Concentraci¨®n bancaria y fusiones en Espa?a

En las ¨²ltimas semanas se han sucedido diversas opiniones de personajes pol¨ªticos, presidentes de grandes bancos, autoridades monetarias, etc¨¦tera, sobre la conveniencia de iniciar nuevos procesos de fusi¨®n en el sistema bancario espa?ol y en concreto entre las grandes entidades bancarias espa?olas. En este art¨ªculo no voy a entrar a discutir las ventajas e inconvenientes de las fusiones desde el punto de vista de la gesti¨®n bancaria. Mi opini¨®n, ya manifestada recientemente en otros medios, es, en t¨¦rminos generales, negativa, ya que veo m¨¢s inconvenientes que ventajas a posibles nuevas fusiones entre grandes bancos espa?oles. Otra cuesti¨®n importante a de- batir es si el nivel de concentraci¨®n del sistema bancario espa?ol debe aumentar en los pr¨®ximos a?os con el fin de mejorar la eficiencia del mismo.La defensa de una mayor concentraci¨®n se apoya en la idea de que el importante proceso de fusiones bancarias que se vive en Estados Unidos debe reproducirse tambi¨¦n en Europa y en concreto en Espa?a. Seg¨²n algunos, la industria bancaria internacional se encuentra sobredimensionada y debe procederse a una "reconversi¨®n" en la que las fusiones juegan un papel importante en la reducci¨®n del exceso de oferta.

En efecto, en EE UU el proceso de reordenaci¨®n bancaria se est¨¢ produciendo a un ritmo espectacular, esper¨¢ndose que s¨®lo durante 1995 se produzcan 600 fusiones bancarias. As¨ª, el n¨²mero de bancos americanos, que en 1985 era de aproximadamente 14.500, en 10 a?os se ha reducido a 10.000. Las razones de este proceso se basan en la desregulaci¨®n producida en la actividad bancaria norteamericana a partir de septiembre de 1994 y en la posibilidad de realizar actividades bancarias entre los Estados de la Uni¨®n a partir de 1997. Por otra parte, ya veremos que el nivel de concentraci¨®n bancaria en EE UU es considerablemente inferior al resto de los pa¨ªses desarrollados lo que tambi¨¦n puede explicar en parte el fen¨®meno de las fusiones en el sector. Ahora bien, ?es similar la situaci¨®n en Espa?a?

La respuesta, a nuestro juicio, es negativa, ya que, como veremos en este art¨ªculo, la concentraci¨®n del sector bancario espa?ol es notablemente superior al caso americano y al de otros pa¨ªses de referencia. Comenzando, por los recientes an¨¢lisis efectuados por el Tribunal de Defensa de la Competencia, debemos resaltar que en los ¨²ltimos a?os se ha producido un incremento moderado pero significativo de la concentraci¨®n en el sector bancario espa?ol. As¨ª, mientras en 1987 la cuota de mercado de los siete grandes era del orden del 45%, en la actualidad esta cifra alcanza, seg¨²n el citado tribunal, el 55%.

A efectos comparativos tambi¨¦n es interesante analizar las cifras del cuadro n¨²mero uno, en el que se muestra la cuota sobre activos totales de los principales grupos bancarios en diferentes pa¨ªses europeos.

Pedimos disculpas al lector por la ausencia de datos para algunos pa¨ªses, pero debe comprender que las estad¨ªsticas de otros bancos centrales son generalmente m¨¢s incompletas que las que ofrece el Banco de Espa?a y de un acceso peor para el analista espa?ol.

Creemos que los porcentajes del cuadro hablan por s¨ª solos. Salvo en el caso de Holanda, cuyo tama?o puede explicar la elevada concentraci¨®n de su sector bancario, el resto de los pa¨ªses presenta una menor concentraci¨®n que la que presenta el caso espa?ol. Obviamente, habr¨ªa que recoger m¨¢s datos sobre otros pa¨ªses, pero creo que la evidencia mostrada deber¨ªa hacernos reflexionar sobre la justificaci¨®n de una mayor concentraci¨®n entre los grandes grupos bancarios que existen en Espa?a.

Adicionalmente, hay que tener en cuenta que los grandes grupos bancarios espa?oles y de otros pa¨ªses tienen un peso importante en otras actividades financieras, como los seguros, fondos de inversi¨®n, pensiones, etc¨¦tera. Medir la concentraci¨®n global en el sistema financiero es muy complejo, por lo que es com¨²n utilizar ratios de medici¨®n indirecta que intentan estimar el peso de la banca en el conjunto de la econom¨ªa, como puede ser el ratio activos bancarios de los grandes bancos sobre el producto interior bruto (PIB).

En el cuadro n¨²mero dos se reflejan datos sobre este ratio para el a?o 1994 y en lo que se refiere a algunos pa¨ªses.

En nuestra opini¨®n, las cifras del cuadro n¨²mero dos son a¨²n m¨¢s significativas, indic¨¢ndonos el fuerte pe so de los grandes grupos bancarios en la econom¨ªa espa?ola. S¨®lo Holanda supera a Espa?a en estos ratios, lo que es explicable, como ya hemos comentado, por el tama?o de la econom¨ªa holandesa. Adicionalmente, el bajo ratio EE UU justifica en parte la ola de fusiones bancarias que se registra en dicho pa¨ªs.

Todos estos datos nos vuelven a indicar que una mayor concentraci¨®n de la gran banca espa?ola no es justificable por argumentos de comparaci¨®n internacional. En este sentido, coincidimos con el Tribunal de Defensa de la Competencia cuando se?ala que la pol¨ªtica de fusiones y concentraci¨®n llevada a cabo en la ¨²ltima d¨¦cada ten¨ªa como objetivo final la creaci¨®n de "campeones nacionales" que pudieran desarrollar su actividad c¨®modamente en el mercado europeo, pero el resultado ha sido que las fusiones han tenido lugar entre bancos espa?oles con efectos fundamentalmente en el mercado nacional. De hecho, el grupo m¨¢s internacionalizado y con una pol¨ªtica m¨¢s evidente de l¨ªder nacional fue el grupo del Santander, que no entr¨® en la estrategia de las fusiones y que ha adquirido una participaci¨®n en otro gran grupo bancario al atravesar este ¨²ltimo una crisis profunda de todos conocida.

En este sentido, lo ¨²nico que justificar¨ªa una mayor concentraci¨®n entre los grandes grupos bancarios espa?oles ser¨ªa la crisis manifiesta y de dif¨ªcil soluci¨®n de forma independiente de alguno de ellos. Por otra parte, las fusiones y adquisiciones de entidades medianas y peque?as se pueden seguir produciendo por otras razones.

Lo que creemos que es evidente es que el sector bancario espa?ol a nivel de grandes entidades est¨¢ bastante concentrado, lo cual no es malo en s¨ª mismo, pero no justifica un nuevo proceso de concentraci¨®n.

La capacidad de crecimiento de nuestros grandes grupos bancarios se debe orientar hacia el exterior. Esto ser¨ªa positivo para la econom¨ªa espa?ola, la solidez de nuestro sistema financiero y, por supuesto, para sus clientes y accionistas.

Prosper Lamothe Fern¨¢ndez es catedr¨¢tico de Econom¨ªa Financiera de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.