El 52 no llega a la sala Mirador
La vida nocturna en las calles de Madrid inspira un montaje teatral
En estos d¨ªas, la sala Mirador tiene una calle de Madrid por dentro. El autob¨²s de la l¨ªnea 52 pasa por ella, aunque tarda bastante en llegar. Tanto, que da tiempo a que en torno a su parada se junte una buena muestra de lo peorcito que ronda Madrid un s¨¢bado por la noche. Las aceras, cabinas telef¨®nicas, papeleras, las farolas o las vallas que se ha tragado este teatro son de verdad.Y casi, casi, son de verdad tambi¨¦n los individuos que paran por all¨ª cada noche: mendigos homosexuales, parejas de novios, neur¨®ticas o actores trasnocha dos. De que parezca as¨ª se han ocupado Eduardo Recabarreri, director y autor de Stop Madrid, el montaje que est¨¢ en cartel en la sala Mirador, y Cristina Rota, directora de la compa?¨ªa Nuevo Repertorio. M¨¦rito tienen tambi¨¦n los jovenc¨ªsimos, actores de este grupo, que llevan dos meses preparando esta obra al m¨¢s puro estilo del maestro Stanislavski. Es decir, la mendiga de la obra -en realidad, la actriz Raquel P¨¦rez- se ha pasado sus buenos ratos ti rada en un banco de la plaza de Lavapi¨¦s vestida con los mismos harapos que saca en la obra. "Me he dado cuenta de que la gente de la calle no se fija en una mujer como la que yo represento. En esta ciudad pasamos ol¨ªmpicamente de todo", comenta esta actriz. Peor lo han pasado David Gonz¨¢lez y Angel Mart¨ªnez, dos de sus compa?eros de reparto. A ellos les ha tocado salir a las calles de Madrid para recorrer bares de ambiente -homosexual- y cafeter¨ªas a las que van familias enteras, fingiendo ser una pareja de homoxesuales. "La reacci¨®n de la gente era alucinante. En los locales que no son de homosexuales llegas a sentirte marginado y agredido", cuentan estos dos actores.
Tambi¨¦n los protagonistas de Stop Madrid -una obra que habla del Madrid de los j¨®venes de ahora- han practicado sus escenas en plena calle. Mar¨ªa Botto y Gustavo Salmer¨®n han discutido a voces -en el metro o en el Retiro- como una pareja de novios permanentemente enfadados. Incluso en una ocasi¨®n todos los miembros de esta obra ofrecieron a conductores y peatones un improvisado ensayo en la fuente de Cibeles.
Las calles ofrecen otras posiblidades para los miembros de Nuevo Repertorio. Cuando hay que preparar una escenograf¨ªa, los actores y los alumnos de la escuela de Cristina Rota barren las calles de Madrid en busca de lo que necesiten, aunque, en el caso de Stop Madrid el Ayuntamiento y Telef¨®nica han cedido gran parte del material. "Son incre¨ªbles las cosas que tira la gente", dicen.
Se sirven tambi¨¦n de la calle para promocionarse. "Como no tenemos presupuesto para publicidad y somos actores, se nos ocurri¨® hacer algo creativo y que no necesitara dinero", cuenta Raquel P¨¦rez, que adem¨¢s de actriz es responsable de promoci¨®n. As¨ª, todos los domingos, en el Retiro hay un grupo de actores que ofrece actuaciones de todo tipo y graba con una c¨¢mara a los ganadores de la pregunta del mill¨®n -"?qu¨¦ obra se representa en la sala Mirador?"-
Stop Madrid. Sala Mirador (Doctor Fourquet, 31; metro Lavapi¨¦s), hasta. julio. De jueves a domingo, a las 20.30. 1.500 pesetas.
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