Clinton asume el equilibrio fiscal

Los vientos del recorte comenzaron a soplar sobre la colina del Capitolio coincidiendo con el triunfo de la revoluci¨®n conservadora en las elecciones legislativas de noviembre de 1994. La toma de las dos C¨¢maras por el Partido Republicano trajo consigo el fervor del equilibrio presupuestario, la cruzada contra el d¨¦ficit p¨²blico y las amenazas de poda radical de los fondos de salud, educaci¨®n y medio ambiente y del sistema de beneficencia.Un a?o y medio despu¨¦s de aquel vendaval queda una brisa, en parte porque los br¨ªos de los congresistas se han suavizado ante el rechazo de la opini¨®n p¨²blica a las reformas m¨¢s radicales, pero tambi¨¦n porque el presidente Clinton ha abrazado parte de los prop¨®sitos del cambio: la Casa Blanca ha hecho suyo el objetivo de equilibrar el presupuesto para el 2002 y est¨¢ de acuerdo en revisar programas y presupuestos que eran vacas sagradas hasta hace muy poco, como el Medicare (asistencia sanitaria y pensiones para la tercera edad) y el Medicaid (asistencia sanitaria para los m¨¢s pobres). Lo que se discute no es si hay que recortar o no, sino cu¨¢l debe ser el alcance de los reportes.

En esta perspectiva, el debate presupuestario in EE UU est¨¢ condicionado por la proximidad de las elecciones presidenciales, y los contendientes deben hilar fino: la filosof¨ªa del adelgazamiento presupuestario es popular entre los ciudadanos, pero sin pasarse: el elector respalda los recortes en los presupuestos de salud, pero nadie quiere que se deteriore la atenci¨®n m¨¦dica de los ancianos. El sistema de welfare da lugar a abusos, pero no se puede eliminar y que las calles se llenen de j¨®venes madres tiradas por las aceras con sus beb¨¦s.

El 26 de abril, con siete meses de retraso, el presidente firm¨® el presupuesto de 1996, en el que se reflejaba un acuerdo m¨ªnimo entre republicanos y dem¨®cratas y que dejaba sin resolver las grandes cuestiones. Los republicanos consiguieron imponer la reducci¨®n o eliminaci¨®n de m¨¢s de 200 programas, con un ahorro de 23.000 millones de d¨®lares, y el aumento en 7.000 millones de los fondos destinados al Pent¨¢gono.

En cuanto a 1997, s¨®lo se conoce, por ahora, el proyecto presupuestario de la Casa Blanca. Clinton propone unos gastos de 1,64 billones de d¨®lares, con un d¨¦ficit de 104.000 millones. Se plantean recortes de 124.000 millones en Medicare y de 59.000 millones en Medicaid, con medidas de alivio fiscal para familias y empresas en caso de que se cumplan las previsiones de reducci¨®n del d¨¦ficit.