El hijo del Piloto y el ritmo refinado
No se equivocaba Giraldo Piloto Barreto cuando abandon¨® las filas de NG La Banda y, m¨¢s tarde, al renunciar a ocuparse de la intendencia del grupo de Issac Delgado. De paso la m¨²sica de Cuba gan¨® una nueva opci¨®n: Klimax, orquesta de 13 elementos, que todav¨ªa no es la favorita del p¨²blico cubano pero que ya goza del m¨¢ximo respeto de sus colegas m¨²sicos.Un ojo asomando por el agujero de la cerradura, y el t¨ªtulo de su primer disco, Mira si te gusta, presidieron la presentaci¨®n de Klimax. Cuentan que Giraldo Piloto, un risue?o compositor, arreglista y bater¨ªa, de incipiente peinado rasta e impecablemente trajeado, dif¨ªcilmente pasa desapercibido por las calles de La Habana.
Aunque metido en faena, no le afecta en absoluto el virus del exhibicionismo ante el que su cumben los sistemas inmunol¨®gicos de tantos artistas. Permanece siempre en segundo plano, d¨¢ndole a las baquetas, y pendiente de todo lo que sucede entre sus instrumentistas y los tres cantantes.
Klimax
Patio Central del Conde Duque. Madrid, 28 de agosto.
Alguno ech¨® en falta las coreograf¨ªas de la Charanga Habanera, la sencillez contagiosa del M¨¦dico o esa costumbre tan en boga de llenar el escenario de mulatas capaces de mover las caderas y lo que se tercie. Con Klimax, la m¨²sica es lo ¨²nico realmente importante. Por ese lado nadie pudo quejarse.
El hijo de Giraldo
Este Piloto es hijo de aquel otro Giraldo que, junto a Alberto Vera, escribi¨® en su tiempo boleros de ¨¦xito hace m¨¢s de 30 a?os.Pero hoy en d¨ªa son muy pocos los j¨®venes a los que les importa que el progenitor de su Piloto hiciese las delicias de sus pap¨¢s. Porque los cubanos se han lanzado de cabeza a la salsa y no hay rinc¨®n de la isla que haya escapado a esa marea. Adem¨¢s, la est¨¢n exportando. Ni Cuba tiene mejores embajadores ni los mayoristas tur¨ªsticos pod¨ªan so?ar con vendedores m¨¢s eficaces.
Piloto y Klimax cuentan historias de vecinas como "esa que tiene un novio para hablar o entretenerse en noches de apagones" que dan pistas sobre la realidad singular y cotidiana del pueblo cubario. Letras que ofrecen una visi¨®n de las relaciones entre los sexos tan aparentemente primitiva como curiosamente atinada, sin caer en lo chabacano.
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