Angu¨ªta amenaza con reclamar la rep¨²blica, el federalismo y la autodeterminaci¨®n
El comunismo no ha muerto. Vive y puede evolucionar nuestro pa¨ªs. Julio Anguita, secretario general del PCE, lanz¨® ayer en la fiesta anual del partido una advertencia a las dem¨¢s formaciones parlamentarias: el PCE aparc¨® "transitoriamente" la reivindicaci¨®n "irrenunciable" de la rep¨²blica como forma de Estado, pero, si la "degradaci¨®n democr¨¢tica contin¨²a" abandonar¨¢ el pacto constitucional y pedir¨¢ la autodeterminaci¨®n y la rep¨²blica.
?Dijo lo de siempre? Julio Anguita siempre da un paso m¨¢s. El discurso de ayer, pronunciado en un recinto ferial que cada vez muestra m¨¢s el abandono municipal, va m¨¢s all¨¢ de su ¨²ltimas declaraciones. Mantiene las constantes de su mensaje, pero el secretario general del PCE, que maneja la Constituci¨®n como si fuera el manifiesto comunista, denunci¨® los incumplimientos de la Carta Magna para terminar anunciando que, puestos as¨ª, el PCE abandonar¨ªa el consenso constitucional asumido en su d¨ªa.No es una frase producto del calor de un mitin. El discurso de Anguita estaba escrito, medido. Lo que ocurre es que el l¨ªder comunista ve cada vez m¨¢s alejado aquel modelo que hizo al viejo PCE abandonar muchos de sus m¨¢s firmes principios para en trar en la senda constitucional. El PCE hizo un, esfuerzo "por el consenso " y renunci¨® a reivindicaciones como la forma de Esta do. Acept¨® la monarqu¨ªa. Bien est¨¢. Pero ayer Anguita, en un discurso cargado de reproches advirti¨® que todo es revisable y que, si el PCE releg¨® a un segundo plano su reivindicaci¨®n de un Estado republicano, lo hizo de forma "transitoria". En ese escenario festivo de la Casa de Campo, ante viejos militantes y j¨®venes airados, Anguita record¨® a los "camaradas y amigos" que el PCE sigue manteniendo sus tres principios b¨¢sicos: un Estado federal, el derecho a la autodeterminaci¨®n y' la forma de Estado republicano. "El PCE", remach¨®, "es republicano". Luego, en su ya vieja f¨®rmula did¨¢ctica, explic¨® por qu¨¦ el PCE acept¨® estar en el consenso constitucional. El PCE acept¨® porque la Constituci¨®n recogi¨® principios que apoyaban los comunistas: derecho al trabajo, al pleno empleo, sanidad p¨²blica, defensa del medio ambiente, derecho a la vivienda, pensiones adecuadas... Pero todos esos principios de igualdad, solidaridad, justicia, han sido vulnerados, ignorados u olvidados. Todo empez¨® con el PSOE, pero ha continuado con el PP.Reproches a Aznar
El secretario general del PCE dedic¨® a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar una buena dosis de amargura. Sobre todo, por su negativa a desclasificar los papeles del Cesid. ?Por qu¨¦ Aznar no facilita esos y otros papeles? Ayer plante¨® dos hip¨®tesis: "O el se?or Aznar y sus compa?eros de partido mintieron y enga?aron en su campa?a electoral o, al intentar abordar desde el Gobierno la puesta en marcha de sus promesas electorales, se encontraron con presiones, objeciones o amenazas ante las cuales han cedido".
Hay, dijo, una involuci¨®n democr¨¢tica, hay un intento de "conseguir un pueblo sumiso y resignado". La complicidad de las fuerzas pol¨ªticas se llama "prudente moderaci¨®n" o "sentido com¨²n". Y se invoca la raz¨®n de Estado, que, en palabras de Anguita, siempre ha sido "ocultaci¨®n o amparo de delincuentes".
