Un jurado resolver¨¢ el millonario conflicto entre Joan Collins y su editor
La actriz Joan Collins y la editorial Random House est¨¢n enzarzados en una espinosa batalla que se desarroll¨® a ritmo de culebr¨®n la pasada semana y que el martes pasar¨¢ a manos de un jurado en Nueva York. ?Puede una editorial reclamar un adelanto si luego no le gusta el trabajo del autor? ?sta es la pregunta central en el caso, en el que Random Flouse exige a ?a protagonista de Dinast¨ªa que le devuelva los 1,2 millones de d¨®lares adelantados por un libro "impublicable".
A su paso por Nueva York la semana pasada, la escritora brit¨¢nica, de 62 a?os, utiliz¨® sabiamente a los medios locales para pintar al gigante editorial Random House como un monstruo insensible cuyo objetivo era robarle el mill¨®n y pico de d¨®lares que le hab¨ªan dado como adelanto de su libro Hell hath no fury. En realidad no est¨¢ claro si se trata de un libro o de dos. Random House dice que Collins les dio dos manuscritos pero que eran "infumables e iguales".En 1990, Collins firm¨® un contrato de m¨¢s de 5 millones de d¨®lares por dos libros. Random House considera su primer manuscrito', The Ruling Passion, una "alarmante" colecci¨®n de t¨®picos mal ordenados. Dicen que le ofrecieron a Collins la ayuda de un editor, pero que ella se neg¨®. Collins contest¨® en el juicio que cuando pidi¨® ayuda a su editora Joni Evans, ¨¦sta se hab¨ªa ido a ayudar a otro actor -escritor, Michael Caine. Despu¨¦s, Collins les entrega un manuscrito de 694 p¨¢ginas escritas a mano y titulado Hell hath ho fury. La editora cree que es un refrito de su anterior intento de novela, The Ruling Passion, y decide echarse atr¨¢s en su contrato con la actriz.
Comienza el juicio. Random House quiere recuperar el adelanto y Collins contraataca exigi¨¦ndoles el resto de los 5 millones, pues considera que ha cumplido. Joni Evans dijo el martes en el juicio que The Ruling Passion era "muy primitivo" total mente fallido. Estaba revuelto y desconectado. Era alarmante". El abogado de Collins, Kenneth Burrows, respondi¨® que un manuscr¨ªto completo "es un t¨¦rmino cuantitativo, no cualitativo". El escarnio p¨²blico empeor¨® el jueves. El agresivo abogado de la editora, Robert Callagy, record¨® a la sala que, en otro juicio de 1992, la actriz hab¨ªa testificado que no pudo terminar bien The Ruling Passion porque estaba "transtornada" por la publicaci¨®n de unas fotos suyas en top less en una revista sensacionalista. Collins admiti¨® que eso era cierto. "?Y sigue siendo cierto hoy?", pregunt¨® Callagy. "No", respondi¨® la actriz. "?Pero es que usted no tiene verg¨¹enza?", exclam¨® el abogado, antes de ser reprimido por el juez, pero habiendo conseguido que Collins rompiera a llorar. A la salida de la sesi¨®n, Collins declar¨®: "Estaba muy disgustada porque no estoy acostumbrada a que me insulten de tal modo".
El viernes, Collins se puso un traje negro y zapatos de tac¨®n y regres¨® al tribunal. "Soy la reina de los adjetivos y los adverbios,.... dijo. Luego a?adi¨® que sus textos necesitaban un cuidadoso editor. "No soy Ernest Hemingway", declar¨®. Random House no refut¨® esta afirmaci¨®n. Adem¨¢s de cargar para siempre con la imagen de Alexis Carrington, la actriz es conocida por ser hermana de la fabricante de best sellers de aeropuerto Jackie Collins. A finales de los ochenta, todav¨ªa sobre la estela del ¨¦xito de Dinast¨ªa, escribi¨® una autobiograf¨ªa y dos novelas que se vendieron como churros".
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