British Telecom y la americana MCI crean la segunda empresa mundial de telecomunicaciones
British Telecom, m¨ª mero uno de las telecomunicaciones en el Reino Unido, dio ayer un paso de gigante en su objetivo de convertirse en una compa?¨ªa global en este sector esencial al fusionarse con MCI, la segunda firma detelecomunicaciones en Estados Unidos. La compra de MCI, en la que BT pose¨ªa ya un 20%, supone un desembolso de unos 12.000 millones de libras (unos 2,5 billones de pesetas). El grupo resultante, bautizado ayer con el nombre de Concert, se convertir¨¢ en el segundo mayor operador mundial de telecomunicaciones, por detr¨¢s ¨²nicamente de NTT Data Corporation de Jap¨®n. Concert se sit¨²a con un valor superior -aunque no en volumen de ventas- al de AT&T, el gigante norteamericano del sector.
La fusi¨®n, anunciada ayer por Peter Bonfield, director ejecutivo de BT, en la sede de la empresa en la City de Londres,, deber¨¢ someterse a¨²n a numerosos y severos controles en Estados Unidos, Reino Unido y Uni¨®n Europea. "La operaci¨®n tardar¨¢ en recibir la luz verde", reconoci¨® ayer Bonfield, "pero podemos anticipar desde ahora su ¨¦xito". De hecho, BT ha mantenido un di¨¢logo exploratorio con la Comisi¨®n Federal de Comunicaciones, el organismo estadounidense que controla los movimientos del sector, antes de dar el paso final en la creaci¨®n de Concert.Pese a que la legislaci¨®n norteamericana proh¨ªbe a una empresa extranjera poseer m¨¢s del 25% de las acciones de un compa?¨ªa de telecomunicaciones nacional, se han introducido recientes modificaciones y actualmente es posible superar ese tope siempre y cuando los reguladores observen el mismo grado de liberalizaci¨®n en el mercado nacional del comprador. Tampoco parece probable que la operaci¨®n encuentre frenos en el Reino Unido, o en Bruselas. Aun as¨ª, los analistas reconocen que la oposici¨®n de AT&T ser¨¢ dura y el proceso para obtener el permiso puede durar un a?o.
Los directivos de BT no ocultaban ayer su entusiasmo, al anunciar el nacimiento de Concert, el nuevo grupo de telecomunicaciones que aspira a competir con los dos grandes del sector en la captura de los nuevos mercados. En un comunicado, la compa?¨ªa brit¨¢nica resum¨ªa la fusi¨®n como una combinaci¨®n perfecta de "los substanciales recursos financieros de BT con una empresa en pleno crecimiento y con experiencia de mercado ampliamente reconocida, como MC43 millones de clientes
El valor final de Concert -el nombre procede del proyecto conjunto iniciado hace tres a?os por MCl y BT- se conocer¨¢ hoy en funci¨®n de la cotizaci¨®n que alcancen las acciones de BT en la Bolsa de Londres. El nuevo grupo dispone de 43 millones de clientes empresas y domicilios privados- dispersos en 70 pa¨ªses, y espera obtener 25.000 millones de libras (5,2 billones de pesetas) de ingresos anuales, y un cash flow -beneficios m¨¢s amortizaciones -de 7.500 millones de libras al a?o (m¨¢s de 1,5 billones de pesetas). En cualquier caso y dadas las dimensiones de las dos compa?¨ªas, -MCl valorada en unos 15.800 millones de libras (m¨¢s de 3,3 billones de pesetas) y BT en 22.000 millones de libras (m¨¢s de 4,5 billones de pesetas)- el valor del grupo resultante superar¨¢ al de AT&T.
La nueva empresa quedar¨¢inscrita en el -Reino Unido, tendr¨¢ oficinas en Londres y en Washington y operara con los nombres de BT en Europa yMCI en Estados Unidos. Los accionistas de MCl tendr¨¢n en sus manos el control del 35% del nuevo grupo, frente al 65% que estar¨¢ en manos de sus colegas de BT, aunque recibir¨¢n los mismos dividendos especiales al final del ejercicio, en un claro intento por parte de BT de mantener la operaci¨®n en los t¨¦rminos de una fusi¨®n casi igualitaria y no en los de una estricta compra. En todo caso, el nuevo Consejo de Administraci¨®n tendr¨¢ una representaci¨®n mayoritaria de BT -siete u ocho de sus 15 miembros proceder¨¢n de la empresa brit¨¢nica- y su presidenteser¨¢ Ian Wallace, que ocupa este cargo en BT, auxiliado por Bert Roberts, actual presidente de MCI, como vicepresidente.
Los intentos de expansi¨®n internacional de British Telecom han sido constantes desde su privatizaci¨®n en 1984. Con m¨¢s de 20 millones de hogares y casi siete millones de empresas utilizando sus servicios telef¨®nicos en el Reino Unido, los directivos de BT han tenido siempre clara la dimensi¨®n global de las telecomunicaciones y la necesidad de llevar adelante proyectos conjuntos con compa?¨ªas del sector en Europa y en el resto del mundo. Actualmente, BT tiene intereses en Espa?a, en colaboraci¨®n con el Banco Santander; en Alemania, donde estableci¨® el a?opasado una alianza con Viag, as¨ª como en Italia, Corea del Sur, Francia y Holanda.
No obstante, el fracaso de su m¨¢s ambicioso intento de fusi¨®n con Cable & WIreless -segundo grupo de telecomunicaciones brit¨¢nico- la pasada primavera, fue un serio golpe para la empresa que busca una v¨ªa de acceso a los mercados asi¨¢ticos. La operaci¨®n puede capacitar al nuevo grupo no s¨®lo para competir en el mercado interno norteamericano, una vez se promulguen las esperadas leyes liberalizadoras -MCI s¨®lo opera en distancias largas-, sino para presionar a NTT de Jap¨®n, que tiene en marcha un proyecto conjunto con AT&T, para que opte por un nuevo socio para Asia.
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