Despu¨¦s de esperarlo tanto

Aqu¨ª te espero. Chequia se instal¨® en el borde de su ¨¢rea y le dej¨® el resto del campo y el bal¨®n a Alemania. Marc¨® al hombre a Klinsman y a Kuntz y se sinti¨® c¨®moda en su papel. Es un equipo que contraataca bien.All¨¢ voy. Alemania acept¨® el reto. Le obligaban la historia y su condici¨®n de favorita. Carg¨® con el peso del partido pero no encontr¨® juego fluido. Sammer intentaba organizar la maniobra desde atr¨¢s, Klinsman se mov¨ªa bien arriba y Ziege aportaba bastante en su banda, pero en el resto del equipo hab¨ªa poca colaboraci¨®n.

Nedved. La palanca de Chequia. Se situaba como medio de contenci¨®n pero se desenganchaba con rapidez y se reun¨ªa muy bien con Poborsky y Kuka, dos hombres ideales para el contraataque. Juntos sembraron el p¨¢nico varios veces en el ¨¢rea alemana o en sus proximidades.

La rabia alemana. Tras el gol checo, de penalti injusto, Alemania puso en juego lo que le estaba faltando: un punto de rabia. Eso le sirvi¨® para llevarse por delante a tos checos. Alcanz¨® el empate pero le falt¨® tiempo para ganar.

Por inercia. El descanso entre partido y pr¨®rroga no cambi¨® las cosas. Alemania mantuvo la inercia ganadora. Uno de sus hombres frescos, Bierhoff se anot¨® el gol de oro, que despu¨¦s de tanto hacerse esperar result¨® un engendro: el remate del delantero alem¨¢n tropez¨® en Hornack, se le escurri¨® a Kouba y encontr¨® a Kuntz en fuera de juego posicional, para agitar las pol¨¦micas. Despu¨¦s de esperarlo tanto...