Investigadores espa?oles detectan el virus de la hepatitis G en hemoderivados

Evidencias del virus de la hepatitis G (VHG) han sido detectadas por primera vez en hemoderivados, por un equipo de investigadores espa?oles dirigido por Vicente Carre?o, jefe de Hepatolog¨ªa de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz de Madrid. De momento, los autores del hallazgo no han percibido en las prote¨ªnas virales encontradas la capacidad suficiente para infectar a quienes utilizan dichos productos, por lo cual consideran prematuro alertar contra su empleo.Los responsables de la investigaci¨®n s¨ª estiman prioritario el dise?o de una nueva prueba de detecci¨®n apropiada para el VHG, cuya habilidad para "col¨¢rsele" a t¨¦cnicas habituales de an¨¢lisis como el test ELISA ya ha sido demostrada.

El descubrimiento viene a aumentar el conocimiento sobre este pat¨®geno, el ¨²ltimo de los hepatovirus identificados. Con apenas un a?o de, vida en los anales de la hepatolog¨ªa, el agente infeccioso es practicamente un desconocido. Se sabe, al menos, que por s¨ª solo manifiesta una virulencia moderada y produce una hepatitis leve f¨¢cilmente tratable. Sin embargo, cuando este se asocia al virus de la hepatitis C resta eficacia al tratamiento con interfer¨®n, induciendo por un mecanismo ignorado "una respuesta terap¨¦utica 10 veces menor", se?ala Carre?o. De acuerdo a las estimaciones del hepat¨®logo, la hepatitis C afectar¨ªa al 1,5-2% de los espa?oles; y la asociaci¨®n de virus C y G se dar¨ªa en el 18% de ellos, es decir, en 110.000-140.000 personas.

Dimensi¨®n del problema

De los resultados de la investigaci¨®n "no puede afirmarse la existencia de peligro para la salud p¨²blica", asegura con rotundidad Fernando Hern¨¢ndez, jefe de la Unidad de Hematolog¨ªa del madrile?o hospital La Paz, y coautor del estudio. Seg¨²n se detalla en la comunicaci¨®n del hallazgo, publicada por la revista The Lancet el pasado 12 de octubre, se analizaron 14 factores de coagulaci¨®n de distintas marcas -todas comercializadas en Espa?a- y en dos se hall¨® material gen¨¦tico del VHG. "Se trata solamente de algunos lotes de hemoderivados; nos manejamos con una muestra demasiado peque?a como para inferir la dimensi¨®n del problema", precisa Hern¨¢ndez.Los factores de coagulaci¨®n son productos administrados a personas con deficiencia de los mismos, como los hemofilicos; y se obtienen en algunos casos por s¨ªntesis qu¨ªmica y en otros a base de plasma sangu¨ªneo de donantes, por lo que la posibilidad de una trasmisi¨®n del VHG a trav¨¦s de ¨¦sta ¨²ltima v¨ªa no puede descartarse, como sugieren los resultados del estudio espa?ol. Quedar¨ªa por ver si los procesos de purificaci¨®n aplicados al fabricar los hemoderivados -altamente eficaces con los dem¨¢s hepatovirus- consiguen desactivar o no por completo al VHG.

Desde la primera noticia dada del VHG, diferentes estudios internacionales, los investigadores han profundizado en la incidencia del pat¨®geno, resultando estar m¨¢s difundido de lo previamente estimado. Se ha encontrado el virus en donantes sanos en porcentajes que van del 1% al 12% seg¨²n el pa¨ªs; en personas que han recibido transfusiones, entre un 18% y un 21%; en hemof¨ªlicos, un 18%; en pacientes tratados con hemodi¨¢lisis, entre un 3% y un 24%; en drogadictos por v¨ªa endovenosa, entre un 21% y un 33%; y se ha demostrado la trasmisi¨®n de madre a hijo, aun sin cuantificar su incidencia.

Ha sido precisamente la envergadura de estos datos la que movi¨® a los investigadores espa?oles a sospechar que el VHG podr¨ªa estar filtr¨¢ndose a trav¨¦s de los hemoderivados. A fin de evitar el riesgo de falsos negativos, los especialistas analizaron los factores de coagulaci¨®n vali¨¦ndose de una t¨¦cnica ultraprecisa, la PCR.

La PCR -siglas de Reacci¨®n en Cadena de la Polimerasa- es una t¨¦cnica de uso corriente en biolog¨ªa molecular. El m¨¦todo permite, a trav¨¦s de rondas repetitivas de replicaci¨®n, amplificar tanto como se quiera cualquier cantidad min¨²scula de ADN presente en una muestra de sangre o tejido.

La presencia de un virus, aunque sea en cantidades ¨ªnfimas, puede as¨ª detectarse a trav¨¦s de la amplificaci¨®n de su ADN. Adem¨¢s, el an¨¢lisis de este material gen¨¦tico a mol¨¦cula permite caracterizar sin ambig¨¹edad de qu¨¦ tipo de virus se trata.

Disipar sospechas

Con ella los investigadores encontraron mol¨¦culas caracter¨ªsticas del genoma viral, pero sin capacidad infecciosa, por lo cual la hip¨®tesis de la infecci¨®n del VHG a trav¨¦s de hemoderivados no ha sido de momento probada.Los resultados tampoco han sido suficientes para disipar las sospechas, al menos las de Carre?o. Bas¨¢ndose en datos preliminares de otra investigaci¨®n emprendida por su equipo, el hepat¨®logo de la Jim¨¦nez D¨ªaz dice tener evidencias de que "personas transfundidas con sangre proveniente de donantes que dieron negativo a los tests habituales, se infectaron del virus G, dando motivo para sospechar de un v¨ªnculo entre esas transfusiones y la infecci¨®n posterior".

Un primer paso en el camino de dilucidar el interrogante ser¨ªa analizar con la PCR a los usuarios de los hemoderivados bajo sospecha, sugiere Carre?o.

M¨¢s el problema de fondo, la dif¨ªcil detecci¨®n del virus, de igual modo subsistir¨ªa, pues una consecuencia de la baja virulencia del VGH es la de suscitar un n¨²mero escaso de anticuerpos en el organismo, volvi¨¦ndolo muy escurridizo a los tests vigentes. "Al m¨¦todo ELISA se le escapa un 25% de los infectados", dice Carre?o. "Necesitamos un test sensible al virus G, y mucho m¨¢s econ¨®mico que la PCR".