Un peligroso cuello de botella

Para acceder montado en bicicleta a la Casa de Campo (que no en coche), los madrile?os que vivan en la margen izquierda del Manzanares, es decir, casi todos, tienen dos opciones: o utilizar sendos pasos de peatones que salvan por el aire la M-30 desde la colonia del Manzanares o dirigirse, por la Cuesta de San Vicente, a un aut¨¦ntico y peligroso cuello de botella para los amantes de las dos ruedas.Los ciclistas deber¨¢n ah¨ª dejar la calle y subirse a la acera, cosa que est¨¢ prohibida por el C¨®digo de la Circulaci¨®n. De otra manera, esto es, si siguen en la calle, acabar¨¢n rodando en medio de una autopista, ya que un bordillo impide el desv¨ªo hacia el parque. Es frecuente ver los s¨¢bados y los domingos ciclistas novatos que no caen en la cuenta y terminan pedaleando en el arc¨¦n, con coches a 100 por hora a su izquierda, y sin poder entrar en la Casa de Campo.

As¨ª que la ¨²nica soluci¨®n es incomodar a los peatones, hacer de tripas coraz¨®n y encaramarse a la acera. No acaban aqu¨ª los peligros: el recorrido de la acera pasa por un esquinazo inc¨®modo, poblado por una farola y una alcantarilla mal cerrada que parece colocada aposta para que encallen ah¨ª las ruedas de la bicicleta, con gran riesgo de que el ciclista d¨¦ posteriormente con sus huesos en tierra.

En resumen: para entrar en un parque que mide 14 veces lo que El Retiro la mayor¨ªa de los aficionados a la bicicleta tienen que pasar, previamente, por un metro escaso de acera mal preparada.

Hay otros accesos m¨¢s c¨®modos y recomendables, como el de la calle de Valmojado, pero est¨¢n situados ya en la otra margen del Manzanares, m¨¢s alejados del centro de la ciudad. Hace un a?o, se celebr¨® en la Casa de Campo un debate sobre el futuro e la bicicleta en Madrid. All¨ª acudieron representantes del Ayuntamiento, urbanistas comprometidos con las dos ruedas y ciclistas que se jugaron el tipo a la hora de llegar montados sobre el sill¨ªn, ya que no utilizaron la acera de la farola y prefirieron seguir con la calle. Consiguieron, tras varias penalidades, dejar atr¨¢s la autopista y acceder al parque.

El representante del Ayuntamiento, Sebasti¨¢n de la Rica, director de los servicios de circulaci¨®n, prometi¨®, a la vista de las quejas, que el carril-bici del Pasillo Verde, que actualmente enlaza el barrio de Delicias con la calle de Segovia, llegar¨ªa hasta la la Casa de Campo.

"Ese acceso de la Casa de Campo se arreglar¨¢", dijo entonces De la Rica. De eso hace un a?o, y todo sigue exactamente igual.