Demasiada carne para el 'bus'
La Empresa Municipal de Transportes censura el anuncio de una pel¨ªcula por sus desnudos de "mal gusto"
Una mujer se esconde tras una especie de l¨¢piz; un hombre cubre sus partes con un escueto sombrero; otro utiliza una c¨¢mara fotogr¨¢fica para id¨¦nticos fines mientras ocupa su otra mano con una rosa: demasiado expl¨ªcito para viajar en los autobuses, seg¨²n los responsables de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). El anuncio de la pel¨ªcula M¨¢s que amor, frenes¨ª ha sido rechazado por el departamento de publicidad de la EMT por sus im¨¢genes, que encuentran rayanas en el "mal gusto".David Menkes, uno de los directores de la pel¨ªcula (junto a Alfonso Albacete y Miguel Bardem), se muestra indignado por la "censura" que le ha aplicado la EMT y anuncia que ya est¨¢n buscando autobuses privados para hacer viajar el cartel de la pel¨ªcula por las calles de Madrid: "Pondremos: '?sta es la publicidad que censura la EMT".
"No hemos tenido problemas con nadie por el cartel, del que se ha cuidado mucho la imagen, trabajada con ordenador. Primero la EMT pidi¨® que los objetos que tapan las partes pudendas de los actores fuesen m¨¢s grandes, y luego, directamente, dijeron que no la aceptaban", a?ade.
Una portavoz de la distribuidora de la pel¨ªcula, Alta Films, confirm¨® que la agencia de publicidad que lleva la campa?a de prensa recibi¨® ayer un fax donde la EMT explicaba que se reservan el derecho a rechazar originales que atenten contra el "buen gusto".
El gerente de los autobuses p¨²blicos, Tom¨¢s Burgaleta, dijo desconocer ayer esta decisi¨®n, pero explic¨® los motivos del rechazo "El departamento de publicidad tiene autonom¨ªa para rechazar contenidos publicitarios en funci¨®n de sus normas internas", declar¨®. Cualquier mensaje que atente contra la imagen de la empresa y su condici¨®n de servicio p¨²blico, incite al consumo de alcohol o drogas, o atente contra el buen gusto no es aceptado. "La publicidad de los autobuses va dirigida a todos los ciudadanos madrile?os, ni?os y mayores, y hay que cuidar los mensajes. Evidentemente, hay un elemento subjetivo en el hecho de calificar algo como de mal gusto. En este caso, no s¨¦ si se han pasado o no", a?ade el gerente de la EMT.
?ste no es el primer caso de censura de un anuncio por su contenido supuestamente er¨®tico o provocativo en transportes p¨²blicos. En febrero de 1995, el Metro de Madrid rechaz¨® por obscena la publicidad del disco Am¨¦rica de The Black Crowes, porque en su portada aparec¨ªa un primer plano de un pubis femenino tapado con un tanga con la bandera americana. El problema fue que del tanga asomaba vello p¨²bico.
Finalmente, el Metro acept¨® una versi¨®n sin carne ni pelos del anuncio, pero la discogr¨¢fica aprovech¨® el tir¨®n de la censura y la curiosidad de los ciudadanos para promocionar su disco.
Incluy¨® en el anuncio del metro un r¨®tulo en el que se avisaba del tijeretazo sufrido por la imagen y animaba a buscar "el original" en las tiendas de discos.
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