Al lado de Esquilache
Anguita pide a estudiantes de Granada que luchen por la modenidad
Fernando VII, Ni?a Isabel, Jos¨¦ I, Esquilache, Castelar, liberales, afrancesados... y cientos de estudiantes. Todos con Julio Anguita, ayer, en la bell¨ªsima y m¨ªnima Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada. Lecci¨®n magistral de Anguita: Espa?a en la encrucijada. Esto no es un mitin. Lo dice el l¨ªder de IU. "Prefiero el debate, la reflexi¨®n". Reflexi¨®n sobre esa Espa?a que, seg¨²n Castelar, "a base de repetirse constantemente, ha terminado por cansar a la historia". La historia, pues, se repite. Y del ayer hay que sacar ense?anza y provecho.
Si esto es un aula, esto es una lecci¨®n. Y Anguita se lanza a un recorrido por la historia de Espa?a y les cuenta a los estudiantes la encrucijada eterna de esa Espa?a del casticismo, la que rechaza la modernidad, la que grita en Madrid ?'vivan las cadenas'!, se levanta contra Esquilache, y en C¨®rdoba corta los tiros del carruaje de Fernando el Deseado para ser el mismo pueblo el que entre el absolutismo en la ciudad.Modernidad
Les cuenta de los afrancesados, de sus contradicciones entre defender a la patria de la invasi¨®n extranjera y el deseo de aceptar la modernidad que les viene de manos de esos invasores. Les cuenta de Jos¨¦ I -"magn¨ªfico rey sin legitimidad"- y les lleva a la ruptura de la II Rep¨²blica, a la guerra civil -"que dura siglo y medio"- hasta la Constituci¨®n de 1978. La de la modernidad. "La modernidad de los derechos humanos. Cuando hablo de modernidad, yo hablo de eso".
Luego, "vamos a hablar de Maastricht". Y repite ante unos j¨®venes atentos, "el error de una convergencia que se ha hecho sin armonizar ni la fiscalidad, ni la econom¨ªa". Les cuenta del refer¨¦ndum necesario. Del desastre que, de aqu¨ª a dos a?os, caer¨¢ inmisericorde sobre todos nosotros.
Est¨¢ a gusto y feliz. Todo va perfecto. Los j¨®venes preguntan y Anguita contesta. Y, de pronto, un hombre mayor- pide la palabra. Pregunta por la "pinza de Andaluc¨ªa, la que IU ha hecho con el PP". La que ha impedido sacar adelante unos presupuestos que han perjudicado a los trabajadores, que a ¨¦l mismo le ha dejado sin trabajo. Todo iba bien hasta ahora. Anguita niega la pinza. Le habla del folleto sobre Hechos y propaganda. Y pide que le conteste de nuevo la persona que ha intervenido.
El hombre contesta. Dice que no le convence. Insiste. Y Anguita, visiblemente irritado, le espeta que "yo esperaba una pregunta y me encuentro con un discurso falto de rigor". Pide a uno de los parlamentarios andaluces que conteste a aquel hombre que ni siquiera es estudiante. Pero algo se ha roto.
M¨¢s preguntas. Hay una muchacha que se pregunta y pregunta c¨®mo es posible que en los medios de comunicaci¨®n se eche siempre la culpa a IU. Que ella cree que no tiene la culpa. C¨®mo es posible que los otros l¨ªderes echen la culpa de todo a Anguita.
Los medios de comunicaci¨®n, ya se sabe. No siempre dicen la verdad. Y cosas peores. El mismo que ha presentado a Julio en esta conferencia ha tenido una m¨¢s que brillante intervenci¨®n, hablando de los defectos de Anguita, seg¨²n la prensa. Y ha destacado que un periodista le pregunt¨® en televisi¨®n a Anguita si era comunista, y por tres veces. Dice que era "un periodista subsidiado". Pero no debe ser porque el periodista cobre su salario de un ente oficial, porque el presentador es profesor de la Facultad y se supone que cobra sus haberes de los mismos fondos. O sea, que debe ser por otra cosa.
