El d¨ªa que M¨®nica dijo no
, La dimisi¨®n irrevocable de M¨®nica Ridruejo lleva dos semanas encima de la mesa de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Le lleg¨® por carta, el pasado d¨ªa 21 de enero, como un crochet tirado en seco a la mand¨ªbula digital del Gobierno.Ateni¨¦ndonos a la versi¨®n facilitada por la cadena SER, la filtraci¨®n, la semana pasada, de la dimisi¨®n de la todav¨ªa directora general ha alterado los planes de Moncloa, que trataba de dilatar al m¨¢ximo el relevo de M¨®nica Ridruejo. Con ello, el Gobierno quer¨ªa evitar a toda costa que le estallara una crisis tan significativa en el momento ¨¢lgido de la guerra digital y cuando el Gobierno se las ve y se las desea para reclutar socios dispuestos a subirse a su plataforma.
La defecci¨®n de la m¨¢xima responsable de TVE fue recibida por Aznar como un suceso desastroso para el Gobierno. Tanto es as¨ª que, apenas cuarenta y ocho horas despu¨¦s de enviada la carta, el presidente convoc¨® urgentemente a la todav¨ªa directora general a una reuni¨®n calificada de "tormentosa" por fuentes allegadas a los protagonistas. Aznar manifest¨® a la directora su disgusto por la dif¨ªcil situaci¨®n en que quedaba el Gobierno en un asunto en el que ¨¦l hab¨ªa empe?ado su propio prestigio y el del Gabinete.
Pese a la presi¨®n ejercida por Aznar, M¨®nica Ridruejo no dio su brazo a torcer en esta reuni¨®n, celebrada el pasado d¨ªa 23 de enero en La Moncloa. La directora se mantuvo firme en su decisi¨®n y en sus argumentos, que no pillaban de nuevas al presidente del Gobierno, ya que los hab¨ªa expresado con anterioridad y por escrito.
"D¨ªgamelo por escrito, se?or presidente"
Preocupado por la actitud firme de la directora general de RTVE, Aznar pidi¨® a ?lvarez Cascos que se empleara a fondo para tratar de convencerla de que se mantuviera en su cargo el tiempo suficiente para que escampara la dif¨ªcil situaci¨®n de la plataforma digital del Gobierno, cuya constituci¨®n se retrasaba una y otra vez por falta de socios solventes y ajenos al propio PP. El vicepresidente del Gobierno traslada esta petici¨®n de Aznar y le ofrece una fecha de salida: el d¨ªa 10 de febrero. Al ver la puerta de salida a plazo fijo, M¨®nica Ridruejo acepta y pone una condici¨®n: que el presidente se lo diga por escrito, ya que no quiere verse envuelta en una nueva maniobra dilatoria. Aznar as¨ª lo hizo.
Ante lo inevitable del relevo y para desdibujar las aut¨¦nticas razones de su dimisi¨®n, el entorno de Miguel Angel Rodr¨ªguez ha puesto en circulaci¨®n que ¨¦sta se va por razones personales y no por un profundo desacuerdo con la plataforma del Gobierno y las presiones pol¨ªticas sobre los contenidos de los espacios informativos.
El portavoz del Gobierno, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, a la saz¨®n mandam¨¢s en los temas audiovisuales, fue el destinatario de una rotunda misiva de M¨®nica Ridruejo en el oto?o pasado. Aquella carta fue la que hizo encallar el primer buque insignia de Rodr¨ªguez en materia audiovisual: la plataforma mixta TVE-Televisa, que el portavoz del Gobierno anunci¨® a bombo y platillo.M¨®nica Ridruejo no entend¨ªa el repentino cambio de planes: pocos meses antes hab¨ªa recibido el encargo del Gobierno de racionalizar una de las empresas p¨²blicas m¨¢s gravosas y deficitarias, y de repente se abandonaba ese objetivo en aras de un pretencioso proyecto de televisi¨®n digital, con el mexicano Azc¨¢rraga como inexplicable compa?ero de viaje. ?Por compromisos adquiridos personalmente por Aznar en los avatares de la costosa campa?a electoral del PP?
Ante las presiones que recib¨ªa de Rodr¨ªguez para firmar aquel acuerdo, M¨®nica Ridruejo exigi¨® que se le ordenara por carta. Elevada a la direcci¨®n de RTVE por su perfil de buena gestora, no quer¨ªa incorporar a su historial la responsabilidad de haber embarcado a la televisi¨®n p¨²blica en una aventura en la que no cre¨ªa. La carta de Moncloa no lleg¨® nunca, y por eso no se firm¨® el acuerdo con Televisa. As¨ª es como, en palabras de un testigo de aquellos acontecimientos, el buque insignia de Rodr¨ªguez encall¨® en seco.
Amigo socorre a amigo
Fue entonces cuando el presidente Aznar busc¨® un aliado fiel, carente de prejuicios profesionales que obstaculizaran su proyecto pol¨ªtico de televisi¨®n digital. Su amigo personal Juan Villalonga, colocado por ¨¦l en la presidencia de Telef¨®nica, vino en su auxilio, tomando la iniciativa de la plataforma gubernamental.
M¨®nica Ridruejo pas¨® desde ese momento a un segundo plano, aunque, como el resto de las televisiones p¨²blicas gobernadas por el PP, Televisi¨®n Espa?ola no tuvo otra alternativa que engrosar la lista de socios de Telef¨®nica. Bien es cierto que el papel que se le otorgaba a TVE era el de mero programador, y en este sentido, M¨®nica Ridruejo recibi¨® instrucciones directas de ?lvarez Cascos para que, sin problemas de presupuesto, la televisi¨®n p¨²blica acaparara producto en los mercados nacionales e internacionales. As¨ª es como se materializ¨® un acuerdo por 610 millones de pesetas con el productor cinematogr¨¢fico Jos¨¦ Frade, poseedor de un lote de pel¨ªculas que rondaba sin ¨¦xito desde hac¨ªa tiempo por los departamentos de compra de otras televisiones.
