Un Maastricht menos estricto

El Tratado de Maastricht est¨¢ convirtiendo a los pa¨ªses comunitarios europeos en un para¨ªso para contables. La carrera, para ajustarse a la Uni¨®n Monetaria (especialmente a la necesidad de reducir el d¨¦ficit presupuestario por debajo del 3% del producto interior bruto) ha producido cambios dignos de prestigiosos premios. Francia abri¨® una agrietada v¨ªa cuando el mes pasado el Gobierno recibi¨® un ¨²nico pago de 4,5 millardos por parte de la compa?¨ªa France T¨¦l¨¦com a cambio de responsabilizarse en el futuro de la deuda de las pensiones, lo que, claramente, empeorar¨¢ el endeudamiento del Gobierno en el futuro. ( ... ) Italia acaba de anunciar que aumentar¨¢ los impuestos el a?o pr¨®ximo, pero los devolver¨¢ a las mismas personas en 1999 mediante rebajas fiscales y privatizaciones. De esta forma, el Gobierno italiano piensa que puede subir los impuestos para ajustarse a Maastricht sin renegar de la promesa hecha a sus electores de no aumentar los impuestos. ( ... ) Si la Uni¨®n Monetaria la llevan a cabo pa¨ªses con una indiferencia desde?osa por la verdadera convergencia econ¨®mica, entonces la Uni¨®n Monetaria no ser¨¢ el austero r¨¦gimen dominado por el marco alem¨¢n que Alemania ha deseado siempre (con graves sanciones para los pa¨ªses cuyo d¨¦ficit fiscal rompa el techo del 3%). La cuesti¨®n es saber en qu¨¦ t¨¦rminos Alemania querr¨¢ unirse a un club que se ha vuelto tan permisivo. 21 de noviembre