La verdad de la copla

Para los aficionados de siempre a la copla, Marif¨¦ de Triana tiene el prestigio de ser la m¨¢s aut¨¦ntica, la superviviente -art¨ªsticamente- de una generaci¨®n que dio nombres gloriosos con los que se code¨® en plano de igualdad.Lo es. Comenz¨® a cantar Vendedora de coplas, al minuto ya la sala la estaba gritando a una sola voz ?ol¨¦! Es la magia de una personalidad como la de Marif¨¦ de Triana, que est¨¢ en el secreto de un g¨¦nero verdaderamente dif¨ªcil. Ella se pasa quiz¨¢ un pel¨ªn en los temas de mayor desgarro melodram¨¢tico -La loba, por ejemplo-, pero convence y conmueve.

El arte de Marif¨¦ de Triana es genuino, de la mejor ley en el g¨¦nero. Un g¨¦nero que no parece estar en un gran momento de creaci¨®n, pues sus joyas maestras siguen siendo t¨ªtulos cl¨¢sicos verdaderamente inolvidables: Tengo miedo, La bien pag¨¢, Mar¨ªa de la O. Todos los hizo con genio y maestr¨ªa. "Me llevar¨¦ estos aplausos siempre en mi coraz¨®n, porque es la ¨²ltima vez que canto en Madrid. Este a?o me retiro".