Invertir para salir de la crisis

Con el objetivo de apoyar la incipiente recuperaci¨®n econ¨®mica, el Gobierno japon¨¦s ha hecho este a?o una dura apuesta, criticada por numerosos analistas econ¨®micos: aumentar los presupuestos generales a pesar de que eso le obliga a seguir engordando una deuda p¨²blica, ya la mayor del mundo industrializado, que se acerca al 90% del PIB.Seg¨²n numerosos economistas, Tokio ha vuelto a optar para el presente a?o fiscal, que empez¨® en abril, por una pol¨ªtica a corto plazo, eficiente para cubrir viejos agujeros de deudas, pero que condenar¨¢ a Jap¨®n a caer en una gran crisis a principios de la pr¨®xima d¨¦cada.

El Ejecutivo cuenta este a?o con un presupuesto de 75 billones de yenes (unos 93 billones de pesetas), lo que supone un crecimiento del 5,8% respecto al ¨²ltimo ejercicio, y el mayor aumento de los ¨²ltimos cinco a?os. Para ello, y dado el continuado d¨¦ficit fiscal, se ha visto obligado a aumentar su endeudamiento con la emisi¨®n de una cifra r¨¦cord de bonos del Estado por valor de 21 billones de yenes (unos 26 billones de pesetas).

La suma para asuntos sociales sube tambi¨¦n, en un 9,4%, aunque su desglose muestra un retroceso del 4,4% en el ¨¢rea de pensiones. Esta medida, sin embargo, no ha levantado las cr¨ªticas populares que desencadena en otros pa¨ªses debido a que el Gobierno nip¨®n se ha encargado de subrayar la importancia de la salida de la crisis como objetivo nacional prioritario.

El Ejecutivo, consciente de que dirige los destinos del pa¨ªs que a principios del pr¨®ximo siglo tendr¨¢ la mayor tasa de ancianos por la poblaci¨®n activa del mundo desarrollado, ha comunicado ya a la poblaci¨®n que deber¨¢ hacerse cargo de sus propios gastos de seguridad social, para evitar la quiebra econ¨®mica del Estado.

Por su parte, el d¨¦ficit p¨²blico es tambi¨¦n el mayor de las naciones industrializadas, con un 7,5% del PIB estimado para 1997, muy por encima del techo del 3% al que pretenden ajustarse los firmantes del Tratado de Maastricht.