El ejemplo de Cristina S¨¢nchez

Han aumentado las alumnas en las escuelas taurinas. La Escuela de Tauromaquia de Madrid cuenta con 10 aprendizas este curso, todas ellas con el firme prop¨®sito de convertirse en profesionales del toreo, siguiendo el ejemplo de Cristina S¨¢nchez, que ya es matadora de toros y con buen cartel. Una aspiraci¨®n dif¨ªcil de conseguir seg¨²n el testimonio de Gregorio S¨¢nchez, matador de toros retirado y director art¨ªstico del centro, pues poseen menos condiciones f¨ªsicas que los varones. En su opini¨®n, Cristina S¨¢nchez es un caso excepcional. Tienen muchas cosas en com¨²n: Nuria, Beatriz y Lourdes quieren ser matadoras de toros. Y s¨®lo una que las distancia: c¨®mo quieren que las llamen, torera o torero. Beatriz dice torero, torera Lourdes y Nuria. "Porque lo de torera", aclara Beatriz, "creo que me lo dicen con co?a".

Nuria S¨¢nchez tiene 21 a?os y termin¨® su preparaci¨®n en la Escuela de Tauromaquia de Madrid el a?o pasado, aunque a¨²n acude a ella puntualmente para entrenarse. Estudi¨® delineaci¨®n y ahora sue?a con torear en M¨¦xico. Beatriz Tablado sabe que quiere ser torera desde que ibaal campo en bicicleta a otear las ganader¨ªas cercanas a su pueblo, Soto del Real, en la provincia de Madrid. Tiene 16 a?os, est¨¢ a nivel A en la escuela taurina, tore¨® seis becerras este verano y, a pesar de su envergadura, es una chica muy t¨ªmida. Lourdes L¨®pez cuenta que en su casa nadie la apoya. Con 19 a?os cambi¨® su trabajo de camarera para acudir a la escuela taurina, donde lleva un mes. Jam¨¢s se ha puesto delante de un toro. Nuria, Beatriz y Lourdes agradecen a Cristina S¨¢nchez el camino que ha abierto, "pero sin exagerar", porque si no hubiera sido ella habr¨ªa sido cualquier otra, aseguran. Y lo que m¨¢s odian es que la gente diga: "Mira, otra Cristina". Sin embargo Cristina S¨¢nchez ha influido en el aumento de vocaciones femeninas. La Escuela de Tauromaquia de Madrid tiene este a?o 10 chicas matriculadas, de un total de 200 alumnos, cuando en anteriores cursos no pasaron de tres.

"Todas toreamos igual porque s¨®lo hay una forma de torear, pero cada una lo interpreta a su estilo", afirma Beatriz. Nuria apostilla: "No nos equivoquemos: a Cristina se le han dado muchas oportunidades". Las tres alumnas se quejan de que no se les haya dado las mismas oportunidades que a los alumnos masculinos. Nuria S¨¢nchez afirma: "La escuela nunca me ha dado nada, ni en tentaderos, ni en festejos de promoci¨®n". En cambio las aspirantes elogian la ense?anza y el trato por igual, e incluso m¨¢s delicado, que reciben de los maestros de la escuela.

Gregorio S¨¢nchez, matador de toros retirado y director art¨ªstico de la Escuela de Tauromaquia, opina as¨ª sobre las mujeres toreras: "Si es dif¨ªcil, para los chicos torear y triunfar, para las chicas lo es mucho m¨¢s. Tienen menos facultades f¨ªsicas; son m¨¢s torpes cuando se trata, por ejemplo, de salir de la cara de las vacas".

Asegura Gregorio S¨¢nchez que cuando la escuela da nombres para carteles de festejos de promoci¨®n tiene en cuenta s¨®lo quienes est¨¢n mejor preparados, sean chicos o chicas, pues lo que interesa es que est¨¦n bien. "No puedes poner a torear a una chica si no est¨¢ en condiciones", explica el director art¨ªstico. Y a?ade: "En nuestra escuela de tauromaquia, cuando hay una vaca buena se saca a las chicas para ver si son capaces".

Seg¨²n Gregorio S¨¢nchez, en su planteamiento general sobre las condiciones que reunen las mujeres para el toreo, Cristina S¨¢nchez es la excepci¨®n: "Es el espejo donde se miran todas y ojal¨¢ salieran m¨¢s". En cuanto al trato que les dan los compa?eros a las chicas, Lourdes cree que "est¨¢n recelosos porque les molesta que podamos ser iguales". Nuria a?ade con desd¨¦n: "Hay algunos de mente cerrada".

Las futuras toreras se sienten muy femeninas. Se perfuman para salir a la plaza, se pintan cuando entrenan y "est¨¢n hasta las narices" de que las llamen chicazos.

Al mismo tiempo alardean de temeridad. Beatriz anuncia: Si no triunfo en los toros me meto militar"

Nuria ense?a con orgullo "lo bonito" de las cicatrices producidas por revolcones, tambi¨¦n por palotazos de las astas de las reses, y Lourdes afirma: "Me pondr¨ªa delante de lo que me echaran".

Las tres aspirantes a toreras lamentan la existencia de los ponedores-novilleros que pagan por torear-, cada vez m¨¢s numerosos en la fiesta. Y comentan: "Hacen mucho da?o a los toreros y toreras que empezamos" Las tres aseguran que aborrecen esta especie de chantaje.Ser torera sigue siendo una dif¨ªcil tarea, a pesar del rotundo ¨¦xito de Cristina S¨¢nchez pudiera dar otra impresi¨®n. Nuria S¨¢nchez, Beatriz Tablado y Lourdes L¨®pez son conscientes del esfuerzo que tienen que hacer para continuar. su carrera. Pero, al mismo tiempo, como la cara y cruz de una moneda, est¨¢n dispuestas a aprovechar fr¨ªamente la novedad de las mujeres toreras en provecho de su futuro profesional.. Nuria S¨¢nchez resume de alguna manera esas dos caras del oficio: "Lo peor es una mala tarde, y lo mejor, que te llamen torero. Es tremendo".