El turista sorpresa

Miles de extranjeros recalan en Madrid. Su estancia corre paralela a su iniciaci¨®n en los vericuetos de la capital; un recorrido que incluye, adem¨¢s de la inevitable plaza Mayor y el palacio de Oriente, lugares que resultan sorprendentes para el propio madrile?o. Por ejemplo, un joven de Par¨ªs y otro de Toronto amanecieron con la cabeza en los pies. Horas despu¨¦s, sus pasos les llevaron al mostrador de una de las zapater¨ªas m¨¢s cl¨¢sicas de Madrid, Lorenzo M¨¢rquez y Gloria Castellanos, productores de los zapatos m¨¢s solicitados por los j¨®venes de mejor familia, en los setenta, m¨¢s conocidos como ni?os peras. No era una visita casual, aunque a la propietaria le sorprendi¨® que los turistas subrayaran en su cuaderno de viaje tan particular escala. "Sobre todo, el canadiense", explica Gloria Castellanos. "Su abuelo conoc¨ªa nuestras tiendas y le insisti¨® mucho. Los turistas s¨ª que pasan por, la tienda de Gran V¨ªa. Los estudiantes de toda Espa?a son nuestros mejores clientes", dice Castellanos.El reposo del viajero depende del estado de cada bolsa de viaje. Si las cuentas lo permiten, hay correcaminos que hacen del sue?o un paseo por la historia. Agosto no es el m¨¢s rentable de los meses para el coqueto hotel M¨®naco, pero la habitaci¨®n 23, donde se cuenta que durmi¨® Alfonso XIII, casi siempre est¨¢ ocupada. "Es l¨®gico, este hotel figura en el Time Out [revista de ocio editada y publicada en Londres]; nuestros hu¨¦spedes no son los t¨ªpicos mochileros", comenta Juan, el discreto recepcionista. En recepci¨®n se inscriben, sobre todo, parejas ansiosas por reposar bajo un cielo de espejos con un siglo de antig¨¹edad. "?Edades? Todas. En general, brit¨¢nicos. Pero los m¨¢s sorprendidos al ver habitaciones como la siete, en rosa y m¨¢rmol, con ba?era frente a la cama, son los americanos", dice Juan.

En el hotel Emperador, de la Gran V¨ªa, se resisten a vocear demasiado su tesoro, una piscina con vistas de atalaya a la calle m¨¢s emblem¨¢tica de Madrid. Los peregrinos inmortalizan el paisaje de forma compulsiva. "En verano, japoneses y coreanos. Desde arriba ven la catedral de la Almudena, el Palacio Real y toda la Casa de Campo, pero no queremos que se masifique", dice una recepcionista del hotel.

Zarko es alem¨¢n de padres yugoslavos. Tiene 23 a?os, estudia castellano en la academia Euskera, de la calle de Arenal, y las cuatro semanas que ya ha pasado en Madrid no le libran de su condici¨®n de turista. Superada por aburrimiento la rutina del reci¨¦n llegado -Prado de d¨ªa, discoteca de noche-, se interesa por cierta arquitectura madrile?a, de barrios que ¨¦l denomina suburbios. "Me encanta La Latina y un bar con terraza en el tercer piso llamado El Viajero. He recorrido con detalle el edificio Madrid 2 en La Vaguada, y me llamaron mucho la atenci¨®n Torre Picasso y el estadio Santiago Bernab¨¦u", dice Zarko.

Pero el mejor hallazgo ha sido un camarero campechano que nutre los piscolabis de toda la academia. Atiende en el Museo del Jam¨®n, frecuentado con el mismo inter¨¦s que una pinacoteca y mucho m¨¢s deleite. A Zarko le gustan los cines Ideal y la Filmoteca modernista, c¨¦ntrico cine Dor¨¦.

Pablo Neruda, coleccionista insaciable de casas, entre otras cosas, no dejaba una ciudad sin recorrer antes sus ferreter¨ªas, colmados que adoraba tambi¨¦n Julio Cort¨¢zar. M¨¢s que sorpresa, sobresalto el que sinti¨® ¨¦sta cronista cuando una uruguaya se le acerc¨® mapa en mano solicitando la direcci¨®n exacta de una cl¨ªnica de cirug¨ªa est¨¦tica con magn¨ªficas ofertas en lipoaspiraci¨®n abdominal. O el cin¨¦filo que quiso saber d¨®nde rod¨® Almod¨®var su pel¨ªcula ?Qu¨¦ he hecho yo para merecer esto? Los americanos se pirran por las porcelanas Lladr¨®.

