Estrategia de reparto italo-franc¨¦s

Esta edici¨®n de la Mostra (afortunadamente la ¨²ltima que dirige, con su confusa concepci¨®n de un festival de cine a la altura de los graves presagios que amenazan a este arte en los a?os que se avecinan, el amable y sonriente Gillo Pontecorvo) merecer¨ªa toda ella un Le¨®n Negro, pues este noble encuentro internacional se ha convertido -en un proceso de deterioro galopante- en un festivalillo hilvanado y dom¨¦stico, destinado por los dirigentes del cine italiano; en connivencia con los astutos responsables del cine franc¨¦s, a servir de escaparate art¨ªstico encubridor de una jugada estrat¨¦gica a ras de suelo, destinada a asegurarse a d¨²o el dominio de los entresijos financiadores del cine de la Uni¨®n Europea.No hace falta decir que la pol¨ªtica de abandono y desamparo anunciada, contra el cine espa?ol, por el Gobierno espa?ol hace un par de meses, le viene a esta jugada como un anillo de encargo al dedo indicador de este descarado reparto de influencias y poderes, comprensible en el poderoso tinglado del cine franc¨¦s, pero desproporcionado para un cine tan clamorosamente deficiente y endeble como el italiano, que no logra salir del sepulcro que pol¨ªticos y dirigentes televisivos han cavado para el de unos a?os a esta parte.

Festival conjunto

En las conclusiones del comunicado conjunto dado a conocer tras la ¨²ltima reuni¨®n, celebrada aqu¨ª, de las nutridas delegaciones de cineastas, productores y pol¨ªticos. franceses e italianos, que han viajado a Venecia para sancionar una pol¨ªtica de ayudas y de autoprotecci¨®n rec¨ªproca para sus cinematograf¨ªas, se- anuncia, adem¨¢s de un festival conjunto anual a la manera del que Hollywood tiene montado en Deauville, una llamada a las cadenas televisivas de ambos pa¨ªses para que aumenten su ya importante cobertura financiera a_la producci¨®n.

Y otra llamada a los manantiales de dinero (estatales y de la UE) para que "sostengan" (la palabra lo dice todo) activamente a los productores y distribuidores de ambos pa¨ªses, "utilizando fondos de ayuda, cr¨¦ditos desgravados y desgravaciones fiscales" mayores de las existentes. Es decir, dinero p¨²blico, (nacional y de UE) en cantidades m¨¢s que holgadas y que garanticen el crecimiento de ambas industrias. Todo lo contrario que presagian los sondeos llevados a cabo este verano por el Gobierno espa?ol, que as¨ª regala sus propios espacios y se apunta a ocupar un lugar en la cola de la aportaci¨®n europea a una imagen universal de Europa.