Gabriela Bustelo publica una 'novela c¨ªtrica' sobre la 'movida'
Rodeada de t¨ªas y abuelas, de su padre, Carlos Bustelo, ex ministro de UCD y de otros fimiliares y amigos, Gabriela Bustelo (Madrid, 1962) present¨® ayer en Madrid, su primera novela, Veo, veo (Anagrama). Una novela c¨ªtrica (de necesitar una etiqueta a ella le gusta la que le prest¨® una amiga), la suya, que est¨¢ llena de humor y de esa dulce melancol¨ªa que envuelve toda mirada hacia atr¨¢s, que no provoca la paral¨ªzaci¨®n salina.
De padrinos, testigo ¨¦l de aquello, conocedora ella de lo que le han contado de aquello, hicieron Carmen Posadas, quien acudi¨® acompa?ada de su marido Mariano Rubio, y Jorge Berlanga, "antrop¨®logo de la noche madrile?a", seg¨²n le llam¨® Jorge Herralde, el editor. Veo, veo, el motivo de la concurrencia, es historia con la que cabe re¨ªrse mucho, y sobre todo es novela que consigue mantener la sonrisa todo el rato, algo, explic¨® Carmen Posadas, que "es mucho m¨¢s dif¨ªcil y para m¨ª, casi casi es sin¨®nimo de buena literatura". La presentadora reivindic¨® un cierto tipo de humor, ese que se encuentra en los autores m¨¢s imprevistos: un Proust, un Kafka, un Shakespeare o un Cervantes, en su enumeraci¨®n. "El humor, adem¨¢s, es la distancia perfecta para retratar cosas absurdas. De Veo, veo se dir¨¢ que es urbana, casi neoyorquina, tiene la rapidez del cine negro y la brillantez de un spot publicitario, pero sobre todo tiene esa sencillez que requiere mucho talento para con seguirla". La novela de Gabriela Bustelo es, acab¨® diciendo la presentadora, "pos-todo: postom¨¢ntica, posneur¨®tica, posfeminista, pos-todo".Convocado en calidad de superviviente de aquella noche madrile?a, Jorge Berlanga se parapet¨® tras un escaso folio para parpadear ante los focos de las c¨¢maras de televisi¨®n. "Se escribe, "dijo, "para sacar a la luz los demonios que llevamos dentro y en esta novela se nos aparece un Madrid, el de finales de los ochenta, atractivo y canalla, y en la que la protagonista es tan identificable con la autora, aqu¨ª presente, a quien le gustaba tanto entonces la vida disipada y libertina".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.