?Qu¨¦ hacer? Anguita s¨®lo encuentra una soluci¨®n: la recomposici¨®n unitaria de la izquierda espa?ola para dar una respuesta masiva, continuada y amplia. Para ello, el secretario general del PCE pidi¨® que las sedes del partido se abrieran a todos los ciudadanos. "No son de nuestra propiedad son de todos", y llam¨® a la movilizaci¨®n "en vuestro trabajo, vuestros barrios, movilizaci¨®n para ocupar la calle". Pero Anguita no pudo evitar matizar el concepto de unidad: no puede hacerse en base a siglas "o a fotos de familia" (fuertes aplausos). La unidad, dijo, hay que hacerla desde propuestas alternativas.
Y dej¨® para el final una advertencia que realiz¨® tras un largo pre¨¢mbulo en el que destac¨® la "serenidad", la "tranquilidad" y la "firmeza" con que hab¨ªa que hacer una exposici¨®n como ¨¦sta.
El PCE, dijo Anguita, "ha mantenido el pacto constitucional -ese consenso no escrito que permiti¨® la transici¨®n- con una ejemplaridad a todas luces demostrada". Pero no todos cumplen con ese pacto. Hay "poderes econ¨®micos, fuerzas pol¨ªticas, grupos sociales y colectivos enquistados en los aparatos del Estado con pr¨¢cticas anticonstitucionales". Y quienes est¨¢n obligados a desarrollar el Estado democr¨¢tico no lo hacen. En consecuencia, dijo el secretario general del PCE, si esto contin¨²a as¨ª, el PCE "se considerar¨¢ libre de consensos y, denunciando el incumplimiento de los dem¨¢s, pondr¨¢ en la primera l¨ªnea de su propuesta contenidos y f¨®rmulas de Estado enraizados en nuestra teor¨ªa pol¨ªtica": Estado federal, derecho de autodeterminaci¨®n y la rep¨²blica como forma de Estado.
Las ansias republicanas de Anguita tuvieron amplio eco entre los miles de personas que llenaban el acto central de la fiesta comunista. Aquello fue un ondear de banderas -alguna republicana pero con el escudo constitucional- y gritos de apoyo a esa evocaci¨®n del l¨ªder del PCE.
Los aplausos se repitieron cuando Anguita se refiri¨® a medidas del Gobierno que atacan el derecho a la insumisi¨®n. Porque en el mitin hab¨ªa numerosos j¨®venes que luego aplaudir¨ªan con entusiasmo el anuncio de que "en cinco minutos, con vosotros, Manolo Tena".
Cosas que nunca cambian
Mojitos, chorizos a la brasa y coloquios y conferencias. De todo. En la fiesta del PCE de 1996 se auxilia tanto al cuerpo como al esp¨ªritu. Y lo mismo puede comprarse una camiseta para ayudar a salvar el planeta como afiliarse al Partido Comunista de Espa?a.Es verdad que las cosas han cambiado y ya no se rifan viajes a Pek¨ªn como en 1984, ni excursiones a Bulgaria -que ya no es lo que era- si se compra el bono de la fiesta con la suficiente antelaci¨®n. Eso era antes.
Pero la Fiesta del PCE sigue con ese aire de romer¨ªa, muy cercano a aquella vieja Feria del Campo. Y siguen las parejas de matrimonios dando vueltas por las casetas. Ahora son de veteranos comunistas que, un a?o m¨¢s, celebran su fiesta y mantienen vivo el esp¨ªritu del viejo PCE. Aunque a veces tuerzan el gesto ante un chaval con el pelo en cresta almidonada y vaqueros desgastados. "?C¨®mo cambia esto!", suspiran. Luego, cogidos del brazo, se alejan camino del mitin.
All¨ª, en el mitin, la emoci¨®n ser¨ªa la de siempre. Nada ha cambiado para esos militantes que escuchan con devoci¨®n a Julio Anguita y aplauden y se emocionan y gritan y jalean sus palabras. Nada ha cambiado en eso.
Y cuando las notas de la Internacional resuenan por los altavoces y todos levantan el pu?o, ellos entonan los viejos versos que hablan de unidad, de confraternidad, de humanidad. De cosas por las que no pasa el tiempo.
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