Un problema en las cuerdas vocales es el origen de algunos casos de tartamudez
La Jim¨¦nez D¨ªaz relaciona trastornos del movimiento y dificultad de lenguaje
La tartamudez podr¨ªa deberse, en algunos casos, a una diston¨ªa o movimiento anormal de las cuerdas vocales y no a un problema de pronunciaci¨®n de car¨¢cter psicol¨®gico, como se pensaba hasta ahora. Seg¨²n las conclusiones de un estudio epidemiol¨®gico realizado por el servicio de neurolog¨ªa de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz, entre los dist¨®nicos o en sus familias el ¨ªndice de tartamudez es mayor de lo normal. Pedro Garc¨ªa Ruiz, participante en el estudio, explica que "es estad¨ªsticamente significativo que la tartamudez es un tipo de diston¨ªa, un equivalente dist¨®nico o una diston¨ªa frustrada, lo que significa que los dist¨®nicos tienen una mayor propensi¨®n a padecer tartamudez, no que los tartamudos sean dist¨®nicos".
Garc¨ªa Ruiz a?ade que el 90% de las tartamudeces infantiles, lo mismo que muchos, tics, no tienen importancia y se curan solas, por lo que conviene preocupar innecesariamente a los ni?os; aunque recomienda visitar al neur¨®logo si la tartamudez es severa, porque en caso de ser un primer s¨ªntoma de diston¨ªa cuanto antes se detecte m¨¢s efectivo ser¨¢ el tratamiento.
Las diston¨ªas infantiles son las m¨¢s graves porque se generalizan extendi¨¦ndose a otras partes del cuerpo. Los princ¨ªpiales s¨ªntomas de alerta en los ni?os son el andar con dificultades o de un modo extra?o, as¨ª como echar el brazo hacia atr¨¢s o doblar la mano al agarrar el bol¨ªgrafo.
Movimientos anormales
Cuando se presenta en adultos la diston¨ªa no evoluciona tanto y suele ser focalizada (en p¨¢rpados, cuello, lengua, pierna, etc¨¦tera) o segmentaria (afectando ¨®rganos contiguos). Los primeros s¨ªntomas en los mayores son posturas anormales de cualquier parte del cuerpo, gui?os excesivos, dificultad para abrir los ojos, movimientos descontrolados de la lengua, desviaciones del cuello, etc¨¦tera.Los diferentes movimientos musculares anormales incapacitan a muchas personas para llevar una vida normal, adem¨¢s de suponer un serio problema est¨¦tico; y si bien en algunos casos mejoran con los, tratamientos, ni su curaci¨®n es a¨²n posible ni su origen conocido.
En la antig¨¹edad se atribu¨ªan a posesiones demoniacas y se solucionaban conduciendo a la hoguera quienes los padec¨ªan. Hoy en d¨ªa perdura la desinformaci¨®n sobre el tema y se siguen relacionando err¨®neamente con problemas mentales o de personalidad.
Garc¨ªa Ruiz afirma que "lo m¨¢s frecuente es atribuir los movimientos anormales a factores psicol¨®gicos. Muchas veces se acusa a personas que los padecen de hacerlos de forma voluntaria, o- se martiriza a los ni?os con tratamientos de relajaci¨®n, fisioterapia y psiquiatr¨ªa, cuando la ¨²nica soluci¨®n es consultar a un neur¨®logo, a ser posible especializado".
La causa de estas disfunciones son alteraciones qu¨ªmicas de neurotransmisiones tales como la dopamina, una sustancia que reside en los ganglios basales. Estas estructuras son n¨²cleos de neuronas situados en el centro del cerebro y que se encargan de efectuar el control de los movimientos autom¨¢ticos (la corteza, m¨¢s desarrollada, dirige los movimientos conscientes). La localizaci¨®n de los movimientos anormales se corresponde con la zona del cerebro donde se produce la alteraci¨®n.
En general, el exceso de dopamina se asocia a los s¨ªndromes hipercin¨¦ticos, que se caracterizan por un incremento de la movilidad: temblor esencial, mioclonias, tics, coreas y diston¨ªas; mientras que su carencia provoca diversos s¨ªndromes hipocin¨¦ticos que reducen los movimientos, siendo el m¨¢s conocido el Parkinson.
La mayor¨ªa de estas disfunciones tienen un componente hereditario, que se puede prevenir pidiendo consejo gen¨¦tico; y en general son bastante frecuentes, sobre todo las que afectan a los ancianos.
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