Nostalgia de un ciclismo pasado
Montoya encuentra la libertad en el Motorola, pero echa de menos otros tiempos
"?Pero qu¨¦ haces aqu¨ª Jes¨²s, si a t¨ª nunca te ha gustado el Tour?", le vocea desde unos metros Cubino. "Si siempre hab¨ªa que traerte a rastras". "Pues esta vez te equivocas", le responde Montoya. "Ya en febrero ped¨ª que me metieran en el equipo del Tour". "Bah, eso lo dices porque hay periodistas delante", concluye Cubino Pero no, Montoya, el veterano ciclista murciano que corre este a?o en el Motorola norteamericano, habla en serio. Este a?o ha preparado toda la temporada con s¨®lo el Tour como objetivo.Qui¨¦n se lo iba decir a ¨¦l, al hombre al que s¨®lo Rominger pudo apartarle de ganar una Vuelta, al ciclista que odiaba el Tour, su dureza y su calor, que a los 33 a?os iba a correr voluntario la carrera francesa. Todo ha sido por el cambio de equipo que, en su caso y este a?o, no ha sido simplemente estrenar un maillot diferente. "Ya pod¨ªa haber dado antes con ¨¦stos", dice. "Los americanos viven el ciclismo de otra manera. Dejan a cada corredor con su responsabilidad, no est¨¢n todo el d¨ªa apret¨¢ndote si no legan los resultados". Montoya aspira a dejarse ver y a intentar algo en una etapa de media monta?a. A estar ah¨ª, como se dice.
Motorola rescat¨® a Montoya para el ciclismo a finales de la pasada temporada, cuando el murciano ya pensaba en una retirada anticipada. Las restricciones econ¨®micas en el Banesto le dejaron en la calle, y su cachet era demasiado alto como para que otro equipo espa?ol le pudiera fichar. En el equipo americano, adem¨¢s, Montoya ejerce de instructor para los j¨®venes. A su lado tiene d¨ªa y noche al joven -23 a?os- gigante -m¨¢s de 1,90- George Hincapi¨¦, un aprendiz de sprinter que ha llegado al Tour para ver c¨®mo son las peleas con Cipollini de cara a Atlanta. "Si quieres tirarlo", le dice en broma Montoya, "tienes que estar siempre detr¨¢s de ¨¦l, para que no pueda verte cuando le empujas".
Esta tarea, sin embargo, no apaga la mirada nost¨¢lgica que Montoya lanza sobre el ciclismo actual. "Ya quedamos pocos aut¨¦nticos", lamenta, "somos contados los de m¨¢s de 30 a?os, la gente con la que puedes pas¨¢rtelo bien en el pelot¨®n. Ahora los j¨®venes son m¨¢s serios e individualistas. S¨®lo buscan resultados. Son un chollo para los directores, que les pueden apretar las tuercas cuanto quieran. Son v¨ªctimas de la competitividad y no se hacen amigos de nadie que no sean ellos mismos. Una l¨¢stima".
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