Prietas las filas
Al desacuerdo de fondo sobre el proyecto digital se suma en los ¨²ltimos tiempos el control pol¨ªtico directo. que Moncloa ejerce sobre los telediarios. En medios profesionales de TVE se afirma que en los primeros tiempos esa presi¨®n se mantuvo dentro de lo razonable, entre otras razones, por el af¨¢n del director de los servicios informativos, S¨¢enz de Buruaga, de cuidar su imagen profesional. Desde diciembre para ac¨¢, afirma esa fuente, "Rodr¨ªguez entra en la tele como un vendaval: Buruaga y S¨¢nchez Gallo son una terminal entusiasta de operaciones de propaganda que en ocasiones se gestan en el propio despacho del presidente del Gobierno". No s¨®lo se dan consignas, sino que incluso Rodr¨ªguez desciende en sus instrucciones a detallar las im¨¢genes que deben ilustrar determinadas informaciones.
La sucesi¨®n de diversos estudios de opini¨®n a lo largo del oto?o, coincidentes en el perfil declinante de Aznar mientras Gonz¨¢lez iba al alza, encendi¨® las luces de alarma en el equipo pretoriano de Aznar. Una comisi¨®n de crisis, celebrada en diciembre en La Moncloa, tom¨® la determinaci¨®n de forzar la pol¨ªtica de medios de comunicaci¨®n, a la vez que se ordenaba a todos los miembros del Gobierno que ocuparan todas las tribunas informativas y de opini¨®n.
A su vez, fueron llamados a cap¨ªtulo los responsables territoriales del PP para que en toda Espa?a se cumplieran a rajatabla, sin salidas del gui¨®n, las consignas que se iban a suceder sobre las diversas liebres informativas que los equipos de propaganda del Gobierno se iban a encargar de soltar en las semanas sucesivas (entre ellas, un sondeo favorable para marcar el reinicio del curso, un aut¨¦ntico regalo de, Reyes en las p¨¢ginas de El Mundo; el desinflado caso Ferrer; los 200.000 millones de Hacienda; el fantasma del llamado monopolio del f¨²tbol, y, como estrella, la campa?a repetida a machamartillo de que una plataforma digital es pluralismo, y dos, monopolio).
En este mismo sentido, la firma del acuerdo del f¨²tbol, el 24 de diciembre, fue vivida por Rodr¨ªguez como una cat¨¢strofe, no s¨®lo por lo que significaba para la televisi¨®n digital, sino tambi¨¦n porque, en su opini¨®n, alejaba definitivamente a Antena 3 de su ¨¢mbito de influencia. (El aspirante al almirantazgo audiovisual de Castilla y Nueva Espa?a perd¨ªa otro buque pretendidamente suyo, sin haber tenido tiempo de gozarlo y justo cuando m¨¢s arreciaba la batalla).
Qui¨¦n pone la plata
Los platos rotos de esta situaci¨®n los est¨¢n pagando los profesionales de RTVE, cuyo descontento amenaza con desbordar el Pirul¨ª y del que la dimisi¨®n de M¨®nica Ridruejo es un claro exponente. Los cambios producidos esta misma semana en los segundos niveles del equipo directivo son interpretados en el ¨¢mbito profesional como un presagio de una f¨¦rrea l¨ªnea pol¨ªtica, que limitar¨¢ a¨²n m¨¢s el margen de autonom¨ªa de los profesionales. De hecho, el pasado viernes, el director de TVE, Jorge S¨¢nchez Gallo, estuvo despachando en Moncloa los nombramientos en diversas ¨¢reas directivas.
La espantada de Pedro Antonio Mart¨ªn Mar¨ªn en el ¨²ltimo minuto abunda en la idea de c¨®mo la direcci¨®n general del ente, anta?o codiciada, es una patata caliente a la que le hace ascos un pol¨ªtico tan ambicioso como el secretario de Estado para el Deporte.
Un buen conocedor de los medios de comunicaci¨®n como ¨¦l posiblemente ha olfateado que la marcha de M¨®nica Ridruejo extiende el certificado de defunci¨®n de la voluntad del Gobierno -si alguna vez la tuvo- de conducir por v¨ªas razonables una empresa que cada a?o succiona m¨¢s fondos p¨²blicos que cualquiera de los sectores en reconversi¨®n. Pero con tal de que quede claro qui¨¦n es el que manda, el Gobierno no repara en gastos. El dinero lo ponen los espa?oles, y el presidente, los amigos para fund¨ªrselo: Azc¨¢rraga, Villalonga, Pedro J. Ram¨ªrez y otros personajes que merodean en el negocio; Pedro P¨¦rez, tambi¨¦n de la misma cuerda. Lo que viene a demostrar que la Espa?a digital de Aznar puede que alg¨²n d¨ªa sea a mayor esparcimiento de los espa?oles, pero hoy s¨®lo la disfrutan los amigos del presidente.
Mientras Aznar se afana en reponer la rueda de repuesto y encuentra a quien quiera sustituir al sustituto de la Ridruejo, los asuntos m¨¢s importantes en Moncloa siguen su curso. Y el otrora aspirante al mando de la plataforma digital hunde su mano de hierro sobre Televisi¨®n Espa?ola y Radio Nacional de Espa?a. Venga quien venga, la mano est¨¢ en las mejores manos.
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