Robert Lepage presenta en Par¨ªs un 'Hamlet' en el que ¨¦l hace todos los papeles
El actor canadiense har¨¢ una gira mundial con 'Elseneur' y actuar¨¢ en Espa?a en 1997
"?Qu¨¦ pasar¨ªa si escogi¨¦semos ciertos fragmentos de Hamlet y los mir¨¢semos con la ayuda de rayos X? ?se es mi punto de partida. En el siglo XVII parece l¨®gico situar la acci¨®n de una escena en la que se reflexiona sobre el sentido de la vida en un cementerio; en pleno siglo XX puede que sea m¨¢s adecuado sugerir una instalaci¨®n hospitalaria"`. Ese es el punto de partida que confiesa el canadiense Robert Lepage (Quebec, 1957), que ha pasado por Cr¨¦teil (alrededores de Par¨ªs) con Elseneur, una serie de "variaciones" sobre el Hamlet shakespeariano. Luego viajar¨¢ a Toronto, Berl¨ªn, Bruselas, Edimburgo, Helsinki, Gotemburgo, Hamburgo y Londres, entre otras ciudades En 1997 est¨¢ previsto que act¨²e en Espa?a.
Por el camino rodar¨¢ su segundo largometraje -Le polygraphe- antes de presentar la versi¨®n ¨ªntegra -siete horas- de Les sept branches de la rivi¨¨re Ota.El montaje de Elseneur, de un virtuosismo deslumbrante, sugiere que toda la tragedia del pr¨ªncipe de Dinamarca transcurre en la cabeza de ¨¦ste y que todos los personajes son, de una manera u otra, proyecciones de su imaginaci¨®n. "Elseneur es una exploraci¨®n, a¨²n un poco t¨ªmida, de los meandros del pensamiento de Hamlet y, en cierto modo, del m¨ªo", dice Lepage. ?l es el ¨²nico int¨¦rprete y el ¨²nico actor de un espect¨¢culo concebido con la ayuda de proyecciones de im¨¢genes fijas, de las que proporcionan c¨¢maras de infrarrojos y termogr¨¢ficas, y gracias al juego de un dispositivo central giratorio. "Gertrudis y Claudio, Laertes y Ofelia, son reflejos de Hamlet: puede que sea su delirio paranoico el que los ha creado, puede que sean el fruto de una imaginaci¨®n exacerbada por la pena. Entre ellos hay puntos en com¨²n, no s¨®lo los lazos de sangre. Son de la misma familia y, por consiguiente, un mismo actor puede asumirlos todos".
En Elseneur -el nombre del m¨ªtico castillo-, Lepage nos invita a ver lo que ocurre detr¨¢s de su escenario, los c¨¦lebres mon¨®logos del III y el V actos ven redoblado su efecto gracias a la proyecci¨®n en dos pantallas del primer plano del rostro del actor recit¨¢ndolos, su di¨¢logo con Horacio se transforma en una conversaci¨®n con su imagen en perfil invertido, el rey y la reina aparecen como naipes y Ofelia es el propio Hamlet en s¨²bita mutaci¨®n lograda a base d¨¦ un efecto de luces y sonido. "Los tres temas centrales que he retenido de la obra de Shakespeare son los de la locura, el duelo y la familia. Las nuevas tecnolog¨ªas sirven para verlos bajo una luz nueva y descubrir las distintas capas que oculta la historia".
La traducci¨®n francesa utilizada por Lepage es "la de Francis Victor Hugo de Hamlet, que es la pieza de Shakespeare que m¨¢s inspir¨® a los rom¨¢nticos franceses. A menudo resulta un tanto acad¨¦mica, demasiado pr¨®xima al original, y por eso me he permitido algunas peque?as variaciones". Dichas variaciones van desde cambiar el orden de las escenas hasta prescindir de algunas de ellas. El atrevimiento de Lepage es exactamente el de un director, el de un hombre que est¨¢ reinventando el teatro con la ayuda del progreso tecnol¨®gico. En Bobigny, Bob Wilson nos descubri¨® hace poco en qu¨¦ se convierte Hamlet cuando cae en manos de un artista, como, poco tiempo antes, Ralph Fiennes o G¨¦rard Desarthe llevaron al l¨ªmite el texto desde una perspectiva de actor. Lepage es un aut¨¦ntico director, un aut¨¦ntico profesional de la puesta en escena. Sus prestaciones como actor puede que no est¨¦n a la altura de su imaginaci¨®n y t¨¦cnica como director, que eso vaya en detrimento de Elseneur, que la decisi¨®n de limitar el reparto a un solo nombre lleve a rizar el rizo y a complicar innecesariamente el juego, pero la verdad es que si el teatro sigue vivo se debe tanto a quienes lo reivindican en su m¨¢s estricta pureza -un texto, un actor- como a quienes creen que puede beneficiarse de todos los artilugios t¨¦cnicos modernos para poner sobre el escenario el imprescindible primer plano y darle al rostro y a la voz las mismas armas que al gesto o la luz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.