Las discrepancias sobre el presupuesto en Alemania amenazan al Gobierno de Kohl
Los agujeros en el presupuesto y las discrepancias sobre el camino para cerrarlos abren v¨ªas de agua y amenazan con llevar a pique a la coalici¨®n de centro derecha, entre democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP), que gobierna en Bonn desde hace m¨¢s de 14 a?os. En la discusi¨®n sobre el presupuesto en la noche del martes, pol¨ªticos de la coalici¨®n de Gobierno reconocen que se lleg¨® al borde de la ruptura . Democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP) acordaron una tregua hasta mediados de diciembre para decidir entonces sobre una rebaja del impuesto complementario de solidaridad, creado para financiar los gastos de la reunificaci¨®n, que el FDP ha convertido en piedra de toque para la coalici¨®n.A lo largo de 14 a?os hasta los matrimonios m¨¢s s¨®lidos sufren crisis, pero en Bonn todos coinciden en que en la actual de la coalici¨®n de Gobierno es la m¨¢s grave de todas. El jefe del grupo parlamentario del FDP, Otto Solms, reconoc¨ªa que la coalici¨®n "corri¨® un serio peligro" en la discusi¨®n del martes, pero ahora conf¨ªa en que la tormenta haya tenido un efecto purificador. Un pol¨ªtico democristiano declar¨®: "Esto fue peor que estar al borde del abismo".
Al mismo tiempo, el lenguaje de los pol¨ªticos adquiere tonos de taberna y no s¨®lo entre el Gobierno y la oposici¨®n, sino en las mismas filas de la coalici¨®n. "Mentirosos", "estafadores" o "chapuceros" fueron algunas de las lindezas que se intercambiaron Gobierno y oposici¨®n en un debate extraordinario de urgencia del Parlamento Federal (Bundestag) la semana pasada. El diputado de la CDU Wolfgang Schulhoff no tuvo empacho en calificar ante periodistas al ex ministro de Econom¨ªa, el hoy diputado liberal J¨¹rgen M?llemann, de "tonto del culo".
El canciller federal, el democristiano Helmut Kohl, que no interrumpi¨® su viaje al Sureste asi¨¢tico como pretend¨ªa la oposici¨®n socialdem¨®crata para asistir al debate en Bonn, apareci¨® el lunes con cara de pocos amigos para llamar la atenci¨®n de los que tratan de aprovechar la situaci¨®n para adquirir renombre.
Fama de zascandil
Las palabras de Kohl se dirig¨ªan al socio de coalici¨®n, el FDP, y en especial a M?llemann. Este personaje, con fama de zascandil, hab¨ªa advertido que los diputados liberales de su Estado, Renania del Norte-Westfalia, nada menos que 12, votar¨ªan contra el presupuesto si no se garantizaba por ley la rebaja de un 2% en el impuesto de solidaridad a partir del 1 de enero de 1998. Sin esos 12 votos, el presupuesto no se aprueba y se podr¨ªan preparar los santos ¨®leos para la coalici¨®n. Todo parece indicar que M?llemann actu¨® por su cuenta y no todos los diputados de su Estado est¨¢n de acuerdo con ¨¦l. No obstante, los escarceos de M?llemann no son sino un punto m¨¢s del clima enrarecido que reina en la coalici¨®n. EL FDP no tiene m¨¢s remedio para sobrevivir, que oponerse a toda subida de impuestos.Los democristianos por su parte tienen que apoyar con fidelidad nibelunga a su ministro de Hacienda, Theo Waigel, que da tumbos de agujero en agujero en el presupuesto. Obligado a nuevos recortes, los conflictos de Waigel con sus propios correligionarios del Gabinete est¨¢n a la vuelta de la esquina.
El ministro alem¨¢n de Defensa, Volker R¨¹he (CDU), se resiste a reducir de nuevo los gastos de su departamento. Aplazada la decisi¨®n sobre la rebaja del impuesto de solidaridad, la coalici¨®n de Gobierno consigue por ahora un respiro, pero el parte meteorol¨®gico anuncia nuevas tormentas.
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