Springsteen lleva 'Los fantasmas de Tom Joad' a Barcelona en el inicio de su gira espa?ola

Todos los objetivos de la primera noche barcelonesa de Bruce Springsteen se cumplieron. El Boss present¨® su nueva faceta ac¨²stica, consigui¨® que el p¨²blico guardase un silencio catedralicio en la mayor¨ªa de los temas, demostr¨® sus habilidades con la guitarra, se mostr¨® mucho m¨¢s simp¨¢tico y locuaz que en ocasiones anteriores -incluso habl¨® en catal¨¢n- y, al final, hasta se acerc¨® a su p¨²blico para estrechar la mano a los m¨¢s enfervorizados de la primera fila. Todo lo que los seguidores de Springsteen pod¨ªan eperar y m¨¢s. Esta noche volver¨¢ a cantar en Barcelona y ma?ana lo har¨¢ en Madrid

Bruce Springsteen comenz¨® su concierto con 20 minutos de retraso sobre el horario previsto, tiempo durante el que sonaron por los altavoces antiguas canciones, incluido alg¨²n blues de Bessie Smith. Su salida del escenario, dos horas y cuarto despu¨¦s, fue puntuada por una vieja canci¨®n de Woody Guthrie. As¨ª, todos los fantasmas invocados rodearon al Boss. Y un fantasma fue tambi¨¦n el protagonista del primer tema, The Ghost of Tom Joad (El fantasma de Tom Joad), que da nombre a su reciente disco ac¨²stico.Despu¨¦s seguir¨ªan la mayor¨ªa de temas de este nuevo pl¨¢stico mezcladas con viejos temas en versiones incluso desconcertantes para sus seguidores. El p¨²blico acogi¨® en silencio los nuevos temas y se desmelen¨® algo m¨¢s con los ya conocidos, en especial cuando el ritmo pasaba de balada a rock. En todo momento entre el escenario y la sala se creo una intensa com¨²nicaci¨®n.

Springsteen present¨® todas las canciones con largos comentarios de contenido social, la mayor parte de la veces en ingl¨¦s, aunque utilizando en algunos momento un catal¨¢n sencillo que fue calurosamente aplaudido: "Home, dona, amor, sexe, es molt dificil pero necessari" ("Hombre, mujer, amor, sexo, es muy dif¨ªcil pero necesario").

Un taburete rojo

Las m¨¢s bellas canciones del nuevo disco marcaron la recta final del concierto: Sinaloa cowboys, The line (La frontera), Balboa Park y Across the border (Al otro lado de la frontera). Springsteen las cant¨® sentado en un taburete de cuero rojo buscando m¨¢s la intimidad y la cercan¨ªa que un final apote¨®sico. La apote¨®sis lleg¨® con la tanda de bises, cinco en total, con el teatro T¨ªvoli totalmente puesto en pie mientras un nutrido grupo de asistentes consegu¨ªa llegar hasta el borde del escenario, ante la mirada severa de los cinco guardas de seguridad que lo hab¨ªan. controlado en todo momento. Springsteen recogi¨® un ramo de rosas y un osito panda de peluche entre los atronadores aplausos.El cantante apareci¨® en escena con unos tejanos viejos y una camisa clara, utiliz¨® tres guitarras diferentes, todas negras, de seis y doce cuerdas de acero, y seis arm¨®nicas de distinta afinaci¨®n. El escenario aparentaba una enga?osa sencillez s¨®lo rota por un espl¨¦ndido juego de luces y dos enormes torres de altavoces que parec¨ªan excesivas para un solo m¨²sico, pero que proyectaban un sonido magn¨ªfico. No en vano el Boss traslad¨® hasta Barcelona dos enormes camiones cargados de equipo para un sencillo concierto ac¨²stico.