"En pocos a?os conseguiremos trasplantar extremidades completas"
Louis Schecker, director del Jewish Hospiltal de Louisville, en Kentucky (Estados Unidos), explic¨® la pasada semana en el X Curso de Microcirug¨ªa y Cirug¨ªa de la Mano, organizado por la Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ), los ¨²ltimos avances en las t¨¦cnicas de recomposici¨®n de las zonas lesionadas, aunque reconoci¨® que en la actualidad se est¨¢n volviendo a emplear t¨¦cnicas desechadas hace una decena de a?os. Eso s¨ª, aplicando instrumental altamente avanzado. El reto actual es conseguir solventar el rechazo que hasta ahora se produce en los trasplantes de un miembro de una persona donante a otra que ha sufrido una amputaci¨®n. Pero afirma que se est¨¢ a las puertas de conseguirlo.
"Hay varias cosas", indica Schecker, "que abandonamos hace unos a?os por problemas fundamentalmente de presiones econ¨®micas, como son el uso de peque?os reimplantes en los cuales el dedo no se usaba m¨¢s que como cobertura cut¨¢nea del mu?¨®n que quedaba despu¨¦s de un traumatismo. Esto, que ahorraba fuertes dolores al paciente, dej¨® de hacerse porque era muy costoso. Las presiones de las aseguradoras para que realiz¨¢ramos intervenciones que costaban la mitad de tiempo que la mencionada nos obligaron a abandonar esta t¨¦cnica. Pero los problemas secundarios de los neuromas (tumoraci¨®n al final de un nervio que ha sido cortado y que no tiene donde seguir) nos han obligado a volver a la pr¨¢ctica de hace diez a?os".
El especialista resalta la importancia de los trabajos en la recomposici¨®n de las zonas afectadas por un traumatismo, ya que en el caso de personas que nacen con un solo brazo aprenden a realizar casi todas las funciones con ¨¦l. Pero se trata de alguien que se ve de repente perdido sin una de sus manos.
El microcirujano afirma que desde que en 1962, en Estados Unidos, se consigui¨® reimplantar un dedo pulgar conectando los vasos sangu¨ªneos, se inici¨® una verdadera carrera en este campo, "hasta hoy, en que podemos crear los trozos de tejido que necesitamos para, igual que un carpintero que realiza incrustaciones, colocarlos all¨ª donde los necesitamos".
Lo mismo ocurre cuando se pierde tejido ¨®seo. "Si se pierde un trozo de c¨²bito o de radio, extraemos del peron¨¦ lo que nos hace falta y no hay ning¨²n problema", se?ala al explicar que as¨ª se solucionan casos concretos, no ya de traumatismos por accidente, sino tambi¨¦n por enfermedades como el c¨¢ncer.
"Si aislamos la zona afectada, la suprimimos y luego la reemplazamos. Es sencillo", asegura, tras reconocer que esto en el pasado era imposible. "Hoy d¨ªa se ha llegado a un periodo en el que las reconstrucciones son casi perfectas", concluye.
"Nosotros estamos ahora trabajando en mi hospital en poder hacer un trasplante de un paciente a otro. El problema ha sido el rechazo de la piel. Pero tenemos all¨ª un grupo de cient¨ªficos trabajando en el proceso de inmunolog¨ªa. El reto es poder reconstruir a una persona. Si tenemos en cuenta que hay personas con traumatismos cerebrales extremos y que sus cuerpos ya no tendr¨¢n otra funci¨®n, por qu¨¦ en lugar de enterrarlos no van a servir para ayudar a otras personas que han tenido tambi¨¦n un accidente, pero que su cerebro sigue trabajando y pueden vivir. Ya se hace con trasplante de ¨®rganos considerados vitales. Hay que seguir avanzando en ese sentido con las otras partes del cuerpo", se?ala Schecker.
No entiende que haya ante este hecho ninguna barrera ¨¦tica. "Cuando una persona ha perdido un brazo, le dices que podr¨¢ tener otro. No pone ning¨²n problema".
Por el momento, el rechazo inmunol¨®gico obliga a implantar pr¨®tesis pl¨¢sticas, "pero en un futuro vamos a colocar ah¨ª una mano con sensibilidad". El especialista afirma tambi¨¦n que ya hoy d¨ªa, si el corte es "limpio", dependiendo de la edad, el reimplante va a tener un ¨¦xito del 100% en la recuperaci¨®n de la funci¨®n en ni?os, un 75% en los pacientes de mediana edad, y a medida que aumenta la edad estas posibilidades disminuyen por la propia menor funci¨®n que se puede obtener del nervio".
Al tiempo que destaca la importancia de que los cirujanos cl¨¢sicos se reciclen en las nuevas t¨¦cnicas microsc¨®picas, Schecker asegura que no existe rechazo alguno en la reimplantaci¨®n de un miembro si proviene de la misma persona, aunque se mantiene el alto porcentaje cuando se trata de poner un miembro de otra persona. Sit¨²a este "fracaso" en la "primera l¨ªnea de defensa del organismo": la piel. "Por desgracia, si ponemos la piel de una persona a otra, en menos de dos semanas ha hecho una reacci¨®n negativa". ?ste es el l¨ªmite ahora mismo. Pero para los especialistas no parece insuperable.
Coser y cantar
A simple vista, el recept¨¢culo de esponja amarilla donde se incrustan las agujas de microcirug¨ªa parece vac¨ªa. Tras ponerlo bajo el foco y las lentes de aumento del microscopio, han crecido, pero s¨®lo hasta el extremo de hacerse visibles y pinzables. El hilo de sutura se intuye m¨¢s que se ve. Este cuadro representa las herramientas b¨¢sicas de estos costureros de ¨¦lite que en lugar de zurcir pa?os consiguen devolver a la vida un miembro seccionado por un machete, un afilado cristal o las hojas de una cosechadora.Casi cien especialistas en estas t¨¦cnicas se han reunido este a?o en torno al norteamericano Schecker y al holand¨¦s Hovbius, dos de los doctores m¨¢s prestigiados del mundo en la materia.
El responsable del curso y de la Unidad de Microcirug¨ªa del hospital MAZ, Pedro Marquina, particip¨® en la primera reimplantaci¨®n en Espa?a de una mano y de un antebrazo amputado a dos niveles. Se aleja de la conversaci¨®n cuando Schecker, en un m¨¢s que correcto castellano que trufa con expresiones de espanglish, resalta la importancia del laboratorio existente en Zaragoza para realizar pr¨¢cticas y conseguir algo fundamental en estas operaciones, controlar el temblor de las manos para conseguir el manejo perfecto en las agujas de sutura en venas y nervios.
Los injertos, incluso procedentes de la zona inguinal (que anteriormente se desechaban), est¨¢n al cabo de la calle en las operaciones que realizan estos especialistas, que ya han extendido sus t¨¦cnicas de microcirug¨ªa a cualquier especialidad quir¨²rgica. En la historia, si se tiene en cuenta a los evangelistas, la primera reimplantaci¨®n debi¨® realizarse a causa de la amputaci¨®n de una oreja por parte de san Pedro a un centuri¨®n romano. Pero la primera operaci¨®n real de la que se tiene constancia que se saldara con ¨¦xito fue realizada hace 31 a?os, cuando los microcirujanos Komatsu y Tamai lograron recolocar en su sitio y devolverle la vida a un dedo pulgar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.