17 hurtos y 2 robos por d¨ªa

El pasado 15 de enero la seguridad en el metro vivi¨® un cambio radical. Aquel d¨ªa se puso en marcha el nuevo modelo de vigilancia policial en el laberinto subterr¨¢neo. El control pas¨® de la comisar¨ªa de Centro a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana. Bajaron 120 agentes -de paisano y uniforme- a la v¨ªas, se crearon tres grupos operativos y se reforz¨® la seguridad privada que un mes antes ya hab¨ªa militarizado su uniforme y aumentado su plantilla -ronda los 220 se si suman vigilantes y guardas-.La medida no era ajena al incremento de los delitos en el metro. En 1994 se hab¨ªan registrado unas 8.500 denuncias, y s¨®lo en los 11 primeros meses de 1995 la cifra super¨® las 9.900. Ahora, con el nuevo plan, la delincuencia se ha reducido sensiblemente, seg¨²n fuentes policiales.

En lo que va de a?o se ha cometido una media diaria de 17 hurtos, 2 robos con violencia o intimidaci¨®n -aqu¨ª se incluyen los tirones- y 8 casos de da?os. Paralelamente, el promedio de detenidos por hurtos se ha situado en 10 por semana.

En este apartado, en el que entran los temidos carteristas, uno de los problemas que menciona la polic¨ªa reside en que en la mayor parte de los casos el bot¨ªn no supera las 5.000 pesetas, por lo que al detenido no se le puede imputar un delito, sino una falta. En consecuencia, no se le puede privar de libertad y vuelve al metro.

"En el 76% de los casos los detenidos son extranjeros; una posibilidad ser¨ªa que se aplicase la Ley de Extranjer¨ªa y se abriese expediente de expulsi¨®n", se?al¨® un responsable policial. Otra dificultad procede de los da?os -pintadas, incendio de papeleras, rotura de material-. Las fuentes policiales se?alan que es un problema cuya resoluci¨®n depende b¨¢sicamente de la seguridad privada: "No se puede exigir a los vigilantes que detengan a un carterista, pero s¨ª que persigan a los gamberros".