La "frontissa"
Los resultados de las elecciones generales han confirmado la posici¨®n de Jordi Pujol como la ¨²nica "bisagra" operativa del Parlamento espa?ol. Esta situaci¨®n se debe a tres razones: la raz¨®n aritm¨¦tica, dado que sus 16 diputados (antes 17) han sido y son la ¨²nica bolsa suficiente para completar una mayor¨ªa a cualquiera de los dos grandes partidos estatales, una vez marginada del juego la tercera, Izquierda Unida. Su ubicaci¨®n en el centro pol¨ªtico, que le permite llegar a acuerdos de forma natural tanto con el centro izquierda como con el centro derecha. Y finalmente, que ¨¦sta es la vocaci¨®n asumida por el nacionalismo catal¨¢n en la actualidad, tras ver c¨®mo fracasaban otras opciones.Sin embargo, el hecho de que este papel sea protagonizado por un partido nacionalista implica ciertas peculiaridades que le diferencian de fuerzas europeas semejantes, dificultando, como ocurre estos d¨ªas, la firma de acuerdos. Se trata, pues, de una singularidad del mapa espa?ol, una bisagra "a la catalana" (la frontissa).
Pujol es un hipot¨¦tico complemento de Gonz¨¢lez o Aznar si cualquiera de ellos no obtiene una mayor¨ªa suficiente, pero a su vez encabeza el partido m¨¢s votado en una parte del Estado. Actualmente, adem¨¢s, necesita su propio complemento, una bisagra de la bisagra. Por tanto debe tener en cuenta el juego de mayor¨ªas en el Parlamento de Catalu?a (su preocupaci¨®n prioritaria) mientras negocia en el Congreso.
La ideolog¨ªa nacionalista y el peso de la historia han generado tambi¨¦n en Convergencia i Uni¨® dos fuertes impulsos de car¨¢cter contradictorio. Por un lado ambicionan tomar parte en las decisiones del Gobierno de Espa?a, pero por otro, su primera reacci¨®n es de p¨¢nico cuando les ofrecen la f¨®rmula m¨¢s rotunda de ejercer el mando: el Gobierno de coalici¨®n. Esta actitud les aleja de algunas de las f¨®rmulas t¨ªpicas europeas, como el Partido Liberal alem¨¢n, un peque?o grupo que s¨®lo tiene sentido como fuerza de gobierno. Una peculiaridad m¨¢s: los partidos con vocaci¨®n de complemento mantienen relaciones m¨¢s estables de lo que parece. Los liberales alemanes, por ejemplo, sostienen los pactos por largos a?os. Con los socialdem¨®cratas gobernaron 13 a?os consecutivos. Con los democristianos llevan otros tantos. S¨®lo cambiaron de socio cuando percibieron que se hab¨ªa agotado un ciclo pol¨ªtico.Un cielo completo
La velocidad de la din¨¢mica Pol¨ªtica espa?ola puede llevar a Pujol a agotar un ciclo completo en poco tiempo. Entre el 93 y el 95 colabor¨® intensamente con Gonz¨¢lez (el centro izquierda) hasta que pens¨® que la etapa socialista se hab¨ªa consumado. Entonces le retir¨® su apoyo, provocando unas elecciones anticipadas. Ahora se dispone a explorar la posibilidad de alg¨²n tipo de acuerdo con la alternativa (el centro derecha de Aznar).
Los liberales aleanes meditaron largamente su cambio de pareja a principios de los ochenta. Pujol se lo toma todav¨ªa con m¨¢s sosiego.
Ser bisagra a la catalana exige una serie de movimientos sumamente delicados.
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