Saturaci¨®n

Voy a presentar el caso del ambulatorio de especialidades Jos¨¦ Marv¨¢, en la calle de Bravo Murillo. Este centro atiende, que yo sepa, a gran parte de los distritos de Tetu¨¢n y Fuencarral-El Pardo, adem¨¢s de diversas localidades de la provincia. No s¨¦ cu¨¢ntas decenas, o quiz¨¢ alguna que otra centena, de miles de personas seremos, pero lo que todo el mundo sabe es que dicho ambulatorio se encuentra extremadamente saturado. El paciente que depende de este ambulatorio tiene que soportar plazos vergonzosos para ser atendido. Un par de ejemplos bastan. Para acudir al ginec¨®logo, con un volante de urgencias, pueden transcurrir perfectamente dos meses. Si no existe tal urgencia y el volante es ordinario, los plazos se disparan. Habiendo solicitado dicha consulta con fecha de 23 de octubre de 1996 en el centro de atenci¨®n primaria, me han adjudicado la misma para el d¨ªa 3 de abril de 1997. ?M¨¢s de cinco meses para una visita al ginec¨®logo! Y pr¨¢cticamente ocurre lo mismo en casi todas las especialidades: en oftalmolog¨ªa, por ejemplo, son casi tres meses, y en alergolog¨ªa la demora puede llegar a los seis.-