El regreso de los "carrozas"

Todos ellos hab¨ªan iniciado ya sus nuevas vidas fuera del tenis, pero todos sent¨ªan a¨²n nostalgia por las sensaciones que acababan de perder. M¨¢s o menos, Bjorn Borg, Jimmy Connors, Yannick Noah y Guillermo Vilas hab¨ªan seguido vinculados al mundo del tenis, pero no con la asiduidad ni la presi¨®n que sent¨ªan en el ATP Tour. Ahora, ya entre los 35 y los 45 a?os, todos han decidido volver a competir, pero en un circuito menos estresante que el de los profesionales. Net Asses, la empresa que el a?o pasado organiz¨® un minicircuito con Connors como estrella en Estados Unidos, el ATP Tour y la empresa de mercadotecnia IMG se han puesto de acuerdo para crear el Circuito S¨¦nior de los Campeones, bajo el control del ATP Tour.Mientras que en el circuito femenino se van produciendo deserciones precoces, en el masculino la gente acaba menos quemada. Para algunos, volver a empu?ar la raqueta se ha convertido en una necesidad econ¨®mica o psicol¨®gica. Pero, aun con estos condici¨®n antes, hay un factor primordial: todos deseaban reencontrarse para poder iniciar ahora una relaci¨®n de amistad que no tuvieron ocasi¨®n de desarrollar mientras eran profesionales. Adem¨¢s de los citados, se espera la integraci¨®n de Ivan Lendl, Stefan Edberg, Mats Wilander y algunos otros jugadores que deben haber sido n¨²meros uno en sus pa¨ªses o haber llegado al menos a una final del Grand Slam.

Econ¨®micamente, el circuito de campeones no es ninguna tonter¨ªa. Constar¨¢ de 22 torneos que se disputar¨¢n en EE UU (12), Europa (6), Sur¨¢frica (1), Jap¨®n (2) y Arabia (1) y concluir¨¢ con un Masters. Sus dotaciones no se han hecho p¨²blicas, pero puede servir como referencia el circuito americano que funcion¨® el a?o pasado y que movi¨® unos tres millones de d¨®lares (390 millones de pesetas). El ganador de cada torneo cobr¨® 5,2 millones de pesetas. Y por jugar la primera ronda, 520.000 pesetas. Los jugadores acuden al torneo con todos los gastos cubiertos.

Para el sueco Bjorn Borg, s¨¦xtuple campe¨®n de Roland Garros y qu¨ªntuple de Wimbledon, eso es como el man¨¢. Agobiado por las deudas de sus experiencias empresariales en el ramo textil y perseguido por el fisco de su pa¨ªs, Borg arrastra una deuda de unos 390 millones de pesetas. De lo que le queda, nada est¨¢ a su nombre. Y jugar este tipo de competiciones le permite estar en lo que siempre le ha gustado y percibir un dinero incontrolable. Para otros es m¨¢s importante la cuesti¨®n psicol¨®gica, el volver a sentirse ¨²tiles y estrellas.

"Pueden ofrecer buenos espect¨¢culos, porque dos o tres sets los aguantan bien"', dice el veterano Andr¨¦s Gimeno, que por la edad ya no entrar¨¢ en este nuevo circuito. "Pero no ser¨¢n competencia para el ATP Tour. Tal como nos ocurri¨® a nosotros, la gente les mirar¨¢ con cierta nostalgia".

Eso es precisamente lo que no desea ninguno de los jugadores implicados. Ellos no quieren vivir de la nostalgia. Afirman que pueden desarrollar un buen nivel competitivo. "Los aficionados podr¨¢n ahora elegir entre el tenis boom-boom de hoy y el nuestro, m¨¢s reflexivo, m¨¢s t¨¢ctico, m¨¢s variado", asegura Connors. "Cada uno de nosotros tiene una personalidad. Yo estoy loco, McEnroe es explosivo y Borg es puro hielo. Los tenistas actuales, en cambio, parecen, todos cortados del mismo patr¨®n: s¨®lo se preocupan de tirar lo m¨¢s fuertemente posible".