El belga que gan¨® por su mujer

La v¨ªspera de que comenzara el ¨²ltimo Tour, el Mapei convoc¨® una conferencia de prensa. Acudieron Museeuw, Rominger y Olano. Los periodistas se lanzaron a por el suizo y el espa?ol. Ni una sola pregunta se le hizo al belga, que aburrido y deconcertado se levant¨® de la mesa a la mitad y se larg¨®. Igual que no pintaba mucho en la presentaci¨®n, el hombre que dio ayer a B¨¦lgica su 24? Mundial tambi¨¦n fue un pulpo en un garage durante la carrera. Ni se meti¨® en un sprint. Tan bajo de moral estaba el hombre, que quiso abandonar antes de que se acabara, pero el director le dijo que no lo hiciera: el Mapei era el ¨²nico equipo que pod¨ªa terminar la carrera con todos los corredores. As¨ª es el nuevo campe¨®n del mundo: individualista, sensible y solidario.Museeuw es individualista porque el suyo es el caso del ciclista que quiso trascender de su destino. Llamado a ser un sprinter m¨¢s de los que salen por docenas de la llana B¨¦lgica, Museeuw se rebel¨®: ser¨ªa algo m¨¢s. No ser¨ªa un nuevo Merckx, pero tampoco un tuercebotas alimentado en kermesses. Lo suyo eran las grandes cl¨¢sicas. Para ello se tuvo que buscar la vida y acab¨® en un equipo italiano.

Solidario lo es en sus declaraciones. "Yo s¨®lo sal¨ª para ayudar a Axel Merckx", dijo tras ganar. "Pero en esta carrera se trataba de actuar antes que de contraatacar. Me met¨ª en la escapada y pude resolver".

Tras terminar la Par¨ªs-Tours, la cl¨¢sica en la que confirm¨® su triunfo por segundo a?o consecutivo en la Copa del Mundo, Johan Musceuw tuvo una crisis de sensibilidad. "Dejo el ciclismo", dijo. "No aguanto m¨¢s este mundo". Sin mencionarlo, Museeuw se refer¨ªa al extra?o mundo del nuevo ciclismo: corredores-guadiana por todas partes. Inesperados bajones y m¨¢s inesperados crescendos en demasiados corredores. Temporada largu¨ªsima para los ciclistas viejos. Sin embargo, supo hallar un compromiso con su sensibilidad. "Mi mujer me convenci¨® de que deb¨ªa seguir". As¨ª que el campe¨®n de B¨¦lgica gan¨® el Mundial por su mujer.

Los italianos se sonr¨ªen. No olvidan el desenlace de la Par¨ªs-Roubaix. Tres mapeis escapados: dos italianos (Tafi y Bortolami) y Museeuw. El patr¨®n, italiano, orden¨® que ganara el belga. As¨ª que, seg¨²n ellos, Museeuw ni es sensible ni es solidario. Es un individualista pesetero y envidioso. "Eso de que se retiraba lo mont¨® s¨®lo para negociar un contrato mejor con el mapei", sentencia un periodista italiano.

Sin embargo, visto el resultado del Mundial -la octava gran cl¨¢sica en el historial de Museeuw: dos Tours de Flandes, una Par¨ªs-Roubaix, dos campeonatos de Z¨²rich, una Par¨ªs-Tours y una Amstel Gold Race-, no queda claro qui¨¦n es m¨¢s envidioso.