El ermitano de la colina
Las visitas de Theodore John Kaczynski al centro de Lincoln, que tiene una poblaci¨®n de s¨®lo 657 habitantes, llamaban la atenci¨®n, aunque en Montana se ve de todo y es un lugar en el que florece el esp¨ªritu independiente. En Jordan, al otro lado del Estado, un pu?ado de Hombres Libres, extremistas antigobierno, llevan doce d¨ªas atrincherados con sus armas en un rancho.En todo caso, Kaczynski no pasaba inadvertido. Iba en una destartalada bicicleta hecha de piezas diversas a comprar comida y a la biblioteca p¨²blica, en la que pasaba largos ratos. Con su barba canosa al estilo de los generales de la guerra civil y el pelo descuidado, vestido con ropas oscuras y tocado con un sombrero de paja, jam¨¢s condujo un autom¨®vil en una zona en la que no es f¨¢cil vivir sin ¨¦l. Nadie le conoc¨ªa como Theodore: para los habitantes de Lincoln, era "el ermita?o de la colina".
La caba?a de Kaczynski, de tres por cuatro metros escasos, est¨¢ en pleno bosque, a 8 kil¨®metros de Lincoln. Fiel a sus principios, viv¨ªa sin electricidad ni tel¨¦fono. Tampoco ten¨ªa agua corriente. Fertilizaba con sus desechos corporales la peque?a huerta de la que se alimentaba. Sus necesidades materiales eran m¨ªnimas, igual que el mobiliario, compuesto por una silla, una mesa y una cama, pero el esp¨ªritu estaba colmado. Las paredes del m¨ªnimo recinto est¨¢n cubiertas de estanter¨ªas y libros perfectamente colocados, el eslab¨®n que un¨ªa al salvaje eremita con el brillante profesor universitario graduado en Harvard en 1962 con todos los honores.
La polic¨ªa, en los palos de ciego dados en a?os y a?os de b¨²squeda infructuosa, hab¨ªa repartido un retrato robot del Unabomber que ten¨ªa poco que ver con el hura?o Kaczynski. Basado en la descripci¨®n de un supuesto testigo, el dibujo presentaba a un hombre con capucha de ch¨¢ndal, pelo ligeramente rizado, gafas de sol y bigote. Se buscaba a un hombre blanco, de 40 a 50 a?os de edad, y con grandes habilidades en el manejo de explosivos. Un perfil de tecnoterrorista que choca con las im¨¢genes reales del detenido y con su estilo de vida.
Theodore Kaczynski naci¨® en Chicago en 1942, en un barrio de clase media. Tranquilo y ya amante del aislamiento, en el colegio pertenec¨ªa a grupos de estudio de alem¨¢n, matem¨¢ticas y, biolog¨ªa. Acab¨® el bachillerato con muy buenas notas y fue finalista de un concurso nacional de becas. A los 20 a?os se gradu¨® en Harvard con un gran expediente. Complet¨® estudios en matem¨¢ticas en las universidades de Chicago y Michigan y public¨® media docena de trabajos en revistas especializadas. Trabaj¨® como profesor de matem¨¢ticas para la universidad de Berkeley, en California, en 1967, sin llamar nunca la atenci¨®n. El 30 de junio de 1969 dimiti¨® de su puesto y algo m¨¢s: no volvi¨® a pisar una universidad.
En los a?os 70 y 80 Kaczynski vag¨® por diversos lugares haciendo chapuzas y trabajos raros. A medida que se desprend¨ªa de un pasado de elevada educaci¨®n universitaria transformaba su odio hacia la instituci¨®n y hacia la sociedad en ataques cuyo rastro coincid¨ªa con sus itinerarios: Chicagol Michigan, Utah, California... Compr¨® la tierra y la caba?a de Montana hacia 1984 y desde entonces vivi¨® all¨ª. "Era un hombre t¨ªmido de verdad", ha dicho a los periodistas Theresa Brown, una joven que trabaja en una de las tiendas a las que iba Kaczynski de vez en cuando.
A pesar de haber vivido m¨¢s de diez a?os en Lincoln, ning¨²n vecino sabe nada sobre el pasado ni de la vida de quien ahora se sospecha sea Unabomber, aparte de sus idas y venidas, el aspecto solitario y su voluntad de vivir apartado. El hombre que mare¨® al FBI durante 18 a?os no trabajaba en empleos remunerados, pero tampoco ten¨ªa deudas. Intercambiaba saludos m¨ªnimos con la gente con la que se cruzaba, no demasiada, porque desprend¨ªa un fuerte olor corporal.
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