El turismo familiar, d¨®cil a la propaganda de su hotel, se acerca hasta el Acuario y pretende llevarse en la valija la tortuga bicentenaria o alguno de los gremlins, castizos de nacimiento.

La piscina municipal de la Elipa recibe, sobre todo, visitantes ingleses. A Gerardo Mediavilla, encargado de las relaciones externas de la instalaci¨®n, le consta su dedicaci¨®n a la pr¨¢ctica del b¨¢dminton, pero no se arriesga a asegurar cu¨¢nto son de atrevidos los turistas para broncearse en traje de Ad¨¢n o Eva, como si el solarium nudista fuera un para¨ªso.

En el cementerio de la Almudena tampoco registran las visitas a las tumbas de famosos que han pasado a mejor vida, pero los propios turistas dan por buena la sugerencia de visitar la tumba de Lola Flores. El recoleto, cr¨ªptico y bonito Cementerio Brit¨¢nico, en Carabanchel, recibe muchas peticiones de visitas, casi siempre de tortuosa tramitaci¨®n.

A la Mezquita situada en la M-30, sin embargo, se entra con la soltura de lo gratuito. En sus oficinas dicen: "No todas las visitas son de. musulmanes. Hay muchos ingleses y franceses". Cuesti¨®n de vi¨¢tico. Con la bula de Al¨¢, la buena cocina de su restaurante ha cruzado fronteras, no s¨®lo de Madrid. Pero no se sirve alcohol. Los dos templos musulmanes en Tetu¨¢n y la M-30 figuran en los inventarios oficiales de turismo.

Centros como FNAC, por descontado El Corte Ingl¨¦s, las perfumer¨ªas Butrague?o, donde el padre de nuestro querub¨ªn ex madridista sigue regalando fotos autografiadas de su cada vez menos ni?o prodigio, exprimen las divisas de los trotamundos. Las avispadas tiendas Todo a Cien ya ofrecen souvenirs a poco m¨¢s de 20 duros. Concretamente, en la calle de la Cruz. El karaolce Kyoto es una torre de babel. Se puede ser cantante nada menos que en seis lenguas. ?Qu¨¦ hace un grupo de turistas orientales en un sitio como ¨¦se? ?Matar con gorgoritos la nostalgia? M¨¢s razonable resulta ver for¨¢neos en La Corrala. En Informaci¨®n Tur¨ªstica del Ayuntamiento de Madrid (588 29 00). Su coordinador, Sixto L¨®pez, colecciona disparates: ?Por qu¨¦ no se ven toreros en las calles de Madrid? ?Vive el Rey en el palacio de Oriente?, ?por qu¨¦ en un castillo? ?Me sirve un vaso de despacho (gazpacho) ?"Ciego" en espa?ol se dice ONCE? ?El oso del madro?o est¨¢ en el zoo? ?Puedo llegar e metro hasta Guadalajara? Por favor, ?la plaza de San Marcos? ?La catedral de la Morena (Almudena)? ?Toledo tiene playa ?Y Sevilla?

Museo Tiflol¨®gico. La Coru?a, 18 (Metro Estrecho). 571 12 36. Cines en versi¨®n original: v¨¦ase cartelera. Hotel Emperador. Gran V¨ªa, esquina a San Bernardo (Metro Callao). 547 28 00. Hotel M¨®naco. Barbieri, 5. 522 46 3 (Metro Chueca o Banco). Polideportivo de la Elipa. O'Donnell, s/n 430 35 11. La Corrala. Mes¨®n de Paredes, 65 (Metro Lavapi¨¦s). Mezquita de Abu Bakr. Anastasio Herrero, 7 57140 40. (Metro Estrecho). Centro Cultural Isl¨¢mico M-30. Salvador de Madariaga, 4. 326 26 10 (Metro Parque de las Avenidas). Karaoke Kyoto. Doctor Fleming, 50, (Metro Plaza de Castilla) Zapater¨ªas Castellanos Gran V¨ªa, 11. 53182 73. (Metro Sevilla). Lope de Rueda, 57 (Metro Ibiza). Acuario de Madrid. Maestro Victoria, 8. 5318172 (Metro Sol). Museo Chicote. Gran V¨ªa, 12 (Metro Sevilla 532 67 37. Cementerio Nuestra Se?or de la Almudena. Avenida de Daroca. 510 84 47. Localizaci¨®n de ?Qu¨¦ he hecho yo para merecer esto? Entre Virgen del Val y Virgen del Portillo. Metro Barrio de la Concepci¨®n.

En el cementerio de la Almudena, los turistas dan por buena la sugerencia de visitar la tumba de Lola Flores