Trapiello evoca en "La malandanza" la vida cotidiana del Madrid de los 70
"Los personajes son quijotescos y cervantinos", afirma el autor
Hubo una vez, en opini¨®n de Justo Navarro, en que los novelistas quer¨ªan Contar c¨®mo se viv¨ªa en su tiempo, y para eso creaban un mundo pleno, convincente, real, como el de La malandanza (Plaza y Jan¨¦s), la ¨²ltima novela de Andr¨¦s Trapiello, que tiene ciudad y ¨¦poca: Madrid y unos d¨ªas de agosto de 1978. Y una trama que nada tiene que ver con la alta pol¨ªtica, sino que se trata, dijo Justo Navarro, de "una trama de vidas pobres". Y agreg¨® Almudena Grandes: "Se ha atrevido [Trapiello] a escribir una novela espa?ola, lo que no es f¨¢cil de hacer en Espa?a, en donde no se tiende a explicarse este pa¨ªs".
Y es que, explic¨® Almudena Grandes, ¨¦sta es una novela galdosiana ("las calles de Madrid, en esta novela", confes¨® Justo Navarro, "tienen una sensorialidad especial") y barojiana y, ante todo, cervantina. Y esto ¨²ltimo lo aclar¨® Trapiello: "Los personajes de mi novela son quijotescos porque no tienen nada pero lo dan todo, y son cervantinos porque no guardan rencor a nadie, lo viven todo con humor, no juzgan ni condenan".Y esos personajes de La malandanza, como el de Vicky, la puta; como ese juguete roto, boxeador sonado, Amed Dur¨¢n; como esa inolvidable pareja de Varilla y Melero, uno el¨¦ctrico, el otro ayudante del ayudante del ayudante de direcci¨®n, primero en el cine, despu¨¦s en la televisi¨®n; esos personajes son unos antih¨¦roes, unos perdedores. "Unos don nadies", corrobor¨® Almudena Grandes, "que llegan al coraz¨®n de los lectores, y esto es una de las principales obligaciones de un libro: emocionar, y Trapiello lo consigue: es imposible no sufrir con los dolores y los desconciertos de sus personajes".
El narrador
Y a pesar de todo, lo dijo ayer su editor, Enrique Murillo, lo comprobar¨¢ el lector, La mal¨¢ndanza "es una novela feliz". Y como los presentadores conoc¨ªan el libro, cada uno pudo ponderar en voz alta a su personaje : el juguete roto, la puta buena, el d¨²o cervantino, la madre generosa. O el narrador, que es, seg¨²n Navarro, el personaje principal, "ese narrador cuya mirada moral, socarrona, atraviesa toda la novela, y ese narrador, en mi opini¨®n, es el personaje de los diarios que Trapiello viene publicando en Pre-Textos, que son, en sus cuatro entregas, la novela de lo cotidiano, como dice Felipe Ben¨ªtez".Como la pareja protagonista se "salva" (los dem¨¢s, desgraciadamente, son demasiado 'Juguetes rotos"), la novela queda abierta a futuras incursiones, a modo de "episodios nacionales de la transici¨®n", a lo que Trapiello, sin duda, no va a renunciar. Almudena Grandes elogi¨® de La malandanza, entre otras cosas, "ese poderos¨ªsimo poder de evocaci¨®n que tiene, el de una ¨¦poca todav¨ªa reciente que enga?a a nuestra memoria, repleg¨¢ndose al ¨²ltimo rinc¨®n".
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