatro. La otra opci¨®n es tratar de ser catalizador de las neuras generales".
?l mismo explica esta catarsis en forma de espect¨¢culo: "Sufrimos una presi¨®n tan tremenda de los personajes del entorno pol¨ªtico, a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, que el ciudadano necesita hacer una cierta catarsis para expulsar las sustancias nocivas que ha ido acumulando, de toda ¨ªndole. Nosotros no hacemos otra cosa que convertimos en catalizadores de esta necesidad y la articulamos poniendo al individuo, en este caso Pujol, en escena, y all¨ª el espectador comparte nuestro ¨²nico y ¨²ltimo objetivo, tomarse a pitorreo a alguien que intenta sacralizarse".
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