La Casa Blanca advierte a Irak que su acci¨®n tendr¨¢ consecuencias
El presidente norteamericano, Bill Clinton, enfrascado en una intensa campa?a electoral en Estados Unidos, sigue con gran preocupaci¨®n la situaci¨®n en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª. Una acci¨®n militar sin resultados podr¨ªa tener efectos devastadores para su reeleci¨®n. Su jefe de gabinete, Leon Panetta, prometi¨® ayer que "habr¨¢ una respuesta" al desaf¨ªo de Sadam Husein, pero no especific¨® cu¨¢l ni cu¨¢ndo. Estados Unidos trata de vincular a sus aliados, Francia y Reino Unido, en la soluci¨®n de la crisis.
El Gobierno norteamericano asiste con desconfianza al desarrollo de los acontecimientos en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª. La incertidumbre sobre los movimientos de las tropas de Sadam Husein hace que se mantenga el estado de alerta y el refuerzo de la presencia militar de EE UU en la zona. La Casa Blanca contempla con escepticismo los anuncios de retirada de los soldados iraqu¨ªes. Lo complejo de la situaci¨®n, despu¨¦s de la alianza de una de las facciones kurdas con el Gobierno de Bagdad, hace que EE UU mantenga consultas con sus aliados y desarrolle una intensa actividad diplom¨¢tica en el golfo P¨¦rsico. Todo ello obliga al presidente Clinton, ya metido en la campa?a electoral, a estar dispuesto a afrontar situaciones imprevisibles que podr¨ªan arriesgar su importante margen de ventaja en los sondeos.
Media docena de llamadas
Clinton, agotado despu¨¦s de la fren¨¦tica actividad pol¨ªtica de las ¨²ltimas dos semanas y de la convenci¨®n de Chicago, pas¨® la jornada de ayer en Little Rock, aprovechando que hoy, D¨ªa del Trabajo, es fiesta nacional. A¨²n as¨ª, el presidente mantuvo continuas comunicaciones telef¨®nicas con Washington, con el jefe del Consejo de Seguridad Nacional Anthony Lake, con el secretario de Estado, Warren Christopher, y con media docena de dirigentes de la comunidad internacional Fuentes de la Casa Blanca se?alaron que Clinton hab¨ªa hablado con el presidente franc¨¦s, el canciller alem¨¢n y el primer ministro brit¨¢nico, y con los l¨ªderes de Arabia Saud¨ª, Jordania y EgiptoSeg¨²n informaciones de los medios de comunicaci¨®n no confirmadas oficialmente por el Pent¨¢gono, el general John Shalikashvili, jefe de la Junta de Estado Mayor, se encontraba ayer en Arabia Saud¨ª para analizar sobre el terreno la situaci¨®n en Irak. Estados Unidos dispone en el Golfo de 23.000 hombres y mujeres, 22 nav¨ªos de guerra, 150. aviones de combate en bases a¨¦reas terrestres y otros 70 sobre un portaaviones y 20 helic¨®pteros de ataque.
Leon Panetta, jefe de gabinete de la Casa Blanca, admiti¨® ayer que altos funcionarios de EE UU est¨¢n a punto de salir hacia el golfo P¨¦rsico para mantener contactos con los aliados. Panetta no fue mucho m¨¢s preciso en sus amenazas: "Habr¨¢ una respuesta. Sadam Husein sigue constituyendo una amenaza para su propio pueblo y para la regi¨®n. Hemos dejado claro que esto es inaceptable".
El vicepresidente Al Gore, que asume amplias competencias en pol¨ªtica exterior, reconoci¨® que esta situaci¨®n "es m¨¢s complicada y requiere una cuidadosa obervaci¨®n, plenas consultas con los aliados y cuidadosos an¨¢lisis".
Hay escepticismo sobre los anuncios de retirada de la Guardia Nacional de los alrededores de la ciudad de Arbil. En palabras de Mike McCurry, "dadas las provocaciones de Irak, no concedemos demasiada credibilidad a esas informaciones".
Con la maquinaria militar en estado de alerta en el golfo P¨¦rsico, el Pent¨¢gono ha movido otras piezas en las ¨²ltimas horas para reforzar su dispositivo b¨¦lico. En tres bases de EE UU se encuentran, listos para actuar, grupos de intervenci¨®n inmediata de la Fuerza A¨¦rea. Cuatro bombarderos B-52 se han estacionado en Guam para estar m¨¢s cerca del Golfo en caso de que haya ataque.
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