Ay, los periodistas. Otro estudiante se lamenta que los c¨¢maras est¨¦n entre ¨¦l y Anguita. "Como siempre, tenemos en medio el filtro de los medios de comunicaci¨®n". Pero se pregunta por m¨¢s cosas. Alguien desde arriba, sin inmutarse dice. "Se?or Anguita, yo le tengo declarada la guerra al Cesid". Y tras un segundo de desconcierto, Anguita mirando por encima de las gafas le replica: "Ah! ?Y c¨®mo le va? ?Va ganando esa guerra?". Y el joven, animoso, dice: "Creo que s¨ª, porque tengo el apoyo de las leyes". Con un par.
Anguita sit¨²a a Gonz¨¢lez como el aut¨¦ntico enemigo de la izquierda
Derrotar a Gonz¨¢lez. Derrotar al Partido Popular, derrotando a Gonz¨¢lez. Julio Anguita entr¨® ayer en una lucha despiadada por arrebatar ese voto que todav¨ªa est¨¢ bailando entre Izquierda Unida y el PSOE. A medida que se acerca este final de campa?a el l¨ªder de IU va agudizando m¨¢s su estrategia por el voto que se disputa directa y personalmente con Felipe Gonz¨¢lez.Entr¨® entre aplausos, entre v¨ªtores entre gritos de "presidente, presidente" al Palacio de Congresos de Granada, ocupado por unas 4.000 personas. Y Anguita se fue creciendo, elevando el tono y subiendo un discurso que centr¨® sobre todo en Felipe Gonz¨¢lez.
Es la carga de la brigada ligera, a la desesperada, y buscando, posiblemente, m¨¢s la gloria que el triunfo. Derrotar a Gonz¨¢lez y s¨®lo a Gonz¨¢lez. La guerra no se plantea frente al PSOE, partido al que salva y absuelve en cada una de sus intervenciones. Salva al PSOE y salva a sus militantes pidi¨¦ndoles que voten a Izquierda Unida.
No fue ¨¦l solo. Pedro Vaquero, viejo sindicalista, tambi¨¦n apel¨® a los "compa?eros, a los amigos de UGT" para que den en esta ocasi¨®n su voto a Izquierda Unida, para que los obreros den su voto a quienes. han estado luchando codo con codo con ellos".Un discurso caliente
Ya no se mantienen ni siquiera las m¨¢s m¨ªnimas apariencias de serenidad. Julio Anguita hace ahora un discurso caliente y en¨¦rgico. Ayer, congestionado, pidi¨® con desesperaci¨®n la fuerza de los votos para situar a Izquierda Unida en una oposici¨®n que consiga cambiar la situaci¨®n de Espa?a.
?l mismo reflexion¨® sobre la aparente contradicci¨®n entre esa batalla entre dos l¨ªderes de izquierda y la tolerancia, tambi¨¦n aparente, hacia el Partido Popular. "Si alguien de otro planeta viniera se preguntar¨ªa c¨®mo es posible que entre dos izquierdas haya este enfrentamiento. C¨®mo es posible que no nos unamos contra el mismo enemigo". Y entonces vuelve a realizar todo el memorial de agravios, desdenes y desprecios que Gonz¨¢lez ha tenido con Anguita.
?sa ser¨ªa una versi¨®n, pero lo cierto es que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha dejado de ser un enemigo para Izquierda Unida. No es a ¨¦l a quien se le pueden quitar los votos del desencanto o del miedo. Aznar ya se ha salido. El enemigo est¨¢ en el mismo lado o muy cerca. El enemigo se llama ahora Felipe Gonz¨¢lez. Y es contra ¨¦l contra quien Anguita llama a la acci¨®n. Advierte que el d¨ªa 3 de marzo empezar¨¢ una batalla muy dura, muy dura, y que para luchar, "para imponer, para dominar, para dome?ar", necesita la fuerza. La fuerza de los votos. Y la gente, puesta en pie, le vitorea, le aplaude, le dice: "Tienes mi voto, Julio, tienes mi voto".
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